Capítulo veinticinco: Nervios

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"Tienes que ser más inteligente cuando
se tratan de estos asuntos, Andrea.
No puedes dejarte llevar así, lo que quiero
decir es... solo cuídate mucho a partir de
ahora ¿De acuerdo? Y pórtate bien."

Atte. Miss Gina

Sabía que tenía razón, es más, se estaría mintiendo a sí misma si se lo negara... pero no pudo evitar que sus impulsos vencieran... supuso que eso a veces pasaba y simplemente arrugó la hoja de cuaderno para guardarla en uno de sus cajones.

Había estado mirándola por más de dos horas.























- Tuve un sueño extraño anoche. Rio su profesora mientras comía otra cucharada de su almuerzo.

- ¿En serio?

- Ajá... por cierto, gracias por quedarte a almorzar conmigo... es bueno verte comiendo de nuevo. Sonrió sinceramente Gina.

- Oh. Alargó el monosílabo la castaña por no saber que responder. - Sí... no... no se preocupe, no es nada. Sonrió de igual manera. - ¿De qué se trataba su sueño?

- Estabas tú en él. Tuvo que parar de hablar porque notó como su alumna tosía después de haber tomado un sorbo de su agua. - Andrea. Rio. - ¿Estás bien?

- Eh... sí, sí, claro. Fue contagiada por su risa ella. - ¿Qué más pasó?

- Es... fue como un sueño borroso, sólo recuerdo verte a ti y a no sé quién más en peligro... luego de la nada aparecimos en un lugar y. Se detuvo por no saber si contar lo siguiente... se puso en su lugar por un momento, ¿Cómo reaccionaría un alumno si su profesor le contará que soñó que estaba fumando o vapeando como se le decía en este caso?

- ¿Y qué pasó?

- No... nada. Pero sabía que negar algo frente a la castaña sólo iba a lograr intrigarla más y que hiciera más y más preguntas. - Creo que nos pasa a todos. Le restó importancia.

- ¿Cómo?

- Ya sabes... raro, como si algo dentro de él se sintiera mal y extraño.

- Claro. Tragó en seco al recordar las veces en las que levantó a su madre en la madrugada debido a sus pesadillas, inconscientemente su cuerpo tembló por un segundo, mas intentó no darle importancia. - En fin. Cambio de tema. - Pero ¿Cómo sabía que era yo?

- Eso es por dos razones. No pudo callarse al recordar la charla con su otra alumna el día anterior. - ¿No has tenido alguna vez algún sueño en donde no puedes ver la cara de esa persona, o la viste y no recuerdas pero luego te levantas con la certeza de que era tal persona?

- Creo que sí, una vez con mi abuela unos días después de que falleció. Su maestra notó como le brillaron los ojos cuando recordó a la mujer y al instante le sonrió débilmente. - Pero en ese caso soñar con ella fue algo lindo... usted dijo que este sueño fue como algo raro... como una pesadilla, ¿Pasaba algo malo en su sueño?

- Ayer por la tarde tuve una conversación con Christin, ella intentó decirme cosas malas de ti... Andrea no. La detuvo cuando la castaña se intentó levantar de su asiento. - Te estoy confiando esto... no me hagas arrepentirme.

- Tiene razón. Murmuró la alumna algo avergonzada volviendo a sentarse. - Lo siento.

- Me dijo que tú hiciste algo allá en Barrett... bueno, no exactamente en la escuela, pero fue gracias a ella que te adentraste en ello.

Los mejores meses de mi vida [Secuela After the bell rings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora