25 de noviembre 1958
Abro los ojos y me encuentro en un lugar oscuro, siento que estoy acostada sobre algo frío y húmedo. No entiendo qué ha pasado, la última imagen que tengo es la luz blanca y el grito del conductor. ¿Estoy muerta? No, no puedo estar muerta, siento dolor en mi cuerpo, especialmente en la cabeza.
Me incorporo con dificultad y miro a mi alrededor. Estoy en una especie de cueva o túnel subterráneo. La oscuridad es total, no veo nada más allá de unos metros. Intento recordar cómo llegué aquí, pero todo es confuso. ¿Dónde está el conductor? ¿Qué pasó con el carro?
Siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal. No sé qué hacer ni a dónde ir. Decido caminar en la oscuridad, mis manos tocan las paredes húmedas de la cueva. El silencio es total, solo interrumpido por el eco de mis pasos. Me siento atrapada en un laberinto subterráneo, como si hubiera cruzado a otro mundo.
A medida que avanzo, comienzo a escuchar susurros. Voces que no puedo entender, pero que resuenan en la oscuridad. La luz de una vela titilante aparece frente a mí, iluminando una figura alta y esbelta. Es el conductor. Pero su rostro está distorsionado, como si fuera una máscara.
—¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? —pregunto con temor.
El conductor no responde, solo sigue susurrando palabras incomprensibles. De repente, la luz de la vela parpadea y desaparece, sumiéndonos en la oscuridad una vez más. Cuando vuelvo a encenderla con un fósforo que encuentro en mi bolsillo, el conductor ya no está.
Continúo mi camino, sintiendo que la cueva se estrecha a mi alrededor. El aire es denso y húmedo. Las voces se intensifican, y ahora puedo distinguir risas burlonas entre los susurros. Me detengo y trato de comprender lo que está sucediendo.
En la penumbra, veo sombras moviéndose. Figuras humanoides sin rostro, similares a las que he visto en mis peores pesadillas. El miedo se apodera de mí, pero no puedo dejar de avanzar. Estoy atrapada en este lugar surrealista, donde el tiempo y el espacio parecen distorsionarse.
No sé cuánto tiempo he estado caminando en esta oscuridad eterna. Cada paso que doy parece llevarme más profundo en la pesadilla. Mis miedos se manifiestan a mi alrededor, criaturas sin rostro, sombras danzantes, y la sensación de que algo oscuro me observa.
El diario tiembla en mis manos mientras escribo estas líneas. No sé si alguien encontrará estas palabras, pero necesito dejar constancia de lo que estoy viviendo. La cueva se vuelve más claustrofóbica, las risas se mezclan con lamentos, y el aire se vuelve más pesado.
No tengo elección más que continuar. Mi destino está ligado a esta oscuridad interminable. Solo espero encontrar respuestas y una salida de este laberinto subterráneo antes de que sea demasiado tarde.
***
25 de noviembre 2023
Elaine despertó con un grito ahogado, sudando frío. La habitación estaba oscura, solo iluminada por la luz de la luna que se filtraba por las cortinas. Se llevó las manos a la cabeza, tratando de recordar el sueño que la había atormentado. Un sueño vívido, lleno de criaturas horribles y un sentimiento de desesperación.
Trató de tranquilizarse, recordándose a sí misma que todo era producto de su imaginación. Desde que entraron a la Casa de los Wise, las pesadillas y la paranoia se habían apoderado de su mente. Pero esta vez era diferente, como si las sombras del sueño hubieran dejado una marca en su conciencia.
Se levantó de la cama y caminó hacia la ventana. Miró hacia el exterior, buscando alguna señal de vida en la oscura noche. El silencio reinaba, solo interrumpido por el susurro del viento. Elaine se estremeció, preguntándose si alguna vez saldrían de esta mansión que parecía tener vida propia.
El grupo se había dividido después de la extraña manifestación de Amanda Wise. Algunos habían decidido explorar más habitaciones en busca de respuestas, mientras otros optaron por quedarse en la habitación principal, tratando de encontrar alguna pista en los objetos que la rodeaban.
Elaine decidió unirse al grupo de exploración, necesitaba mantener su mente ocupada para no caer en la paranoia que la acechaba. Cada paso que daban resonaba en los pasillos vacíos, creando una atmósfera de tensión. Las sombras parecían moverse, jugar con sus mentes.
En una de las habitaciones, encontraron un antiguo libro con extraños símbolos. Elaine, a pesar de sentirse atraída por la curiosidad, no pudo evitar una sensación de déjà vu. Algo en esos símbolos le resultaba familiar, como si los hubiera visto en algún lugar antes.
Mientras examinaban el libro, un sonido retumbante resonó en toda la mansión. Puertas que se cerraban, pisadas lejanas y risas siniestras. El grupo se miró entre sí, conscientes de que algo más estaba sucediendo en la Casa de los Wise.
Decidieron regresar a la habitación principal, solo para descubrir que la puerta se cerró con fuerza detrás de ellos. Estaban atrapados. La ansiedad se apoderó de ellos mientras buscaban desesperadamente una salida.
Elaine sentía que la oscuridad se cerraba sobre ella, como si las sombras cobraran vida. Las criaturas de sus pesadillas parecían acecharla en cada rincón. Intentó recordar que todo era una ilusión, pero la línea entre realidad y ficción se desvanecía.
Los minutos se volvieron eternos mientras buscaban una salida, pero la mansión parecía burlarse de ellos. Las paredes crujían, las sombras se retorcían, y las risas se intensificaban. La desesperación se apoderaba de Elaine y sus compañeros.
En medio de la tensión, una figura emergió de la oscuridad. Amanda Wise, con una expresión inexpresiva, como si estuviera atrapada en un sueño eterno. Su presencia aumentó la paranoia del grupo, y las sombras parecían converger hacia ella.
Elaine, sintiendo que la realidad se desmoronaba a su alrededor, se acercó a Amanda con cautela. Intentó hablar con ella, buscar alguna explicación, pero Amanda solo murmuraba palabras incomprensibles. La sensación de que algo oscuro los observaba se hizo insoportable.
La Casa de los Wise se cerró sobre ellos como una trampa mortal. La realidad y la fantasía se entrelazaban, formando un laberinto sin salida. La última esperanza de escape se desvanecía mientras las sombras se cerraban sobre el grupo.
***
El grupo de Elaine continuó su lucha en la Casa de los Wise, donde la línea entre la realidad y la pesadilla se desdibujaba cada vez más. Los símbolos extraños del libro tomaban vida en las paredes, titilando en la tenue luz de las velas. Las sombras se retorcían, adoptando formas que desafiaban toda lógica. Cada paso resonaba como un eco en un laberinto sin fin.
A medida que enfrentaban criaturas que surgían de las profundidades de sus propios miedos, Elaine y los chicos comenzaron a dudar de la realidad que los rodeaba. Las sombras parecían susurros del pasado de Amanda, proyectándose en las paredes de la mansión. La casa se convertía en un reflejo distorsionado de los tormentos que Amanda había vivido en su propia morada.
En su intento de encontrar una salida, el grupo se vio envuelto en un juego macabro, donde los eventos que se desplegaban parecían estar conectados de alguna manera con los elementos descritos en el diario de Amanda. La estrella de dieciocho picas, los símbolos en el libro y la sensación de ser observados se mezclaban en una danza siniestra.
De repente, en un rincón oscuro de la casa, una figura comenzó a tomar forma. Una figura que no pertenecía al mundo de Elaine y sus amigos. La figura de Amanda Wise, la joven atormentada que huyó de su hogar décadas atrás. Su presencia era etérea, pero su mirada reflejaba el tormento y el miedo que había vivido.
Amanda, en un susurro melancólico, contó su historia a través de la mansión. Describió las noches de terror, las sombras que la acechaban y los misteriosos símbolos que la atormentaban. Mientras hablaba, los recuerdos de Amanda se entrelazaban con la realidad distorsionada del grupo, creando un paisaje aterrador que trascendía el tiempo y el espacio.
El grupo, ahora consciente de la conexión entre sus experiencias y las de Amanda, se enfrentó a la verdad perturbadora de que estaban atrapados en una red de miedos compartidos. La línea entre el pasado y el presente se desvaneció, y la mansión se convirtió en un laberinto de las almas atormentadas.
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PHOBIA
Misteri / ThrillerLa desgracia de una joven chica persigue a un grupo de jóvenes estudiantes materializando sus mas grandes miedos ¿Te atreverás a enfrentarlos? Del Autor de #Crurofilia y Los Ojos de #Steve, en esta entrega original te hará sentirte como si formaras...