Perfectamente conectados

Capítulo 4: ¿Destino?

— Vaya, ¿qué es este ambiente tan tenso? —cuestionó Eimi.

De repente el semblante serio de la castaña se transformó en una sonrisa, bastante falsa, y extendió una mano hacia mí.

— Es bueno verte, felicidades por tu debut —tomé su mano, algo indeciso.

Todos se relajaron pero estoy consciente de que esa sonrisa es más falsa que el dos puntos y un paréntesis.

— Gracias —expresé.

— Jade —nombró a la rubia y fue hasta ella.

Por el abrazo que se dieron entendí la situación. Jade estaba al tanto de nuestra historia.

— Oigan, la reunión está al punto de comenzar —Nos avisa una mujer elegante.

Asentimos y somos guiados por ella. Yo trato de olvidar la presencia de la chica de cabellos castaños.

< ¡Ja! Como si eso fuese posible. >

Entramos a una gran sala de juntas y tomamos asientos. Puedo identificar al director, también hay un par de personas más.

Nos explican algunos detalles del contrato y que el guión puede estar sujetos a cambios a medida que avancemos en el proyecto. También que en tres días debíamos viajar a Chicago ya que ahí es donde filmaríamos la película.

El elenco principal se quedaría en una casa que tienen reservada para estos casos y muchos otros temas a los cuales mi mente no les prestó atención mientras procesaba la idea de tener a Alexa tan cerca durante tanto tiempo.

< Estás jodido. > Aseguró mi conciencia y le di la razón.

— ¿Alguna pregunta? —cuestionó el director de la película y negamos—. Perfecto, entonces nos vemos en una semana.

Vi a Alexa ponerse de pie, acomodándose aquel hermoso vestido, me fijé en la separación de sus pechos gracias a lo atrevido del escote, subí mi vista y sus ojos entrecerrados estaban sobre los míos.

¡¿En qué puto momento nos habíamos quedado solos?!

Se acercó a mí, a pasos firmes, y tragué en seco.

Se sentó sobre la mesa cruzando sus deliciosas y trabajas piernas, haciendo que aquel vestido la descubriera un poco.

— ¿Qu-qué pasa? —tartamudee.
¡Mierda! ¡Tartamudee!

— Hagamos un buen trabajo, Archer —dijo pausada y su voz hizo eco por todo mi cuerpo.

— Amm, si —Las palabras no querían salir de mi garganta.

— Hasta la próxima semana —bajó de la mesa y la vi alejarse, cerrando la puerta del salón de juntas, dejándome solo.

Dejé caer mi frente en la mesa y lloriquee.

— Realmente estoy jodido —murmuré derrotado.

Pov Alexa

Lo volví a ver, y mientras avanzaba hacia él no pude creer el cambio de aquel chico de hace cinco años.

Si, me dolía, volver a verlo me dolía más que nada.

— Bambi —Ese apodo que hace años no escuchaba llegó a mis oídos casi en un murmuro, trayendo tantos recuerdos a mí.

— Para ti, soy Henderson, Alexa Henderson —aclaré.

Al verle lo único de lo que pude asegurarme es que seguía doliendo la herida de hace tanto tiempo, pero..., ese amor que sentía ya lo daba por muerto.