Capítulo veinte: La razón

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Miss Gina's pov


Aunque lo negara, lo intentaría y quizás, sólo quizás, lo lograría.

Habían pasado 2 días y entre Christin, los trabajos que les había asignado a mis alumnos y la semana de preparación para los juegos florales, no tenía tiempo para pensar... oh, claro, y eso sin contar las sesiones de reconstrucción psicológica con aquel grupo y contar con el hecho de que tendrían un chequeo el Viernes.


- Tendrá que ser para el mes próximo. Murmuré algo decepcionada y cansada mientras dejaba la carpeta con la información de los 10 sobre mi escritorio.


Un día agotador en la institución y el placer de recién haber podido llegar a casa, se mezclaron, pero no alivió mi malestar tanto como pensé que lo haría... irónico.

Salí de mi sala de estudio y mientras me servía una taza de café, me di cuenta de que sólo tenía 5 sesiones más para hacer todo bien antes de que finalizara Octubre.

5 Jueves, 15 horas... ya no podía fallar más.
























Thiago's pov


- Nos vemos. Me sonrió dejando un beso en mi mejilla, ni siquiera tuve tiempo para reaccionar y quise responderle, mas ya se estaba alejando.


El último mes definitivamente había sido una victoria para Fernanda y para mí... bueno, lo disfrutaría más si no le debiera un poema a miss Gina para los juegos florales de la próxima semana pero ¿Ya qué? Vale totalmente la pena cada verso.

En especial porque yo casi no escribí nada del poema.


- ¿Necesitas un babero, Thiago? Apareció la castaña frente a mí y sólo rodé los ojos.

- Mínimo un hola ¿No crees?

- Hola. Rio ella. - Te estaba buscando para entregarte esto... le puse lo que querías.

- Bien... gracias. Sonreí. - ¿Cuá-.

- Son 15 soles.

- ¡¿15?! La última vez dijiste 10.

- La situación con Castillo está fregada, hijito, estamos con inflación, la gasolina está cara y casi me roban allá en mi barrio donde se supone que ya todos los choros me conocen. Rio. - El pollo cómo ha subido que hace ya más de una semana que no como pollo.

- Que no comes pollo. Repetí burlón. - Tú ni comes oe. Reí. - Ya, ya, toma para que no jodas.

- Qué agradable hacer negocios contigo. Sonrió ella, sólo rodé los ojos. - Si algo sale mal, no hay reembolsos.

- Rata. Reí. - ¿Y? ¿Qué tal con tu mejor amiga?

- Ah... bastante bien, eh... de hecho, mañana vamos a ir a ver una película. Dijo sarcásticamente.

- ¿En serio?

- ¡No! Para nada, no hay forma, no la soporto... es molesta, irrespetuosa, grosera, mala, saboteadora, falsa, manipuladora, idi-.

- Okay, Andrea... ya entendí. La detuve entre risas. - Entonces ¿Cómo has hecho para aguantarla esta última semana?

- Dios me ha dado una paciencia que jamás hubiese imaginado que podía llegar a tener. Respondió sobándose la sien. - No, ¿Y sabes qué es lo peor de todo? Se inscribió en poesía coral... mierda, si perdemos estoy segura de que será por su culpa.

Los mejores meses de mi vida [Secuela After the bell rings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora