Han pasado más de dos semanas desde la fiesta y mis días aquí son muy diferentes, lo que sufría allá, aquí está prohibido, todos me tratan bien, incluso ya tengo amigos y aunque mis días son más duros por el horario que tengo, no me quejo. Entreno con Joel de 6 a 8.a.m. Después voy al instituto de 9 a 3 p.m. y Saliendo del instituto tengo de nuevo entrenamiento con mi maestro de defensa personal Raúl.
— Buenas tardes, jóvenes. Hoy tendremos clase de combate cuerpo a cuerpo sin el bastón — dice Raúl — será un enfrentamiento sencillo, él primero que caiga será quien pierda. Ya saben sin golpes bajos, está prohibido. Vamos, vengan a sacar su rival. — Raúl saca una caja con papelitos y todos vamos a agarrar uno.
Lo abro y me tocó el número 2
— Bien, ya todos tienen uno — levanta la caja
— No, espere, falto yo — grita desde atrás un chico de cabello café y piel bronceada corriendo, se le hizo tarde de nuevo, a él siempre lo veo llegar tarde.
— Emilio, otra vez
— Lo siento — se disculpa tomando el papelito
— Bien. ¿Quién tiene el uno? — pregunta y dos jóvenes levantan la mano — vengan para acá — los lleva al frente de todos repitiendo las instrucciones a ambos. Aceptan y se ponen en posición de combate — Listos — asienten los dos — Empiecen
Ambos jóvenes empiezan a pelear, lanzándose golpes entre ambos, mientras igual detienen los golpes. Sin embargo, puedo notar qué el chico de cabello negro se mueve más rápido, logrando golpear a su oponente que cae al suelo.
— Suficiente Jack, has ganado. — interviene Raúl ayudando al joven a levantarse.
Jack, lo he visto un par de veces, siempre entrena hasta tarde y nunca en ningún entrenamiento con el bastón lo he visto caer. Tiene un gran manejo de el, pero ahora veo que igual es bueno en peleas de cuerpo a cuerpo.
— Quien tiene el número dos — Levanto mi mano y busco con la mirada a mi oponente, que es...
— Emilio, Aadya acérquese — Voy al frente junto con Emilio y nos colocamos frente a frente
— Un placer Emilio — estira su mano en forma de saludo
— Aadya — le regreso el saludo
— Bien, ya saben, no golpes bajos y el primero que caiga pierde ¿Entendido? — nos mira a ambos
— Si — contestamos al unísono
— Bien. Empiecen
Nos colocamos en posición de combate y Emilio se adelanta Lanzándome un derechazo que esquivo con facilidad, es lento, pero todos sus ataques que me lanza son coordinados. Lo observo y cuando me lanza otro golpe lo detengo, enredó pie con el suyo y lo tiro.
— Woo — Suspira Emilio en el suelo
— Estás bien — estiro mi mano para ayudarlo y la toma
— Cásate conmigo
— Olvídalo — lo ayudo a levantarse
— Quiero inténtalo de nuevo. Te lancé muchos golpes, pero tú con uno y “pas” caí al suelo
— Es obvio, es la hermana de Joel, la entrena como si no hubiera un mañana — interrumpe Jack serio
— ¿En serio?
— Sí.
— ¡Increíble! Con más razón quiero intentarlo.
— chicos si van a pelear de nuevo vayan por allá tengo que ver la destreza de los demás
ESTÁS LEYENDO
El Deseo de la Luna
FantasyDesde que tengo memoria, mi mirada siempre se a fijado en la luna y con lágrimas le ruego una y otra vez que me saque de aquí. Que me saque de está manada, de está manada que lo único que hace es hacerme sentir mal y patética. Por mucho tiempo he...