Por otro lado.
Susan, al enterarse por su padre que el híbrido estaba en sus futuras tierras, sonrió llena de maldad y sin perder tiempo partió de nuevo hacia la manada.
La amenaza de su padre le era indiferente a Susan, porque si una vez logro engañarlo con su inocencia, esta vez lo podría hacer de nuevo. Ella es una mujer vengativa y muy despiadada, tiene odio en su corazón por algo que sucedió hace siglos.
Y lo que pasa es que su odio de ella creció porque amaba perdidamente a un lobo atractivo, simpático, querido por muchos, quería tenerlo, pero nunca espero que ese lobo la rechazara sin dudarlo, todas las veces que en secreto se le insinuaba.
Ella se sentía menos preciada e indignada, quería tenerlo, pero él nunca la acepto y cuando conoció la razón de su rechazo enloqueció.
El Lobo ya tenía mate y dueña de su ser, pero al saber que era su propia hermana su corazón se llenó de rabia, sin embargo, lo que desató esa rabia fue que a lo largo de su vida lograrán con seguir un bebé, eso era imposible y en todo caso de que naciera ese bebé seria como ella, o sería Vampiro o licántropo.
No podía ser ambos porque ella solo nació con el gen de su madre que murió al darla a luz. Siendo encargada así a su padre Ziro que la crio en secreto, nadie absolutamente nadie sabe que es hija de Ziro a excepción de sus hermanos, Susan creció escondiendo su nacimiento y su familia de todos siendo tachada en su infancia como la refugiada, eso, igual era un recuerdo doloroso para ella, pero al saber que su hermana no quería ocultar a su hijo fuera lo que fuera, su dolor de Susan se convirtió en odio y más cuando se confirmó que será un híbrido auténtico.
No solo su hermana le había destruido su vida y quitado al hombre que amaba, sino que su hijo le quitaría el trono de poder haber sido el sobrenatural más fuerte que haya existido.
Eso fue lo que desató todo su rabia, llegando a delatar el refugio donde estaban, provocando que su hermana y su esposo murieran protegiendo a la escoria de su hijo, así es como ella le llama.
— Zack, Tom — llama Susan a sus guardias que siempre andan con ella.
— Sí. — dicen al Unísono saliendo de su escondite
— Ustedes se quedarán y vigilarán a Henry ¿Entendiendo?
— Si —
— Jerry — llama a su último guardia que igual sale de su escondite — Tú vendrás conmigo, tenemos que investigar donde se encuentra la escoria que mi hermana parió — Jerry asiente siguiendo a Susan mientras los otros dos se quedan vigilando.
Susan llegó a la manada y todos los que la vieron la saludaron como debían, llegó a la casa del Alfa e Inna la recibió como era.
— Bienvenida Luna — dijo Inna haciendo una pequeña reverencia
— Hola Inna ¿y mi prometido?
— El Alfa no está Luna salió por cuatro días —
— ¿Desde cuándo se fue?
— ayer en la noche Luna
— ¿El beta?
— Aún no llega
— ¿Cuándo regresará él?
— Lo siento Luna, no lo sé —respondio Inna y Susan sonríe. Sin el Alfa ni el beta podría hacer lo que quisiera y más porque todos sabían que era futura Luna de las manadas.
— No te preocupes Inna, por favor manda a traer al jefe de que entrena a los jóvenes.
— Si Luna. — Inna asiente y sale a buscar Raúl, mientras que Susan entra al despacho del Alfa pensando en como encontrar al híbrido antes de que Sebastián regrese, piensa y toma en cuenta todo lo que lo podría delatar.
Tocan la puerta un par de veces interrumpiendo sus pensamientos.
— Adelante
— Me mando a llamar Luna — entra Raúl al despacho
— Sí. — se levanta — Dime Raúl tú entrenas a los jóvenes
— Así es de 8 a 17 años
— Y dime, has visto ¿que uno destaque más?
—… No todos han ganado y perdido en combate
— ¿Cuántos chicos de 15 a 16 años tienes?
— Unos 30 Luna
— De ellos uno que destaque
— Lo siento Luna, pero todos son buenos
— Bien, — Susan se levanta — Quiero verlos a todos en una hora formados en el campo de entrenamiento
— Luna... eso es imposible, hay chicos que no están ahora mismo.
— Entonces a ellos los veré en la noche, así que diles a todos que quiero ver a los jóvenes.
— Como ordene — respondió Raúl y salió del despacho.
Mando a llamar a los jóvenes que estaban y los reunió en el campo de entrenamiento, realmente eran la mayoría, solo faltaba su hijo, Jack, Aadya, Víctor, Jonathan y Haro. Los cuales tenían la cualidad que la Luna estaba buscando. Todos ellos destacaban y mucho, pero si tuviera que elegir a uno de ellos la respuesta era eminente, Aadya maneja un tipo de fuerza sorprendente y cada día que pasa su habilidad aumenta, pero no quería delatarla, hasta saber por qué está buscando a alguien sobresaliente.
Susan fue al campo de entrenamiento a observar con determinación a todos los jóvenes, pero nadie sobresalía a simple vista.
— Jerry — Llamo a su guardia que llegó a ella rápido sorprendiendo a Raúl — ponlos aprueba, pero recuerda que no los puedes matar
— Como ordene — Raúl quedó en shock al oír a la Susan hablar ¿En verdad los va a hacer pelear con un Vampiro? Además, ¿por qué trae un Vampiro con ella?
— Luna, no puede hacer eso — interfiere Raúl en su decisión
— ¿Por qué no?
— Ellos aún no están listos para atacar a un Vampiro
— ¿Y qué no oíste lo que dije?. No los va a matar, solo los pondrá a prueba
— Aun así, Luna, hablar y ayudar a un Vampiro está prohibido y se paga con azotes
— ¿Estás cuestionando mi autoridad?
— No me atrevería Luna.
— Entonces no te metas y cuida que no los mate, porque a Jerry a veces se le suele ir la mano. — Amenaza Susan y se aleja para tener una mejor vista de los jóvenes al defenderse de una muerte casi segura.
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El Deseo de la Luna
FantasyDesde que tengo memoria, mi mirada siempre se a fijado en la luna y con lágrimas le ruego una y otra vez que me saque de aquí. Que me saque de está manada, de está manada que lo único que hace es hacerme sentir mal y patética. Por mucho tiempo he...