Londres, Inglaterra.
Siguiente día en la noche.Hob había vuelto a casa luego de una larga y pesada clase llena de romanticismo, su corazón dolía, no podía dejar de pensar en Morfeo, el día anterior había sido cómo una tortura, tantas cosas en tan poco tiempo, demasiado contacto físico desde que ambos se empezaron a llamar "amigo". Y ahí estaba, sentado en su elegante pero antiguo sofá, viendo la televisión, antes le había dicho que la televisión era un gran y innovador invento pero en días cómo ese ver la pantalla era tan aburrido, no dejaba de picar números al azar cambiando de canal una y otra vez, a veces se detenía a ver las noticias y otras veces, no iba a mentir, se ponía a ver una que otra caricatura divertida, en ese momento lo que más necesitaba era algún programa cómico.
A su lado estaba Hades, durmiendo plácidamente tapado con una cobijita, no tenía mucho pelo. Los ojos de Hob empezaron a sentir cansancio, bostezo.
Alguien tocó el timbre, no era muy noche, tan solo eran las 08:30 p.m, se puso de pie cómo pudo y se dirigió a la entrada, ¿Quien podría ser?, ¿Un vendedor?, Se ilusionó pensando que podría ser Morfeo, pero eso sería demasiado pronto. Abrió la puerta sin preguntar ni asomarse por el ojillo, quizá no era demasiado pronto.-¿Que haces aquí? -Claro, esas no debieron ser sus mejores palabras, se hizo a un lado de inmediato y le invitó a pasar, Morfeo estaba ahí, había llegado, siendo iluminado, dibujado con la luz de la luna, tan elegante y hermoso cómo siempre.
Morfeo entró en la casa, volvió a hechar un vistazo en las decoraciones, sintió que había algo diferente.
-Perdón por no avisar que vendría.
-Ooh no, eso, eso solo fué un chiste, puedes venir a verme cuando quieras, de todas formas no pareces tener problemas para saber dónde estoy. -Cerró la puerta detrás de él.
-¿Cómo estás..?, Hob. -Una pregunta repentina.
-¿Yo?, Bien. -Dijo con una gran sonrisa fingida. -¿Que te trae por aquí?, ¿Tú estás bien..? -Se dirigió a la barra, sacó un vaso con hielos y lo llenó de whisky, lo necesitaba para el momento, le dió un largo trago incluso si eso quemó ligeramente su garganta por la intensidad del sabor de un buen whisky irlandés. Tenía que mantenerse bien despierto.
-Estoy bien. -Se fijó en Gadling, era raro verle beber así luego de tantos años.
Hob sonrió y se sentó en el pequeño sillón junto a la barra, dejó la botella sobre una mesita de vidrio y volvió a dar un largo trago, el eterno le siguió con la mirada.
-No creí que volverías, tan pronto. -Se recargó en el sillón, no estaba seguro de poder aguantar sus impulsos esa noche.
-Puedo irme.
-No, quédate por favor. -Sonó cómo una súplica.El señor del sueño se acercó silenciosamente, curioso miró detrás de la barra, viendo cada botella de alcohol, vaya qué tenía una buena colección, le sorprendió ver tantos vinos.
-¿Quieres beber? -Preguntó mientras llenaba su vaso con más Whisky. -Bueno, tú puedes seleccionar la botella que quieras.
Analizó con detalle, pero al final no tomó ninguna. -No gracias, estoy bien así.
El inmortal resopló. -Está bien, ¿conoces al Dios Dioniso? Dionysos. Es el Dios del vino, es un "libertador" mediante locura, éxtasis o el vino, algunos lo presentan cómo alguien quien adora las fiestas y beber, ¿Que clase de Dios eres tú? -Otro trago.Morfeo alzó ligeramente las cejas, una pregunta repentina, sabía que Hob no estaba borracho.
-No soy un Dios. -Fué claro.
-¿No..? Morfeo es un Dios y si tú eres Morfeo entonces eres un Dios. -Dejo el vaso sobre la mesa junto a la botella y se puso de pie, caminó hasta Morfeo y se detuvo frente a él, mirándolo, analizando sus facciones descaradamente. Una vez más se detuvo en sus labios.
-Soy un eterno, no soy un Dios, soy más que eso. -Colocó su mano sobre el hombro de Hob, intentando calmarlo, darle consuelo.
Gadling pasó saliva, atrapó a Morfeo contra la barra, colocando ambos brazos a sus costados, le miró los ojos, la nariz, trazando en su mente cada detalle de él.
-¿Más que un Dios..? -Le susurró contra el rostro.
-Tu aliento no es más que whisky. -Ni siquiera se movió.
El inmortal alzó una mano y le acarició la mejilla con suma delicadeza, con los nudillos acarició sus pómulos y con el dedo índice dibujo la figura de sus labios. El eterno suspiró con pesadez.
-Morfeo.. -Recargó su frente en la ajena deseoso de besarlo, luchaba con fuerza contra sus impulsos con tal de no hacerlo, no sin su permiso. -Te amo.. -Sonó cómo un hilo de voz.
-No. -Tan frío, tan ronco.
-¿No..?, Te he deseado todos estos años.
El señor del sueño desvió la mirada, Hob lo tomó cómo un rechazo, se apartó de él lentamente pero Morfeo le tomó de la mano sorpresivamente.
-Hob. Eres el único hombre (humano) al que pudo llamar amigo.
¿Y eso que se supone que significa?,, Su corazón se encogió de dolor, no quería que sus sentimientos arruinaran lo único que tenían.
-Y seré tu amigo hasta el fin de mi tiempo, Morfeo. -Miró sus manos, aún seguían unidas, prometer ser amigos tomados de la mano.
-Buenas noches, Hob Gadling. -Le soltó gentilmente -Me encargaré de que tengas dulces sueños.. -Se acercó y le dió un beso en la frente, Hob cerró los ojos y en tan solo un parpadea Morfeo ya no estaba.
-Maldito.. -Se dejó caer en el sillón, Hades llegó a consolarlo, curiosamente apenas había despertado de un lindo sueño.
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El sonido de sus alas
عاطفيةEl señor del sueño conoce a Hob Gadling por primera vez en una taberna en 1389, se narra su historia vista en la serie desde la perspectiva de Hob, después se narrará una historia inventada por mi de lo que me habría gustado ver luego de su encuentr...