El comienzo...

82 0 0
                                    

Un nuevo golpe contra mi mandíbula hace que mi cuerpo pierda el equilibrio hacia atrás. Intento reponerme mientras observo expectante a mi oponente, un chaval mucho más alto y fuerte que yo. Tiene una mirada penetrante y su cuerpo sudoroso me parece el triple de grande mientras se cierne sobre mi. La campana que anuncia el final del primer asalto hace que volvamos cada uno a nuestra esquina del ring. Me siento pesadamente sobre la silla que me acaban de poner haciendo una mueca de disgusto. No había que ser muy espabilado para saber que me estaban pegando una paliza. Inmediatamente el entrenador Matthew me da unas palmadas en la espalda y se acerca a mi.
- Escuchame bien chaval, ese armario es mucho más grande que tú y evidentemente se está aprovechando de eso, pero tú eres más rápido e inteligente. Lo estás esquivando bien- intento reprimir otra mueca al escuchar tremenda mentira motivadora- pero con eso no vale. Tienes que centrarte en predecir todos sus movimientos. Tu cerebro tiene que saber que coño quiere hacer ese tío con cada puta parte de su cuerpo. Cuando lo sepas busca el hueco que deja desprotegido y métele un buen meneo- El entrenador me da otro golpe sobre la cabeza y me empuja hacia el ring mientras anuncian el comienzo del siguiente asalto.

Sacudo la cabeza y me limpio el sudor de la frente, ya era hora de enseñar a ese imbécil con quién se enfrentaba. Suena la campana y empieza el baile. Medio segundo después ese hombretón ya se lanza hacia mí para pegarme un puñetazo, pero rápidamente lo esquivo y con una pequeña sonrisa encuentro un hueco perfecto y sin pensarlo dos veces lo ataco descolocando a mi oponente y cambiando el rumbo de la pelea.
Después de 8 asaltos más el árbitro levanta mi brazo anunciando mi victoria. Sonrío hasta donde los moratones de mi cara me permiten y contemplo como una ola de personas me aplauden y vitorean. Reconozco algunos de los rostros que me miran impresionados: el entrenador Matthew, muchos de mis compañeros, varios de mis próximos oponentes, aficionados y otros entrenadores del club. Pero ninguna de estas caras me interesa en este momento, busco con la mirada hasta encontrarla. Esta aplaudiendo frenéticamente con una sonrisa brillante y con sus pupilas fijas en mi, a su lado mi mejor amigo le acompaña mostrando la misma expresión orgullosa. No puedo evitar mostrarles una sonrisa chulesca y guiñarles un ojo a lo que ellos responden con unas risas burlonas.
Si pudiera detener el tiempo lo detendría justo aquí con una victoria merecida a mis espaldas y toda la gente que me quiere apoyándome.

Después de celebrar con la grada el logro, bajo a los vestuarios para ducharme y parecer una persona normal y no un boxeador con la cara hinchada por todos los golpes. Me quito la camiseta, me giro sonriente hacia la puerta al escuchar unas voces conocidas.

- James- chilla Emma mientras se lanza sobre mi, la cojo por la cintura levantándola levemente del suelo y se agarra más a mi cuello riendo alegremente a la vez que yo le doy vueltas - Ay, bajame ya que me vas a matar- me ordena mientras me pega unos pequeños golpecitos en la espalda

- Ya voy miedica - le chincho mientras la bajo y me acerco para darle un sonoro y largo beso en la mejilla, ella sigue riéndose.

Ella es la persona más importante de mi vida. Emma y yo nos conocimos cuando éramos niños y hemos permanecido juntos desde ese momento. Crecimos juntos en un orfanato y nos criamos como hermanos apoyándonos en las malas y en las buenas.

- Has estado espectacular James- su felicitación me llena de orgullo

- ¿A mi no me das un beso?- pregunta burlón mi mejor amigo, Adam. Nos conocimos en el colegio y continuamos nuestra amistad hasta llegar a ser el gemelo perdido del otro. Me acerco y nos damos un abrazo sincero sin importar mi sudor empapando su camiseta- Al principio creí que nos íbamos a ver en problemas, pero joder menuda remontada. Has dejado al chaval hecho un cuadro.

- Bueno tampoco es para tanto, la pelea importante es en dos semanas- digo restándole importancia aunque he hecho un gran trabajo esta noche y soy consciente

- Y para entonces estarás más que preparado, lo harás genial James no tengo ni la menor duda- me anima el entrenador poniendo su mano firme en mi hombro- Pero bueno ahora déjate de abracitos y ves a ducharte que estas asqueroso

- Sí, que la celebración espera- río y corro a las duchas antes de que sus manos me alcancen

-Esta juventud de hoy en día no sabe hacer nada sin fiestas y alcohol- se indigna.

______________________________________________________________________________________________

Llegamos al bar donde celebramos las victorias y también lloramos las derrotas. Los chicos del club nos acompañan con ganas de beber. Yo voy el último junto con Adam y Emma, esta mira preocupada la bolsa de hielo me cubre la mejilla

- Estoy bien Em- la tranquilizo

- Pero como vas a estar bien después de los puñetazos que te ha metido ese armario

- Tranquila, este cabolo ya está acostumbrado- asiento dando me golpecitos en la cabeza

- Así te has quedado de tanto golpe, ni siquiera sé si aún te quedan neuronas ahí dentro- bromea Adam

- Pues más que tú tengo- le dio un pequeño puñetazo en el abdomen

- ¿A quien tenemos aquí? - pregunta en dueño del bar, Eric. Pasamos tanto rato dentro de esas cuatro paredes que ya somos amigos hasta del propio dueño - Por todo este alboroto imagino que habrás ganado la pelea de hoy- Asiento mientras me pasó la mano por la nuca- Entonces lo tendremos que celebrar, esta noche te invita la casa- Después de agradecerle a Eric nos sentamos junto con los demás chicos en la mesa.

- James ¿Eres consciente de que si ganas la siguiente pelea te clasificarlas para el torneo estatal?- me recuerda Wyatt mientras se traga la mitad de su cerveza de un sorbo

¿Que si era consciente de que podria clasificarme para un estatal? Llevaba años soñando con ese momento y ahora estoy a un paso de conseguirlo, solo debo ganar la siguiente pelea y podré competir contra los mejores del estado. Obviamente no espero ganar , hay gente mucho más buena que yo compitiendo pero sería el primer paso importante de mi carrera y no pienso dejar de luchar. Como leyéndome la mente Emma pone una de sus manos en mi pierna y me da un apretón. La miró y ella me sonríe haciendo que hinche mis pulmones y suspire sonriendo.

- Brindemos por qué consigas clasificarte- grita Wyatt levantando su enorme y musculoso brazo que sujetaba una gran jarra de cerveza. Todos le imitamos gritando como becerros y la copas chocan derramando su contenido por todas partes. Reímos bebemos y hablamos hasta que el bar cierra y a cada uno sigue a duras penas su camino, no faltan alguna que otra caída debido a la borrachera seguida de risas.

Adam Emma y yo nos vamos a casa en coche. Cuando llegamos no pierdo ni un segundo en echarme a la cama

- Estoy muerto

- Yo estoy borracho así que me voy a dormir - informa Adam yéndose a su habitación

- Que par- ríe Em

Los tres compartimos piso desde hace un año ya que ninguno dispone de dinero suficiente para pagar la residencia. Antes vivíamos junto con otra chica, exactamente con la novia de Adam,bueno ahora exnovia. Después de su dolorosa ruptura ella se fue a no sé qué país a estudiar. La verdad es que me alegra que ya no esté, no me gustaba como trataba a mi amigo y aunque había sufrido mucho después de su marcha ahora era más feliz que cuando estaban juntos. Sé que la sigue queriendo y que le echa de menos pero creo que en el fondo piensa lo mismo que yo.

Emma se tumba a mi lado con su pijama ya puesto y recuesta su cabeza en mi pecho

- Buenas noches James, has hecho un gran trabajo hoy, ahora descansa que mañana es el primer día de clase

Mierda se me había olvidado,mañana empieza la universidad. Pego un bufido al darme cuenta que me tengo que levantar en cuatro horas. Estupendo

- Buenas noches Em- le respondo dando un beso en su sien, sonríe y se queda dormida al instante. Desprende un calor inhumano pero ya estoy acostumbrado, desde que éramos pequeños y a Emma le daba miedo la oscuridad hemos dormido juntos y ahora tan solo era la costumbre. Sonrío, cierro los ojos y me duermo.

Al día siguiente comenzaría un nuevo curso y aunque yo pensaba que tal sólo sería un año más no podía ni llegar a imaginar cómo cambiarían las cosas a partir de ahora.



Incondicional Donde viven las historias. Descúbrelo ahora