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Maratón 3/3

-¡Los últimos cinco minutos señoras y señores! ¡¿Quién ganará este partido?! ¡¿La Secundaria Hawkins o la Secundaria Morrow?! ¡¿Los tigres o los halcones?!

El marcador estaba parejo, el equipo estaba concentrado atacando a diestra y siniestra, Billy y Steve estaban de cabeza haciendo su jugada, por lo menos trabajaban en equipo, por unos minutos pero lo hacían.

-¡Chicas, a la formación!

We are the best

Aplaudimos dos veces sin dejar de sonreír.

Of all the rest

Aplaudimos con posición recta sin dejar de mirar el juego.

We are the B, E, S, T

Of all the R, E, S, T

Al deletrear las palabras, copiábamos las letras con nuestros brazos en conjunto con nuestras compañeras.

Not 5 not 4 not 3 not 2, number one

Aplaudimos dos veces.

Number one

Faltaba menos de un minuto para el termino del juego, estaba impaciente con las uñas pegadas a mis palmas.

-¡Corre Billy! ¡Corre!

Grité al verlo con el balón, este se acercaba a anotar el último punto, cuando se vio interrumpido por dos del equipo contrario lo lanzó. Uno, dos segundos de silencio cuando anotó, el último punto.

-¡La secundaria Hawkins pasa a semifinales!

Corrí a festejar con Steve pero unos brazos me detuvieron haciéndome girar, dejé mis manos sobre los hombros del chico.

-Debo festejar con mi novia – susurro cerca a la chica.

-Lo hiciste bien, felicidades – sonreí.

-¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!

Vi a mi alrededor ganando la mirada del resto del equipo y otros que miraban sonriendo y gritando, el rubio acomodó mi cuerpo dejando mis piernas en su cintura, sentí como su brazo en mi espalda baja y otra en mi pierna.

-No seas tímida

-Ay cállate

Agarré su rostro entre mis manos dejando un suave beso en sus labios, escuché como gritaban festejando, me separé del chico que miraba con una sonrisa.

-¡Regresemos a festejar! – gritó Tommy.

-Iré a felicitar a Steve – di golpecitos en sus brazos – Bájame.

-Nada de Steve – bajó a la chica – Vamos

-Quiero ir con Steve – no me moví.

-Lo verás en el bus, vamos


Como dijo, encontré a Steve en el bus, este hablaba animadamente con una chica, cuando me vio subí mis pulgares mostrando una sonrisa.

-¡Fiesta en mi casa!

Hice una mueca al escuchar a Tommy, no tenía ganas de ir a ninguna fiesta, solo quería estar en mi camita y dormir hasta quedar en coma.

-¿Me llevas? – miré al chico.

EN OTRA VIDA || Billy Hargrove Donde viven las historias. Descúbrelo ahora