Capítulo 27

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19 de noviembre

Después de una semana y media interminable de exámenes, por fin llego a casa tras terminar el último que me quedaba por hacer.

Veo mi cama y me emociono. ¡Voy a dormir!

Estoy muy cansada, tanto física como mentalmente. Pero lo que más echo de menos ahora mismo (a parte de las horas de sueño) es a Colin.

No es como si no nos hubiéramos visto en todo este tiempo, hemos estado todas las tardes y buena parte de las noches estudiando juntos en la biblioteca, pero lo máximo que hemos llegado a interactuar ha sido: ¿Te ha salido bien el examen? y ¿Cómo vas con el tema?, un par de besos al vernos y otros más al despedirnos.

Estoy deseando verlo y charlar un rato, o simplemente ver una peli abrazados.

Aunque... ha estado un poco raro. Abstraído, más bien. Cuando no estaba concentrado estudiando, siempre tenía la mirada perdida y la expresión vacía. Por el estrés y la presión que siempre conllevan los trimestrales, supongo.

Dejo de darle vueltas al asunto, metiéndome al baño para darme una ducha relajante bien merecida.

******

Me visto con ropa cómoda y reviso mi móvil, que hace rato sonó anunciando un mensaje.

Colin💙: Lo siento, Falditas, pero ya no puedo más.

Colin💙: Te quiero muchísimo. Recuérdalo siempre.

Me quedo observando la pantalla del móvil, completamente aturdida. No entiendo lo que quiere decirme.

Antes de que pueda llamarlo, aporrean la puerta de casa de una manera brutal. El sonido retumba fuertemente y no para hasta que bajo a abrir.

Jake está al otro lado, respirando pesadamente y temblando. Parece que le va a dar un ataque de nervios.

—¿Colin está aquí? —pregunta rápidamente, aturullado.

—¿Qué? No —esto me está pareciendo muy confuso. —Dime qué pasa porque no entiendo nada. Primero Colin me manda un mensaje rarísimo y ahora tú te presentas aquí tan alterado.

—¡¿Qué decía el mensaje?! —me agarra de los hombros, zarandeándome.

—¡Jake, para! —forcejeo.

—¡¿Qué decía?! —alza la voz, histérico. A mí empieza a contagiarme la preocupación.

—¡Que no aguantaba más! —le grito. Me ha puesto muy nerviosa. —Que lo sentía y que... —de repente, soy consciente de todo. —Que me quería mucho —susurro, notando como se me congela la sangre en las venas.

—¿Hace cuánto te lo ha mandado?

—Quince minutos... —sus ojos comienzan a enrojecer.

—Vamos —no soy dueña de mi cuerpo. Jake tiene que estirar de mí para que suba a su coche.

Conduce como un loco, cuadriplicando el límite de velocidad permitido, saltándose los semáforos y derrapando en las curvas.

Sentada en el asiento, noto como se me llenan los ojos de lágrimas.

—¿Tú crees que él...? —se me quiebra la voz y me veo incapaz de completar la frase. Soy incapaz de imaginarme que mi Colin haya podido hacer eso.

Tarda un poco en contestar, pero lo hace de manera firme y contundente.

—Sí.

Hiperventilo, notando como me va a dar algo de un momento a otro porque sé que Colin está solo.

Entre Libros y Apuntes [Wattys2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora