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Dolor.

El dolor de la pequeña Ce se transmitía a nosotros mediante sus gritos, tenía una cosa dentro de su pierna que se removía buscándose paso.

-Sigan hablando, manténgala despierta

Vimos como Jonathan se iba corriendo a lo que seguimos manteniendo despierta a la pequeña, no pasó mucho cuando la acomodamos para dejar su pierna en exhibición.

-¿Sabes? De hecho, no se ve tan mal. La portera de mi equipo de futbol… Otra chica se barrió en su pierna y un hueso se salió de su rodilla, como quince centímetros, fue una locura – explicó con una sonrisa nerviosa.

-Robin – llamó.

-No estás ayudando – miré a la chica.

-Perdón

En ese momento llegó Jonathan con una cuchillo en la mano, se detuvo frente al pie de la menor dando indicaciones.

-Okey. Oye, Once, esto va a doler mucho ¿okey?

-Si

-Pero quédate quieta

-Toma, vas a querer morder esto ¿está bien? Es para el dolor

-Está bien

-Muerde

El chico acercó el cuchillo a la zona, este lo pensó unos segundos hasta que nos devolvió la mirada.

-¡Hazlo!

Grité y este se armó de valor, acercó el cuchillo y fue cortando, a lo que me hice para atrás al ver tal escena.

-¡Tú puedes!

-¡Jonathan!

-Espera, no hables

El chico tenía sus dedos dentro de la pantorrilla de la menor, este trataba de buscar lo que se metió en ella.

-¡Alto! ¡Basta! No puedo hacerlo – sollozó – Puedo hacerlo

La menor con uso de sus poderes trato de sacar al bicho que se había metido, entre gritos de su parte vimos como hacía presión de sus poderes.

Los vidrios de las vitrinas de las tiendas explotaron a lo que hice a un lado a mi hermano y a la pequeña pelirroja.

El bicho salió volando y trato de huir, todo estaba en silencio hasta que escuchamos una fuerte pisada hasta que los vimos.

-Gracias al cielo

Era el Jefe, la señora Byers y un sujeto con el cabello largo hasta casi los hombros pero calvo en la frente.

Todos nos movimos al centro cerca a la pileta a explicar lo que pasó, iba en medio de mi hermano y la pelirroja a lo que dejé mis manos sobre las de ellos.

-El Desuellamentes construyó este monstruo en Hawkins, para detener a Once, para matarla y tener un camino a nuestro mundo – explicó.

-Y casi lo logra, eso fue una pequeña parte de él

-¿Qué tan grande es esta cosa?

-Es enorme

-Gigante, horrible, se veía viscoso – expliqué haciendo una mueca.

-Si, al menos nueve metros

-Y destruyó su cabaña… lo siento

-Entonces, solo para dejarlo claro, esta araña enorme de carne que lastimó a Once… ¿es una especie de arma?

-Si

-Sabes, no puedo dejar de mirar tu ojo enorme por la hinchazón y el color rojizo que tiene – miré a mi amigo.

EN OTRA VIDA || Billy Hargrove Donde viven las historias. Descúbrelo ahora