CAP 61

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Emilio

— porque ese día Aadya se estaba transformando y el alfa la estaba buscando, sin embargo, no puede saber que ella es...— me callo al instante que iba a decir híbrido, ya que recuerdo que nadie más que nosotros y su familia de Aadya sabe que ella es el Híbrido que buscan. — Olvídalo — suelto, pero Henry me mira fijamente

— ¿Ella que es Emilio?

— Lo siento. No puedo decirlo. Si quieres saberlo ella te lo tiene que decir, no yo.

— ¡¿Y como si no ha venido a verme?!

— a mí tampoco me habla, no puedo ayudarte y Jack menos porque no tiene el valor de verla.

— De acuerdo — lleva su mano derecha a su rostro tallando su frente estresado. Vuelve a cruzar el río y saca una bolsa con comida detrás de un árbol — Puedes llevarle esto en la noche.— cruza de nuevo el río y me da la bolsa — y puedes ponerle por favor esta nota — me da una nota que dice “Necesitamos hablar. Henry” la nota es sencilla y es lo único que dice.

— No te preocupes yo se la doy

— Gracias y… en caso de que no venga a verme mañana, ¿puedes hacerme un favor?

— Claro dime.

— Necesito que la vigiles y me digas adónde va a estas horas para así yo... poder verla.

—… De acuerdo yo... mañana veré qué hace y te digo a donde va.

— Gracias — dice de nuevo. Asiento y doy media vuelta regresando a la manada con la comida. Llegó hasta su casa, tocó un par de veces, pero al ver qué no me abre dejo la comida en su puerta con la nota esperando que la lea.

Aadya

Me encuentro golpeando un árbol con las manos desnudas. Ha pasado una semana y unos días desde que me disculpé con Jack. Decidí esa noche que no volvería actuar imprudente, así que lo único que he hecho es entrenar hasta el otro extremo de la manada, dónde nadie me viera.

Este lado del terreno de la manada solo hay árboles, he caminado por mucho tiempo, pero no hay nada por aquí, pensé que habría un río o algo así como el otro lado, pero no hay nada, solo árboles y más árboles. Es un lugar solitario y en todo este tiempo que he venido aquí no he visto que vengan para acá. Así que se volvió un lugar perfecto para entrenar.

Todos estos días la verdad han sido muy difíciles, vivir sola y no tener casi nada en casa para comer es un martirio, pero gracias a que estoy todo el día afuera no me da hambre, así que he podido sobrevivir; sin embargo, creo que mañana tengo que ir a pescar algo, ya que en el refrigerador no queda nada.

Termino de entrenar y me siento en el suelo quitando mi primer venda de mi mano izquierda con cuidado. Miro mi mano y veo que está roja con unas cuantas cortadas al rededor de ella. Me quitó la otra y está peor, pero nada es grave, saco mi lado vampiro y en seguida se cierran las heridas.

Me levanto y voy de regreso a la manada. Estos días llegó a casa hasta la una de la madrugada porque nadie está y llegar temprano se siente solitario. No se nada de Joel y aunque quiero ir a preguntarle al Alfa sobre él cada vez que lo veo me evita.

Me imagino que me está evitando por la última discusión que tuvimos, no lo entiendo, primero me reclama por evitarlo y ahora que quiero hablar él me evita.

Suspiro llegando a casa y en frente de la puerta veo una bolsa, la tomo y observo que tiene una nota que dice “Tenemos que hablar. Henry”

Guardo la nota en mi bolsa y saco mis llaves, abro la puerta y me adentro a la casa. Pongo la bolsa en la mesa y mi mochila en una silla.

El Deseo de la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora