𝗠𝗢𝗥𝗘 | ashton irwin

e i g h t e e n

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15 de noviembre de 2016
Inglewood, Los Ángeles

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Ahora era toda una celebridad. En un abrir y cerrar mis ojos había ganado unos dos mil seguidores más.

La mayoría eran chicas que seguían a 5sos. Al principio no fue nada molesto, mi inconveniente comenzó hace unos días cuando comencé a recibir cientos de mensajes de chicas unos agradables y otros no tanto.

En mi perfil de Instagram no tenía fotos mías, la mayoría era sobre trabajos y otras que simplemente me gustaron y se me apeteció publicarlas. Esas que apenas tenían unos doscientos me gusta ahora tenía miles al igual que comentarios, sólo que ninguno era en relación a la fotografía. Todo era sobre él.

—Yo digo que deberías aprovechar este momento de fama para comenzar una carrera cómo una fotógrafa independiente —dijo Alicia.

—No me aprovecharé de esto Alicia —le dije por segunda vez—. La gente sólo dirá que estoy saliendo con él por interés y por su fama, nadie tomara en serio mi trabajo y me criticaran hasta el cansancio. Eso es lo que menos quiero en verdad.

No lo negaré, al inicio quise hacerlo. Quise aprovechar ese momento, pero después de darle mil vueltas a la situación llegué a la conclusión de que esa era una pésima idea y que no me beneficiaría en absoluto.

Además de que esas nunca fueron mis intenciones al salir con Ashton y sigue sin ser así. Yo decidí salir con él por la persona que es, no por la fama que tenga.

Alicia se sentó a mi lado y recargó su cabeza en mi hombro, estos días había estado trabajando desde casa ya que cada vez que intentaba ir a mi trabajo habían uno o tres fotógrafos esperando por mí y la verdad eso no me gustaba mucho.

Así que le propuse a mi jefa trabajar desde mi casa, al inicio creí que se negaría y me dijera que tenía que ir al trabajo, pero no fue así.

Esta mañana había tenido una llamada con mi padre ya que al parecer hasta el se había enterado de mi situación. Me hizo un par de preguntas, pero no quiso indagar más.

—Cambiando un poco de tema —musitó Alicia—. ¿Qué ha sido del chico que conociste en Brooklyn? ¿Volviste a saber de él?

—¿Elijah? —pregunté dejando de ver a mi computadora.

—Si.

—Hace unos días conversamos por mensaje, nada relevante —dije quitándole importancia—. Preguntó por mi día y cosas por el estilo.

—No voy a negar que desde la primera vez que lo mencionaste tengo cierto interés en conocerlo.

—Yo también tengo interés en conocerlo —volví a mi trabajo—. Intercambiamos unas cuantas palabras esa noche en aquel bar, pero no lo conozco en absoluto, pero por lo poco que hablamos esa noche despertó mi interés.

Me gustaba la compañía de Alicia, ella era alguien que realmente me agradaba y quería muchísimo, ella era mi familia.

Además de que solía ayudarme mucho con cualquier cosa, ella era como la hermana que nunca tuve.

—Ashton —comenzó—. ¿Te ha llamado?

—Lo ha hecho —le aseguré a mi amiga—. Aunque no conteste en todas las ocasiones.

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó asustada—. Se han peleado o algo parecido.

—En absoluto, pero estos últimos días he estado ocupada con el trabajo y no he podido responderle siempre.

Aquello era verdad aunque solo en una parte, si estaba muy ocupada con el trabajo y también no había querido atenderle. No se debía a algo en específico, simplemente no tenía ganas de hablar con alguien. Además de que Ashton sigue sintiéndose culpable por lo ocurrido.

Claramente no me lo decía, pero lo sabía gracias a sus acciones y en especial en el tono de voz con el que siempre me hablaba, cómo si estuviera arrepentido de todo lo que estaba pasando ahora en mi vida.

Quizás más tarde le devuelva una de esas llamadas que no atendí. Todo aún me parecía irreal, pero creo que ya era momento de asimilar que ahora así sería.

Alicia se quedó conmigo unas horas más hasta que me dijo que tenía que irse, porque seguramente Lila debería de estar hambrienta y tal vez aburrida de la compañía de su hermano. Después de su ida fui a prepararme algo para comer para terminar con el trabajo del día y así poder disponer de una tarde completamente libre.

Preparé algo muy sencillo, no quería algo demasiado elaborado. Me serví la comida y llevé el plato hasta mi escrito donde había estado trabajando todos estos días.

Pensé seriamente en dejar aquel empleo ya que no tenía nada relacionado a lo que había estudiado en la universidad, aunque después decidí no hacerlo aún, pues no tenía un empleo al que ir después de dejar uno.

Soy adulta y tengo cosas que pagar. Maldición. Realmente odiaba esa parte de la vida adulta.

Me faltaba muy poco para terminar de comer cuando me llegó un mensaje. La pantalla de mi celular se había iluminado, al darme cuenta de eso lo tomé.

Era un mensaje de Ashton.

Ashton5sos: Hey cariño
¿Estás bien?

Hey cariño...quedé paralizada al leer su mensaje. Me pareció surrealista la manera tan rápida en la que aquel mensaje tuvo efecto en mí.

Me tomé unos minutos para procesarlo y aún bastante sorprendida le respondí.

KaedeS: Si, lo estoy

Ashton: ¿De verdad?
Realmente siento esta mierda.

Ahí estaba una vez más...

KaedeS: Está bien Ash...
Esto no es tu culpa.

Ashton5sos: Lo sé...pero no puedo evitar sentirme culpable
No quería nada de esto
Y mucho menos después de lo que me dijiste hace unas noches
En verdad lo siento

KaedeS: Está bien
Esto no es tu culpa.
Lo digo en serio

Ashton5sos: ¿Estás enojada?

KaedeS: ¿Enojada?
¿Por qué?

Ashton5sos: Tú sabes
Por esto
Por haber cambiado tu vida

KaedeS: Dios
Esto no es tan malo
Puedo hacerlo
Por favor ya no te sientas culpable por esto

Ashton5sos: Está bien, aunque no prometo demasiado

KaedeS: Te quiero, pero tengo que decir adió
Tengo trabajo que hacer :(

Ashton5sos: También te quiero
Lo lameto
JAJAJA
Lo LAMENTO
Te quiero Kaede

Aquel mensaje me hizo sonreír, estoy segura de que si Alicia aún estuviera aquí no habría dejado de tomarme fotos.

KaedeS: Te quiero, te hablaré después
Me gusta cuando me llamas cariño...

Mande ese mensaje y rápidamente alejé el celular de mí, me avergoncé de mi propia acción, pero decir esa clase de cosas por mensaje o en persona definitivamente no era lo mío.

Pero aquello era verdad, me había gustado. Me había gustado tanto que ya me había imaginado lo perfecto que debería de escucharse en su voz.