Perfectamente conectados

Capítulo 38: La verdad

Pov Alexa

— ¿Mamá?

Al escuchar la dulce voz de mi hija me separo de los labios de Dylan con puro terror corriendo por mi sistema nervioso.

Mi niña, a solo un par de metros de distancia, nos observa con pura incredulidad en sus ojos.

Se supone que hoy mi amigo se la llevaría a su casa junto a Edgar, ¿entonces qué demonios...?

— Yaaa valioooo —comenta en un tono burlesco mi amigo y mánager quien al ver la tensión río nervioso—. Me voy —expresa retirándose.

— Mi estrella, esto no es... —intento justificarme pero soy interrumpida por ella.

— ¡Mami! ¡Estás engañando a papi! —acusa con sus ojos lagrimeando y mi corazón se parte.

Una puñalada hubiese dolido menos que verla llorando por un maldito malentendido.

¡Joder! Esto me pasa por no hablar a tiempo con ella. Debí explicarle todo mucho antes de aque esto ocurriese.

— No es así. Déjame exlipacarte por favor —pido.

— ¡No! ¡Ustedes dos! ¡Ustedes dos son malos! —grita y sale corriendo adentrándose a la mansión.

— ¡Espera! —intento ir a su lado pero la mano de Dylan toma la mía, deteniéndome—. ¡Suéltame! —grito desesperada—. ¡Todo esto es tu culpa! ¡Te odio! —Mis ojos se cristalizan y soy atraída a sus brazos.

— Sé que no es así —murmura y da palmaditas en mi cabeza. Yo me aferro a su torso y las lágrimas comienzan a salir.

— No va a querer verme —sollozo—. Mi niña me odia, ella...no
...

No quiero perderla.

— Tranquila, ¿recuerdas de quien estamos hablando? Gwen es la niña más fantástica y madura que he conocido, no te va a odiar, no podría.

Nos quedamos unos segundos más abrazados, yo sintiéndome segura y protegida.

Cuando logro calmarme levanto mi vista,  separándome un poco de su cuerpo, y él me da una pequeña sonrisa para luego acariciar mi mejilla.

— ¿Estás mejor? —pregunta y le sonrío triste.

— Lo estaré —aseguro y tomo mi móvil ddl bolsillo de mi pantalón, marcando un número.

Dan tres timbres y contestan.

— ¿Lex? ¿Que ocurre?

— Te necesito Kail, ¿puedes venir a la mansión?

(...)

— Mi amor —Kail toca a la puerta de la habitación que comparto con mi hija—. Vamos, tenemos que hablar —pide.

— ¡No! —grita ella desde dentro—. ¡Mami es mala! No puedo verte.

Y lamentablemente se porque no quería ver a Kail tampoco.

A pesar de todo y de lo que ella cree que hice "mal" me quiere proteger y no decirle a Kail. Su culpabilidad por mentirle sería peor.

— Por favor mi estrella, necesitamos hablar contigo —pido.

— ¡Váyanse!

De repente Dylan aparta a Kail y golpea con fuerza la puerta.

— Oye, Bicho terco, tu mamá y Kail no están juntos, no son novios, tu mamá no ha hecho nada malo ni yo tampoco. Deja de lado la terquedad que sacaste de tu madre y compórtate como la niña responsable que me roba chocolates —Se queja.

Ruedo los ojos.

< Siempre tan sutil. >

Realmente no puedo replicar ue me haya dicho terca, sería mentirme a mí misma, por lo que decido callar.

De repente la puerta se abre un poco y se asoma. Sus ojitos confundidos y llorosos nos observan a los tres.

— ¿Entonces mamá no te traicionó? —pregunta y Kail niega con la cabeza rapidamente.

De un momento a otro abrió la puerta y se cruzó de brazos, inflando sus mejillas y mirándonos molesta.

— ¡Explíquense! —exige.

— ¡Mierda! Da miedo lo mucho que se parece a ti —Se queja Dylan y rio ante esto.

Inflo mi pecho con orgullo.

< Esa es mi hija. >

Quince minutos después los tres adultos estamos sentados en su cama con la niña frente a nosotros comiendo una barrita de chocolate y mirándonos de mala manera mientras un Dylan molesto acaba de darse cuenta que su escondite de chocolate fue descubierto y saqueado y yo estoy con mi corazón en la boca aguardando por su reacción al igual que Kail.

— Entonces...—Nos obserba a detalle—. Mami y papi no están juntos desde hace rato porque abuelo es malo y separó a Dylan y mami hace cinco años, Dylan es mi papi real y ahora ellos están juntos y se llevan bien, a papi no le molesta esto y está saliendo con alguien más, así que todos felices —resume y entre lps tres nos miramos por unos breves segundos de pausa dramática.

— Ajá —asentimos al unísono y ella da un largo suspiro.

— Lo siento —dice y se pone de pie sobre el colchón y nos abraza a Dylan a mí—. No quería decirles malos.

Sonrío ante esto y Dylan también.

Se separa de nosotros y él acaricia su cabello.

— Entonces, bichito, ¿está bien que salga con tu mamá y que sea tu papá?

Ella extiende su manita hacia adelante con la palma hacia arriba.

— Mi paga.

Él rueda los ojos y saca de su bolsillo una barrita de chocolate dorada, dándoselo y ella lo guarda bajo su almohada para después regresar a él y que ambos se tomaran de las manos en un saludo formal.

Los observo con incredulidad. Se ve que ambos comparten los mismos genes.

Y que ella se lo está tomando bastante bien.

— Mi estrella —Sus ojitos oscuros deparan en mí—. ¿Que opinas de tener dos papás?

Se encoge de hombros.

— Que voy a tener dos mesadas.

Dylan se hecha a reír y Kail casi se ahoga con un juguito que bebía cuando se comenzó a carcajear.

— Serás tonto, ¡te vas a ahogar! —Me quejo dándole palmaditas en la espalda a Kail y este aun ríe.

— Era de esperarse —murmura él y niego con la cabeza.

— Pero papi no me dejará, ¿verdad? —Le pregunta a Kail yendo hasta él y lo abraza.

Observo a Dylan quien se ve triste y tomo su msno, dandole un apretón y él me sonríe.

Pero sé que esa sonrisa es falsa, sé lo que anhela, pero para ello aun falta.

— Claro que no mi amor —Kail la abraza—. Siempre serás mi pequeña.

Ella le sonríe y besa su mejilla.

Por lo menos ahora mi hija ya sabía la verdad.

Ya no hay más inconvenientes en nuestro camino.

O por lo menos eso pensé.

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¿Les gustó el capítulo?

Recuerden que Gwen puede ser madura pero sigue siendo una niña

¿Teorías?

Me duele el corazoncito por Dylan, aun tienen mucho trabajo que hacer con Gwen

¿Con quien creen que Kail esté saliendo? ¿O será cierto que está viendo a alguien? Opiniones.

Nos leemos el lunes