Sueño estaba más que molesto, Deseo ya había interferido mucho en sus planes y para empeorar las cosas también con Elizabeth.
La condesa tampoco estaba del todo feliz, sus pétalos del vestido caían y ahora estaba rodeada de tallos secos con espinas.
Ambos fueron al palacio de Morfeo, se dirigieron a una sala llena de espejos en donde se posaban diferentes simbolos familiares, cada uno tenía su lugar.
El más resaltante y reciente era el de una rosa en una vitrina, junto a ella estaba un corazón hecho de cristal.
Sueño se acercó a el con Elizabeth al lado y tomó el corazón entre sus manos.
— Deseo, estoy en mi galería y sostengo tu sigilo — habló.
— Mi sueño hermoso que sorpresa — respondió el eterno de ojos dorados a través del corazón — A merita una celebración ¿o no?
— Muy bien, vamos contigo — se metió Elizabeth sin suavidad en su voz.
Deseo sonrió aún más al escucharla — Por supuesto, siempre serán bienvenidos.
En cuestión de segundos Elizabeth y Morfeo estaban parados a unos cuantos pasos de distancia de Deseo.
— Mi condesa querida que alegría me da verte — exclamó sentado en su sillón rojo con porte y elegancia, sintiendo la mirada intimidante de su hermano sobre él.
— Me temo que el sentimiento no es mutuo — contestó con una falsa sonrisa amistosa.
— De acuerdo, ¿Que les ofrezco? Cualquier cosa que deseen.
— Lo único que deseo de tí son respuestas — dijo Sueño avanzando a él con sigilo, sin cambiar esa expresión de molestia y fastidio en su rostro.
— ¿Es un examen? — cuestionó formando un puchero en sus labios.
Sueño luchaba por controlarse al igual que Elizabeth, Deseo tenía buenos planes y tácticas, tanto que había logrado pasar desaparecido y hasta llegar a manipular a la representación del amor, sin embargo, sus planes iban más allá que solo hacer enojar al rey de los sueños, quería destruirlo.
Pero después de una muy clara advertencia de la pareja tendría que pensarlo dos veces, y más cuando el amor estaba ligado al deseo, mientras Elizabeth exista y esté del lado de Sueño iba a ser difícil.
Difícil, más no imposible.
Una vez que volvieron a la ensoñación la condesa del amor estaba dispuesta a marcharse para probablemente desaparecer por un siglo, quería huir pero antes de dar el primer paso Sueño tomó su mano impidiéndole su escape.
Como si hubiera leído sus pensamientos.
— ¿Irás a ver a Daniel? — preguntó acercándola lentamente a su cuerpo.
— Tal vez — levantó sus hombros desinteresada — Es...
— Tuyo — la interrumpió — Mio, de los dos pero... Creo que nos saltamos muchos pasos antes de crearlo — añadió con una pequeña sonrisa.
— ¿Ah sí? — Elizabeth se acercó para quedar a unos cuantos centímetros de distancia — ¿Como cuáles?
— El principal, pedirte que seas mi reina en la ensoñación.
Vaya que ser directo era lo suyo, sin nada de delicadeza o suavidad, sólo era él.
Y eso era lo mejor ya que no le costaba a Elizabeth saber que era lo que quería, las únicas veces que era complicado era cuando su orgullo estaba presente pero ahora debía aprovechar la situación.
Ella fingió pensarlo — Acepto — Morfeo sonrió — Pero.... — su sonrisa cayó — Si aceptas ser mi duque del amor.
Nuevamente la sonrisa apareció en el rostro del eterno.
— Seria un honor — respondió llevando su mano a la mejilla de su amada para dar caricias suaves con su pulgar.
Elizabeth no pudo resistir más y se paró un poco de puntitas para romper la lejanía que los dividía y unirse en un apasionado beso.
Sueño llevó ambas manos al rostro de Elizabeth para acunarlo mientras ella pasaba sus brazos sobre los hombros del eterno para profundizar el beso.
Finalmente habían comenzado formalmente su propia historia de amor, en donde no habría nada que los detuviera en su viaje por sus emociones y planes a futuro.
A menos que....
Lucifer estrella de la mañana tuviera ganas de ver el mundo arder, ¿En verdad creyó que Sueño podría ir a su reino, retarle y ganarle?¿Sin consecuencias?
Oh claro que las habría, y Morfeo estaba al tanto, para ello estaría preparado y con Elizabeth a su lado.
Después de todo, Soñar con Amor puede arreglar muchas cosas y no le caería mal al mundo de la vigilia hacerlo de vez en cuando.
¿No es así? Si no hubiera sido por eso Elizabeth jamás hubiera conocido a aquel apuesto caballero que se presentaba cada noche en sus sueños con una rosa en la mano.
Soñar con amor es fantástico, doloroso y una hermosa aventura.
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✔ 𝗥𝗢𝗠𝗔𝗡𝗧𝗜𝗖 𝗗𝗥𝗘𝗔𝗠𝗦 ━━━━ The Sandman
RandomAlgunas veces soñar tiene sus ventajas pero todo en exceso también hace daño. Elizabeth era una persona soñadora, tanto que algunas veces era preocupante y se privaba del exterior y el mundo real. Pero lo más interesante de su vida con ensoñación ex...