El castaño estaba al teléfono mientras que los otros chicos estaban sentado en el sofa. Y yo me encontraba en un lugar donde pudiera verlos a todos.
Estaba algo nerviosa.
—¿En cuánto tiempo vendrás? —preguntó el chico acercándose más a sus amigos—. ¿Estás hablado en serio? —se frotó un ojo—. De acuerdo...supongo que está bien. Si lo tendré en cuenta.
Él alejó el teléfono de su oreja y le dio una mirada rápida a sus amigos antes de girarse y dirigirse a mí para entregarme el teléfono.
—Gracias en serio...—frunció un poco el ceño.
¿Estaba pidiéndome mi nombre? Si...probablemente.
—Kaede.
—Gracias por tu ayuda Kaede —sonrió.
Se alejó de mí y camino de regreso al sofá. Yo dejé el teléfono en su lugar, no iba a arriesgarme demasiado y darles mi celular.
—¿Qué fue lo que te dijo? —preguntó el de la cabellera reluciente.
¿Qué se pondrá en el cabello para tenerlo así de lindo?
—Vendrá en una hora o menos.
—¿Una hora? —dijo el moreno, con una mueca de confusión—. ¿Qué demonios espera que hagamos en una hora?
—No lo sé, pero es nuestra única opción. Dijo que nos estaban buscando y que terminaron en el bulevar de Hollywood. En realidad no creí que estarían tan lejos. Ahora tendremos que esperarlos y buscar un lugar en el podamos matar tiempo.
—¿Por qué hacerlo? —intervino en el rubio, Michael—. Puede que nuestra nueva amiga quiera ayudarnos y darle un corto alojó a unos vagabundos.
Y en ese momento todos voltearon a verme y volví a sentir que me quedaba inmóvil. Debe dejar de hacer eso...los tres chicos sentados en el sofá me vieron y sólo uno de ellos me sonrió, el de cabello dorado, era cómo si estuviera tratando de convencerme sin decir nada.
—No lo creo, nuestra amiga Kaede de seguro tiene cosas más importantes que hacer —habló el castaño—. Gracias por todo Kaede, ahora tenemos que irnos. No es necesario que nos acompañes, conocemos la salida —sonrió.
Le hizo unas señas a sus amigos para indicarles que tenía que levantarse del sofá. El moreno fue el primero en hacerlo y también fue quien tomó sus billeteras que había dejado en la mesa. Los cuatro pasaron a mi lado y me agradecieron.
«No eres tan despiadada para dejarlos afuera con este horrible frío. Además de que parecen ser buenos chicos. Deja que se queden en la sala mientras esperan a la persona que vendrá por ellos.»
—No tienen porque irse —dije antes de que abrieran la puerta—. Pueden esperar aquí, afuera hace mucho frío y no podría dormir en paz sabiendo que dejé a un grupo de chicos esperando en la calle en medio de la noche.
Los cuatro se habían girado a verme y pude notar una sonrisa en el rostro de Michael.
—No quisiéramos ser una molestia para ti —agregó el castaño.
—Por favor Ashton —dijo el moreno dándole una mala mirada—. La chica ha dicho que podemos quedarnos, no declines la invitación de la amable y dulce chica.
El fue el primero en regresar y una vez estando frente a mí, me dio una sonrisa amable.
—Gracias por dejar a este grupo de vagabundos esperar en tu casa.
—De nada...
Detrás de él venía Michael. Él me murmuró un gracias y pasó una vez más a la sala. El chico de la perfecta cabellera tenía un claro rostro de cansancio, pero aún así me dio una tierna y amigable sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
𝗠𝗢𝗥𝗘 | ashton irwin
Fanfiction«𝘞𝘩𝘺 𝘥𝘰𝘦𝘴 𝘪𝘵 𝘧𝘦𝘦𝘭 𝘭𝘪𝘬𝘦 𝘸𝘦'𝘳𝘦 𝘮𝘪𝘴𝘴𝘪𝘯𝘨 𝘰𝘶𝘵?» ♦ Kaede parecía tener una vida normal y bastante rutinaria, una joven fotógrafa que había comenzado su vida de independenci...