Nueva York

49 4 1
                                    

En la historia falsa que Regina le había creado, Olivia conocía a Neal desde mucho antes que en sus recuerdos reales. En realidad, tanto a Neal como a Emma, de ahí que además Henry la considerara como su tía. O quizá la idea era solamente que siguieran recordándola y los recuerdos se habían creado solos basándose en sus auténticas vidas. 

En realidad, por lo demás, sus recuerdos falsos tampoco distaban mucho de los reales. Aun así, tener ambos en la cabeza le había provocado algunos dolores al principio hasta que se fue acostumbrando. Tanto en unos como en otros, ella se había criado en Florida, de ahí que, en los recuerdos falsos, hubiera conocido a Neal y Emma en Tallahassee (ella realmente se había criado en un pueblo muy cerca de Tallahassee y solía ir bastante a la ciudad). Pero luego ella se había mudado a Nueva York y ellos a Boston. Se habían distanciado un poco, pero habían mantenido el contacto. Y cuando aquel incendio había ocurrido en el apartamento de la familia, había sido Olivia quien les había sugerido empezar de nuevo en Nueva York. 

Se podía decir que básicamente eso era todo. Al menos por su parte. Olivia no se había atrevido a hacerles muchas preguntas a Emma y Neal puesto que eso hubiera sido raro. Por supuesto, la familia se había mudado a un apartamento en la ciudad todos juntos. Y Olivia se había visto en la necesidad de buscarse algo rápido. Se suponía que para ellos llevaba allí viviendo un tiempo, en un apartamento. Pero con el viaje a Storybrooke y todo, su viejo apartamento se lo había quedado su ex-novio. Por eso había terminado quedándose en el viejo apartamento de Neal, del que afortunadamente tenía llaves. 

Planeaba que solo fuera algo temporal, pero sin un trabajo al principio y los gastos en Storybrooke no parecía que pudiera encontrar algo pronto. El piso de su amigo tampoco estaba mal y sabía que a él no le importaría. Guardó muchas de sus cosas en el trastero del sótano del edificio y recuperó las suyas que una amiga había guardado en otro que había alquilado, así podía hacer el apartamento mas suyo. De todas formas, cuando Neal y Emma la visitaron, no parecieron reconocer el apartamento.

Por suerte, pudo conseguir otro trabajo de profesora pronto. Casualmente por que en el mismo colegio en el que Henry había sido matriculado había una vacante. Aunque ella enseñaría a niños un año menores que él. A pesar de todo, lo cierto es que a Olivia le costó un poco hacerse de nuevo a la vida en Nueva York.

No supo en que momento habían pasado ya dos meses. 

El colegio había acabado. Era ya algo tarde, pues había tenido que quedarse un poco de más y aunque su apartamento estaba un poco lejos, Olivia decidió que una caminata le sentaría bien. Algo le hizo desviarse un poco y cruzar Central Park antes de llegar a su apartamento. Siempre le había gustado ir al parque en Nueva York. Pero entonces unos ladridos llamaron su atención y un pequeño perro de pelo castaño corría hacia ella deteniéndose alrededor de sus pies mientras los olfateaba. 

Olivia sonrió y se agachó para acariciar al animal, que se dejó claramente encantado.

—¿De dónde has salido tu? 

—Es mío —respondió una voz masculina. Olivia levantó la mirada y se topo con un hombre delgado, ojos oscuros y pelo castaño claro. No iba a negar que era atractivo—. Lo siento, se me ha escapado. Suele ser muy juguetón.

Olivia rio levemente mientras se levantaba.

—No importa —dijo—. Siempre me han gustado los perros

—Bueno, pues este es Max —dijo el hombre—, y yo soy Walsh

—Olivia.

—Es un placer, Olivia.

—Lo mismo digo —dijo Olivia que se agachó nuevamente—, también a ti, Max

Rascó tras las orejas al perro que agitó la cola feliz.

Ninfa | 𝙤𝙣𝙘𝙚 𝙪𝙥𝙤𝙣 𝙖 𝙩𝙞𝙢𝙚.​Donde viven las historias. Descúbrelo ahora