EN OTRA VIDA || Billy Hargrove

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-¿Te quedarás en cama un fin de semana?

Levanté la mirada del libro a ver a mamá, ella estaba bajo el marco de la puerta con las manos en la cintura mostrando una sonrisa divertida.

-No tengo planes

Dejé el libro a un lado al ver que mamá entraba y se sentaba a la orilla de la cama.

-Encontré a los padres de Barb en el super, dijeron que la escuela dará una ceremonia en memoria de Barb y luego será el entierro

Asentí soltando un leve suspiro, me acerqué a mamá a abrazarla dejando que soltase lo que llevaba dentro, las cosas se complicaron cuando papá se fue sin dejar rastro, ella solo decía que el enojo se le iba a pasar pero lo dudaba, y lo peor, es que temía que me quiera llevar con él, que reclame la tutela y me aleje de mi pequeña familia.

-Ma… si papá quisiera reclamar mi tutela ¿Se la darías?

Me alejé de ella para observar su rostro, ella soltó una risa de burla mientras tomaba mi rostro entre sus manos.

-No dejaría que te aleje de mí, soy tu madre sea de sangre o no – sonrió – Eres mi pequeño angelito

Sonreí.

-No lo digas tan fuerte que Dustin se pone celoso – me burlé.

Ella soltó una carcajada mientras negaba con la cabeza, a los pocos segundos abandonó mi pieza.

Me quedé unos minutos mirando al techo luego de volver a tumbarme sobre la cama, no tenía mucho por hacer, tarea no era una opción, quizá ir por helado o hacer algo divertido pero no había absolutamente nada, o eso creía.

-¿Estás en medio de un viaje astral?

Giré mi cabeza al escucharlo a un lado, el chico se encontraba con una ligera sonrisa. Negué levemente viendo como se acercaba, se acomodó en la silla del escritorio.

-¿Quién te dejó entrar?

-Tu mamá, dijo que estabas sin planes hoy – se burló.

-¡Ay! Cállate

Lancé una almohada directo a su rostro pero el contrario solo lo atrapó para luego dejarlo en su espalda.

-¿Vamos a comer algo?

Negué.

-Tengo tanta flojera que no puedo moverme de la cama – me escusé.

-¿Estás en tus días? – hizo una mueca.

-¿Mis días…?

Hice una mueca al saltar de mi cama y correr a ver el calendario, sin duda era eso, solté un bufido corriendo al baño a encerrarme.

Revisé que todo estuviera en orden cuando noté que no, solté un bufido acercándome a la puerta y sacar mi cabeza por un pequeño lado.

-¿Puedes salir y cerrar unos minutos?

-Creo que soy adivino, debes pagarme por la advertencia

Al ver como salía y cerraba la puerta salí corriendo a buscar un cambio, corrí de un lado a otro hasta que terminé de cambiarme, me lavé las manos y salí luego de dejar la ropa en el cesto.

-Esto es horrible

Murmuré saliendo de la habitación, caminé por el pasillo a llegar a la sala, busqué a mi amigo con la mirada cuando solo encontré a mamá preparando te.

-¿Y Steve? – pregunté.

-Dijo que iría por unas películas – sonrió – Ese chico es lindo y educado