EN OTRA VIDA || Billy Hargrove

-17-

-¿Por qué irían al cementerio?

-Ni idea mamá, dicen que tenemos que cerrar bien el año – me apoyé en el mesón de la cocina.

-¿Irán al cementerio abandonado?

-¿Cementerio abandonado? – la miré extrañada.

-Hace años, cuando eras pequeña movieron el cementerio – siguió preparando la merienda – Pasaron a los difuntos al cementerio nuevo y el otro quedó abandonado, es el que está cerca al bosque – explicó.

En ese momento me arrepentí de ir, quería decirle a mamá que deje lo que hacía pero ya estaba por acabar de preparar algunos sándwiches para no tener hambre, aunque lo último que podría pensar es el comer en medio de un cementerio abandonado.

-Eli, la puerta

Salí de mi trance volviendo a escuchar el timbre, fui a la puerta jugando con mis manos, al abrirlo él estaba ahí, de pie con una sonrisa coqueta, hice una mueca dejando que pase.

-¡Mamá, Billy llegó!

Grité caminando a la cocina seguida por el chico, este no dijo nada en el pequeño recorrido, mamá dejó lo que preparó en una pequeña mochila, junto a unas botellas de agua y jugo.

-Buenas tardes señora Henderson

-Buenas tardes querido, cuida de Eli por favor – sonrió.

-Lo haré, la traeré sana y salva – devolvió la sonrisa.

-Eso espero, no lleguen tarde

-Bueno, ya nos vamos mamá – interrumpí cargando mi mochila.

-Lleva un abrigo – sacó algunos vegetales – No se olviden merendar

-Si mamá, te amo – corrí a besar su mejilla – Hasta luego

-Hasta luego señora Henderson

-Hasta luego, con cuidado

Jalé a Billy a la salida, tomé mi chaqueta del perchero para salir de casa, fuimos al camaro del rubio, subimos y este aceleró al punto de encuentro.

-¿Qué es lo que llevas en la mochila?

-Agua, jugo, sándwiches y un pequeño botiquín – enumeré con mis dedos.

-¿En serio? – soltó una carcajada – No vamos de campamento, Nena. No necesitamos nada de eso

-Espero que recuerdes tus palabras cuando tengas sed, hambre o te hayas lastimado – lo miré mal.

Puse algo de música en la radio del camaro, sonaba Back in Black de ACDC a lo que subí el volumen, el chico me miró de reojo a lo que correspondí.

-¿qué pasó?

-No sabía que te gustaba ese tipo de música – giró en una esquina.

-Escucho de todo un poco – saqué una botella de agua a lo que di un sorbo.

Pasamos unos minutos en el cámaro hasta que nos detuvimos en una plaza, ahí estaba Steve apoyado en su auto, Tommy, Carol, Tina y unos chicos del equipo.

-Ya se estaban tardando ¿Qué hacían tortolos? – comentó en burla.

-Nada que te interese Tommy

Pasé por un lado caminando en dirección a Steve, choqué puños con este para luego mirar a Billy, su expresión de pocos amigos me bastó para regresar con él, no dijo nada y solo me apoyé a su lado dejando mi brazo enlazado con el suyo.

-Bien, tenemos dos opciones – quedó en medio – Ir al cementerio nuevo, que es lo más aburrido del mundo o ir al cementerio abandonado junto al bosque.