Capítulo 07: Aicmo

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"¡AYUDA!....¡AUXILIO!...¡SOCORRO!"

Diario de Elaine - Casa de los Wise -Segunda Planta-

Me encuentro encerrada en el cuarto de los Wise; la puerta no ha dejado de sonar intentando queriendo abrir, mientras me encuentro escondida dentro del armario sólo veo las penurias de aquella habitación y la perilla de la puerta no deja de sonar, en ese momento veo que han logrado abrir la puerta, me encuentro encerrada en el armario solo con una delgada linea en entre ambas puertas del armario, me encuentro muy nerviosa y desesperada queriendo yo gritar, pero si grito me verán y será mi fin.

La puerta se a abierto por completo, solo veo pasar en aquel extraño pasillo las entidades errantes del principio y de pronto miro que se asoma una extraño cuerpo en aquella puerta; puedo describirlo al margen de mis miedos; tiene enormes agujas atravesadas en todo el cuerpo; una grande en el cráneo, otra por el hombro izquierdo; dos en el antebrazo derecho a mitad del mismo brazo en forma de una equis; dos agujas más, una en cada mano; otra sosteniéndole el estómago; dos más en la pierna derecha a la altura de los muslos y una en el pie; y otras dos en la pierna izquierda: camina como si fuera un enorme cangrejo y eso sin contar las saturaciones que tiene en la boca guindado la aguja a la orilla de la boca que tiene.

Se ha subido a la cama y mientras mueve la cabeza de un lado a otro, puedo oír los huesos de aquel largo e inmenso cuello; empieza a olfatear toda la habitación como si de un perro curioso se tratara, puedo oír esos huesos crujir con cada movimiento que hace ¡Oh por Dios! Puedo ver que está olfateando con dirección a donde me encuentro. ¡Tengo miedo! 

De pronto se detiene y se va corriendo como si alguien o algo lo haya espantado; detrás mío siento una respiración muy alarmante y agitada; veo que en mi diario han caído gotas  de sangre desde el techo miro hacia arriba y veo extrañamente un bulto guindado en el techo.

Tengo ganas de gritar pero me aguanto, tan solo el más mínimo grito me podrían ver o peor aún, terminar con mi vida, a estas alturas me arrepiento de todo, me arrepiento de haber entrado en esta maldita casa, ahorita estuviera en el salón o en mi cama. Necesito armarme de valor y salir de aquí; le hice señas a Denney, quien se encontraba escondida de bajo de las sábanas tiradas en la esquina de la habitación, así que nos reunimos y antes de salir de la habitación nos pusimos a ver a los laterales del pasillo si no había nada o nadie cerca para salir corriendo, al ver que no había nada o nadie nos tomamos de la mano y bajamos al primer piso a buscar a los demás; entramos al baño donde se encontraba escondida Leslie y la sacamos de ahí seguimos buscando a Johan y a Ángelo.

Leslie gritó exasperadamente, se encontraba temblando del miedo...

"¿Qué te pasó? ¿Te encuentras bien?" - Dijimos Denney y yo al mismo tiempo; vimos en el rostro de Leslie una cara abrumada y con los ojos bien alertas y nos señaló de manera tambaleante hacia el techo.

Al ver al techo nos percatamos de una extraña entidad que se encontraba en el techo del pasillo de la primera planta, su cuerpo enorme y muy delgado, cuatro patas largas y en medio de sus pechos dos manos, una cara esquelética con la boca bien abierta y desprendida, ésta bajo al piso del mismo pasillo, nos sentíamos petrificadas y dió un grito ensordecedor y comenzó a perseguirnos.

Corrimos en sentido contrario por debajo de ella y pude ver una extraña silueta atrapada en la panza de aquella inmensa bestia, así que sin darnos tiempo de ver con detalle seguimos corriendo y bajamos a la planta principal, no estaban ya las entidades aberrantes, en su lugar estaba un vació y en el centro de la casa los rayos de luna pegando desde arriba.

"¡Vámonos de aquí!" - dijo Denney

"¿Y los muchachos?" - preguntó Leslie

"¡No se! ¡Vámonos! A lo mejor ya no están con vida... vámonos!" - dije desesperadamente, al llegar a la puerta principal antes de abrir pude escuchar el grito de Ángelo al fondo de la cocina, mi intuición había fallado, entonces cambiamos de ruta y comenzamos a correr hacia la cocina; metros antes de entrar a la cocina, esa cosa extraña bajó y nos bloqueo el acceso.

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