cap 74

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Aadya

Jack se lanzó primero a mi molesto, golpeando sin parar mi bastón con fuerza, dando golpe tras golpe, mientras que yo solo me dedique a detener todos y cada uno de ellos sin contraatacar.

— ¡Defiéndete! — grito molesto y cansado. Su sudor ya se notaba, escurría por su frente y bajaba hasta su barbilla cayendo al final al suelo. — ¡Para qué.. Para qué pides un combate, sino... ¡Si no vas a pelear como se debe!! — Grito logrando quitarme mi bastón de mis manos lanzándolo lejos. Soltó igual su bastón y se lanzó a mí cayendo los dos al suelo — Tú... ¡Tú tienes una idea!…“Sniff”. Me he esforzado tanto. — dice con voz cortada

— Lo sé

— ¡No! ¡No lo sabes! ¡Fui un cobarde! — Grito dejando caer sus lágrimas sobre mi playera

— Jack...

— ”Sniff”.... Te deje... Te deje incluso sola cuando Henry te regaño.

— ¿Regañar? Por la luna, Henry no sabe
regañar, además fue mi idea

— Y mi decisión fue seguirte — dice por fin viéndome a los ojos. Se sienta cubriendo su rostro en sus rodillas. Hago lo mismo pero del lado contrario recargando mi espalda con la suya

— Los dos nos equivocamos y tomamos la decisión equivocada, que por desgracia igual afecto a Emilio.

— Sí. Lo noté en la mañana — ahora se recarga Jack sobre mí.

— ¿cómo lo notaste?

— me tocó combatir contra él y me venció en todos los sentidos, pero lo que lo delató fue que su expresión no era la misma. Emilio nunca está serio y hoy parecía un cubo de hielo, incluso llegó temprano.

— Tenemos que hacer algo Jack. Lo hemos lastimado.

— Lo sé. ¿Pero qué podemos hacer? ¿Ir a disculparnos? ¿Y después?

— Podemos… Jalarlo de la oreja

— ¿Estás bromeando?

—Sí. Pero  también podemos ser sinceros con él y decirle que no equivocamos. Junto con un pastel

— ¿Pastel?

— Sí. Puede que le guste

— ¿De dónde vamos a sacar un pastel Aadya?

— mmm... pues... la verdad no lo se déjame pensar quien puede cocinar un pastel gratis......... ¡Oh! ¡Ya sé! — me levanto rápido para empezar a caminar —

— Es-Espera, ¿adónde vas? — se levanta rápido para alcanzarme

— Vamos a casa del Alfa

— ¿Del Alfa? ¿Estás bromeando?

— No, es en serio —

— Aadya el hecho de que tu hermano sea el beta de esta manada, no quiere decir que el Alfa tenga que cumplir tus caprichos porque tu hermano no está.

— Esto no es un capricho. Además, él no lo hará, solo tiene decirle a Inna que lo cocine y ya.

— Lo dices tan fácil

— Bueno, tampoco es tan difícil decirle que nos ayude a recuperar a un amigo. Además, él no hará nada.

— Bueno, pues estoy seguro de que nos diera que no.

— ¿Le has pedido un favor alguna vez?

— No.

— Ahí está, entonces no puedes decir que nos rechazara.

El Deseo de la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora