Diario de Elaine
La mansión parecía retener sus secretos con cada paso que dábamos. Los oscuros pasillos se extendían como laberintos, y el silencio era tan denso que podíamos sentirlo en el aire. La Ligo persistía, envolviéndonos en su abrazo inquebrantable.
Mis pensamientos se volvían más inquietantes a medida que avanzábamos. ¿Cuánto tiempo llevábamos aquí? ¿Días, semanas, meses? El tiempo se retorcía en la oscuridad, y la realidad misma parecía perder su agarre sobre nosotros.
Nos encontramos frente a una puerta cerrada, y al abrirla, reveló una sala llena de espejos antiguos. Sus marcos dorados reflejaban la débil luz de nuestras linternas, creando destellos que danzaban por la habitación.
Un escalofrío recorrió mi espina dorsal al entrar. Los espejos, como portales hacia otra realidad, parecían contener sus propios secretos. La atmósfera estaba cargada de tensión, como si los reflejos en los cristales guardaran más que solo imágenes.
Les advertí a los demás que tuvieran cuidado, recordando la Eisofobia que se ocultaba entre las sombras. Los espejos parecían observarnos con ojos silenciosos, como si fueran testigos de nuestros miedos más profundos.
A medida que avanzábamos, los reflejos en los espejos comenzaron a distorsionarse. Imágenes fugaces de lugares y momentos que no podían ser reales parpadeaban ante nuestros ojos. Mis amigos y yo nos mirábamos en esos cristales, pero nuestras propias imágenes parecían distorsionarse, revelando versiones de nosotros mismos que no reconocíamos.
En un rincón de la sala, un espejo más grande y antiguo que los demás emanaba una presencia más intensa. Me acerqué con cautela, sintiendo una extraña conexión con el cristal. Al mirar mi reflejo, mis ojos encontraron los de mi imagen en el espejo, pero algo no estaba bien.
Mis ojos reflejaban un miedo profundo, una desesperación que no reconocía en mí misma. La imagen en el espejo sonrió, pero la sonrisa era tan siniestra que mi corazón dio un vuelco. ¿Era eso lo que veían los demás cuando me miraban?
Los demás también experimentaban sus propios encuentros inquietantes con los espejos. Johan se veía a sí mismo en lugares que nunca había visitado, y Aron parecía enfrentar versiones sombrías de su propio pasado. Los espejos se convertían en portales hacia pesadillas personales.
De repente, las imágenes en los espejos cobraron vida. Versiones oscuras y retorcidas de nosotros mismos emergieron, separándose de sus reflejos. La sala se llenó de nuestras propias sombras, como si los espejos hubieran liberado nuestros miedos y deseos reprimidos.
La Eisofobia se manifestaba en la forma de espectros que se movían entre los espejos. Cada sombra era una personificación de nuestros miedos más profundos, danzando en la sala con una malevolencia palpable.
La lucha contra estas sombras fue intensa. Cada enfrentamiento era un reflejo de nuestras propias batallas internas. Las sombras parecían alimentarse de nuestra vulnerabilidad, pero también de nuestra resistencia.
En medio del caos, nos dimos cuenta de que debíamos enfrentarnos a nuestras propias sombras, aceptar nuestros miedos y superarlos. Con valentía, nos sumergimos en la lucha, desafiando a las sombras con determinación y unidad.
A medida que vencíamos a las sombras, los espejos perdían su oscura energía. La sala se volvía más tranquila, y los cristales reflejaban solo nuestras imágenes reales. Habíamos superado la Eisofobia, pero la Ligo aún persistía.
Con la sala de los espejos a nuestras espaldas, nos adentramos más en las profundidades de la Casa de los Wise. No sabíamos qué nuevos horrores nos esperaban, pero estábamos decididos a enfrentarlos juntos. La Ligo no nos detendría. La oscuridad aún ocultaba sus secretos más oscuros, y estábamos destinados a descubrirlos, aunque cada reflejo en los espejos nos recordara que en la Casa de los Wise, nada era lo que parecía.
***
La sala de los espejos aún resonaba con la tensión que dejaron las sombras. Cada paso que dábamos era un eco de la batalla interna que libramos contra nuestras propias fobias. Los espejos reflejaban ahora solo la realidad, pero en mis ojos, aún veía destellos de las distorsiones que habíamos enfrentado.
Mientras avanzábamos por el siguiente pasillo, noté la presencia inconfundible de Quimera Visceral. Una sensación viscosa se apoderó del aire, y su figura gelatinosa se materializó frente a nosotros. Mis amigos y yo nos preparamos para lo que vendría a continuación.
La Quimera Visceral se deslizaba lentamente hacia nosotros, gusanos asquerosos retorciéndose en su superficie. Su presencia era abrumadora, como si estuviera tejida con los miedos más profundos de cada uno de nosotros.
—¿Creen que pueden escapar de mí? — su voz resonó, una amalgama de susurros guturales y murmullos nauseabundos.
Johan apretó el mango de su linterna con firmeza, mientras Aron y yo intercambiábamos miradas de determinación. La Quimera Visceral representaba algo más que una simple criatura; era una manifestación tangible de nuestras peores pesadillas.
—No puedes seguir atormentándonos — le respondí con valentía, aunque mis palabras apenas eran audibles sobre los susurros de la Quimera.
—Atormentarlos es mi propósito. Soy el reflejo de sus propios horrores, la manifestación de sus miedos más profundos. En este lugar, soy eterno — la Quimera Visceral se movía con una gracia inquietante, como si la oscuridad misma la guiara.
A medida que hablaba, los gusanos en su superficie se retorcían con más intensidad. No podía permitir que esta criatura se alimentara de nuestros temores indefinidamente.
—No eres eterno — respondió Aron con una voz firme —. Somos más fuertes de lo que piensas, y no permitiremos que tus sombras nos consuman.
La Quimera Visceral emitió una risa gutural que resonó en los corredores. La batalla estaba a punto de comenzar, una lucha no solo contra la criatura, sino contra los miedos que había desatado en nosotros.
Nos lanzamos hacia adelante, armados no solo con linternas, sino con la determinación de enfrentar y vencer a esta entidad. La sala de los espejos nos había enseñado que nuestras sombras eran parte de nosotros, pero también que teníamos el poder de controlarlas.
La batalla fue intensa, cada encuentro con la Quimera Visceral desencadenaba visiones distorsionadas y emociones crudas. Sin embargo, a medida que luchábamos, nos dimos cuenta de que la clave no era rechazar nuestras sombras, sino aceptarlas y enfrentarlas con valentía.
—No puedes ganar — la Quimera Visceral rugió, pero nuestras linternas destellaron con una luz más intensa.
—Somos más fuertes cuando estamos juntos — afirmó Johan, y sus palabras resonaron en el núcleo mismo de nuestra unión.
Con cada luz que arrojábamos sobre la Quimera Visceral, sus gusanos se retorcían con más fuerza. La criatura parecía debilitarse, su gelatinosidad perdiendo consistencia.
—No permitiremos que la oscuridad nos consuma — declaró Aron, y juntos, canalizamos nuestras fuerzas hacia la criatura.
Finalmente, la Quimera Visceral se desvaneció en la oscuridad, sus susurros desvaneciéndose como eco lejano. Nos quedamos en la penumbra, respirando agitados pero triunfantes.
—Esa fue una lucha intensa — comenté, sintiendo un peso levantado de mis hombros.
—Pero estamos un paso más cerca de desentrañar los secretos de esta mansión — añadió Johan.
Aron asintió con determinación. Sabíamos que la Ligo aún persistía, pero cada victoria contra las sombras nos acercaba más a la verdad oculta en la Casa de los Wise. Nos miramos entre nosotros, conscientes de que el próximo desafío podría estar a la vuelta de la esquina.
Con nuestras linternas iluminando el camino, nos adentramos más en la oscuridad, listos para enfrentar lo que la mansión tenía reservado para nosotros. La Ligo no sería fácil de superar, pero estábamos decididos a descubrir su origen y liberarnos de su abrazo persistente.
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PHOBIA
Mystère / ThrillerLa desgracia de una joven chica persigue a un grupo de jóvenes estudiantes materializando sus mas grandes miedos ¿Te atreverás a enfrentarlos? Del Autor de #Crurofilia y Los Ojos de #Steve, en esta entrega original te hará sentirte como si formaras...