Un gemido de frustración se queda en mi garganta, ahora ocupada con la polla de Colin. Muevo las caderas sobre su cara, intentando que siga comiéndomelo, pero el idiota solo me vacila, apenas rozándome el clítoris con la lengua.
—Hijo de puta —lo insulto, chupando el glande en mi boca.
Su risa rebota en mi coño, haciendo que me remueva, desesperada. Quiero dejar de chupársela para darle de su propia medicina pero adoro su polla demasiado.
La puerta de casa suena, interrumpiéndonos.
—¡Joder! —brama al escuchar las voces de nuestra familia en la planta baja.
Siempre nos pasa igual, aprovechamos cualquier momento a solas para intentar tener algo de intimidad y siempre nos cortan el rollo.
—No hay manera de follar a gusto en esta casa —me levanto de su cabeza, tumbándome a su lado con un suspiro cansado por el fiasco.
Tres veces hemos intentado pasar más allá del sexo oral y tres veces que no lo hemos conseguido.
La erección de Colin me está llamando a gritos, suplicando por estar en mi interior. Mi coño gotea en respuesta. Joder, lo necesito tanto.
—Amor... —me empieza a besar el cuello. —¿Y si nos encerramos en el baño?
—¡Donna! —mamá me llama desde las escaleras.
—¿Ves? Ni aunque nos tiremos dos horas ahí dentro nos dejarían de interrumpir —salgo de la cama para vestirme. —Venga y échate agua fría, que tenemos que hacer las maletas para irnos mañana.
—Me debes muchos orgasmos —me coge la cara y me planta un beso antes de ponerse la ropa también.
—Mañana pienso follarte hasta dejarte seco —le guiño el ojo por encima del hombro para después salir de la habitación.
—Exclamó la princesa —lo escucho murmurar a mi espalda.
******
Al llegar a casa de mi tío, comienzo con mis artimañas de seducción. Se me ocurrió poner tan cachondo a Colin que no pudiera resistirse a empotrarme contra la pared y follarme hasta partirme en dos.
Llevo casi siete meses deseando sentirlo dentro de mí, ¿vale?
Después de dejar las cosas en la habitación que uso desde pequeña, lo obligo a bajar a la piscina.
Una vez allí, él se mete en el agua mientras que yo me quito la toalla que me cubría, quedándome en un bikini negro excesivamente pequeño. El sujetador consigue tapar lo justo, al igual que el tanga.
Me quedo en una tumbona junto al borde, tomando el sol. Al ver que Colin casi no me presta atención, me quito la parte de arriba con la excusa de que luego se queda la marca. En realidad es para ahorrarle la molestia de quitármelo dentro de un rato.
Cierro los ojos y me relajo, escuchando como él nada a mi lado. Me estaba quedando dormida cuando noto un rastro de humedad deslizándose por el centro de mis pechos.
—Mmmm... —gimoteo.
—¿De verdad estás jugando a coquetear conmigo? —besa primero uno de mis pezones y después el otro, el cual muerde.
—Nah. Estoy intentando ponerte tan duro que mañana no pueda sentir las piernas de la follada que me des.
—Ah, vale —sus besos se deslizan por mi ombligo hasta quitarme el tanga, descubriendo la creciente humedad de mi entrepierna.
Sin embargo, se aparta y se sienta en la tumbona junto a la mía, agarrando su cuaderno de dibujo. En los últimos meses se ha pasado las tardes pegado a él, dibujando cosas que no me deja ver.
ESTÁS LEYENDO
Entre Libros y Apuntes [Wattys2023]
Novela JuvenilSegundo de Bachillerato promete ser un curso normal y corriente como los demás, a excepción de que, en junio, será el examen de acceso a la universidad y Donna pretende bordarlo para poder irse a estudiar fuera del pueblucho en el que lleva viviendo...