Capítulo veintiocho: Promissa

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"Querido diario...

Algunas imagenes no tan agradables azotaron mi mente por las noches durante lo que quedó de la semana, entre mis recuerdos borrosos estrujaba una frazada entre mis manos hasta el punto en el que me despertaba por el susto y aun podía notar mis nudillos levemente enblanquecidos... volvía a acostarme e intentar dormir, había sido sólo una pesadilla.

Eso pensé la primera noche, hasta que aquello se hizo recurrente, hasta ayer fue la primera noche en la que no soñé algo... pero siendo sincera, quizás el vodka en mi cabeza ayudó un poco a no recordar.

Tomé una siesta durante la tarde y me levanté hace unos... no lo sé, quizás 20 minutos, pero son las 8:30 PM así que posiblemente intente tomar chocolate caliente para tener sueño... eso sí, la resaca casi que me está matando así que con suerte amaneceré bien para mañana.

Aún no puedo creer lo que viví con esa niña en Starbucks la pasada semana... carajo, es sólo una niña y está viviendo todo esto... no lo merecía, en verdad espero que esté en donde esté... esté protegida y bien, por favor.

Como sea... con respecto al colegio, los últimos días han sido normales, más pacíficos desde que Christin se fue.

Y acerca de Halym... no tengo idea de ella, el último recuerdo que tengo de ella es las multiples veces que me empujó en la cancha de básquet o negó frente al árbitro las claras pisadas sobre mi tobillo, aún así, atesoro en mi corazón el momento en el que ganamos la final de básquet, después de todo, fue un lindo recuerdo.

No sé que vaya a pasar mañana... ah, mierda, es cierto que mañana es Lunes y hay clases.

Sí, sera mejor que me vaya a dormir pronto."


Terminó de escribir y colocó la libreta a un lado de su cama, lo peor para ella no era ver la hora y preocuparse por que sus horas de dormir se vieran afectadas... era el hecho de no tener sueño aún.

Cuando caminó hacia la cocina por una taza de chocolate caliente y tomó ésta entre sus manos... bebió un sorbo de ella algo temblorosa por el inesperado frío que sintieron sus pies al tocar el suelo de la cocina... era raro debido la calurosa temperatura de los días anteriores.

Ignoró todos sus pensamientos y decidió volver a acostarse... iba a necesitar un sueño largo después de todo.










- Paz y bien, chicos. Entró una sonriente miss Gina a su salón de clases y esa sonrisa simplemente aumentó cuando sus alumnos le devolvieron el saludo. - ¿Qué tal el fin de semana?

- Bien. Respondieron todos a una sola voz.

- Bien... esta es la última hora antes del recreo así que... les dejaré relajarse un poco, ¿Les agrada la idea? Además, tengo que terminar algunos trabajos y no tendré tiempo para hacer una breve introducción a la unidad que estaremos viendo el día de mañana. No terminó de hablar cuando ya todos había vuelto a sus asuntos... rio para ella misma y caminó a paso lento hacia el lugar que ocupaba Andrea al verla con la cabeza reposada sobre la carpeta. - En especial... porque mi TA aparentemente está dormida así que tendré que hacer todo el papeleo yo sola y no me dará tiempo. Se agachó un poco para que la escuchara y la castaña se levantó en el acto, tenía los ojos hinchados y el rostro algo pálido. - Andrea. Mencionó su tutora esta vez con preocupación. - ¿Te encuentras bien?

Los mejores meses de mi vida [Secuela After the bell rings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora