Capítulo 28

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Acaricio el pelo de Colin suavemente, en silencio. Hace alrededor de media hora que se despertó, pero todavía no ha dicho ni una sola palabra. Ni siquiera ha echado un vistazo en mi dirección.

Simplemente está ahí, tumbado de lado con la mirada perdida.

He intentado hablar con él, hacerle saber que no está solo, sin embargo, se ha cerrado completamente.

Se ha cansado de fingir.

Y me duele. Me duele mucho que, en primer lugar, tuviera que hacerlo. Tener que esconder sus sentimientos y reemplazar cualquier emoción por una sonrisa debe haber sido una tortura para él.

No le presta atención a ninguno de los que entra a la habitación, solo reacciona un poco cuando mamá le abraza, aunque no le corresponde.

Un rato más tarde, una psiquiatra aparece y nos pide que salgamos de la habitación para hablar con Colin a solas.

Me siento en una de las sillas del pasillo a esperar. No pienso dejarlo solo, y mucho menos en su peor momento.

Veo a Jake y a Salma a unos metros.

Ambos se han quedado toda la noche junto a mí. Nunca había visto a mi amiga tan afectada por algo. Salma es un témpano de hielo y verla llorar tan abiertamente delante de otras personas me demuestra lo mucho que le importa Colin aunque siempre estén peleándose.

Jake la abraza y ella se esconde en su pecho. Él le da un beso en la frente y apoya la mejilla sobre su cabeza, mostrándose extrañamente tierno.

A saber lo que se traen estos dos entre manos.

******

La joven psiquiatra sale después de dos horas y se dirige a mí.

—¿Tú eres Donna? —asiento. —¿Podemos hablar sobre Colin?

—Sí, por supuesto —acepto rápidamente. Necesito cualquier consejo sobre cómo afrontar la situación.

Se sienta en la silla a mi lado.

—Colin tiene depresión —intento no llorar. Que lo diga una médica lo hace tan real que da miedo. —Y una muy fuerte. Sinceramente, en todos los años que llevo tratando esta enfermedad nunca había visto a alguien aguantar tanto tiempo como lo ha hecho él.

»Tiene muchos traumas, pero la raíz del problema son sus padres biológicos. No he querido profundizar mucho porque todavía es muy pronto y él necesita ir poco a poco, sin embargo, lo que me ha contado ha sido suficiente para afirmar que lleva desde que era un niño sufriendo maltrato psicológico. No puedo decirte nada sin su permiso, solo que necesita salir de ahí cuanto antes.

»Necesita terapia inmediatamente si no queremos que esto se repita. Me gustaría tratarlo yo, pero creo que es mejor que lo haga un psicólogo. Los psiquiatras recetamos pastillas en el 99% de los casos y, sinceramente, la mayoría de esas personas depende toda su vida de medicamentos para no recaer. Colin ni siquiera tiene 18 años, no puedo hacerle dependiente de unos antidepresivos para el resto de sus días. Mis principios me lo impiden —rebusca algo en los bolsillos de su bata y saca una tarjetita. —Esta psicóloga es amiga mía y muy buena, recomiendo que trate a Colin.

Se pone en pie y me da una mirada comprensiva.

—Ahora está completamente hundido y cerrado a cualquier cosa que no sea su propia tristeza. Va a estar muy irritable y te va a tratar mal, no te voy a engañar, pero ahora mismo te necesita más que a nadie. Sé que estas situaciones son muy difíciles, y muchas veces rompen la relación, pero eres uno de sus mayores apoyos. Yo no soy nadie para obligarte a que estés a su lado durante el proceso, sin embargo, sería recomendable —me aprieta el hombro con empatía antes de irse.

Entre Libros y Apuntes [Wattys2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora