Capítulo 37- Por fin

16 0 0
                                    

James

El coche avanza poco a poco entre las calles del parking del aeropuerto mientras Adam busca desesperado un hueco para aparcar. Son las ocho de la mañana y quedan más de 9 horas para el combate, pero ya puedo notar como mi corazón se acelera con solo pensarlo. Porque cada segundo que pasa estoy más cerca de o bien conquistar mi sueño o perder frente al mayor capullo que han visto mis ojos decepcionando a todo mi familia. Paso los ojos por el interior del vehículo analizando a cada uno de mis acompañantes. Wyatt se muerde las uñas nervioso, Emma mira por la ventana immersa en sus pensamientos mientras juega con un mechón de su pelo, Matthew ayuda a Adam en su búsqueda y Lucas juega al Candy Crush despreocupado . Están relamente emocionados por la final y me han apoyado durante todo el camino hasta aquí, no puedo decepcionarlos. Mejor dicho, no pienso decepcionarlos.

Tras una larga búsqueda por fin encontramos un lugar para aparcar. Nos bajamos del vehículo respirando el aire frío de la mañana y nos dirijemos a hacer el cheking. Después de una hora y media interminable damos nuestros primeros pasos dentro del avión. Coloco agilmente mi maleta sobre mi asiento mientras observo divertido la pelea de Wyatt y Lucas por sentarse en el lado de la ventanilla. A mi lado Emma les riñe recibiendo caso omiso

- Yo no los conozco- dice con las mejillas teñidas de rojo mientras mira con una sonrisa nerviosa al resto de viajeros que observan con desaprobación la pelea a muerte de mis dos amigos. Río al ver el rostro avergonzado de mi amiga

- ¿Con quién te vas a sentar?- pregunto intentando disimular mi curiosidad

- Con Adam, así Matthew y tú podéis hablar tranquilamente sobre esta noche- asiento en silencio un poco decepcionado. Quería sentarme con ella

- No te preocupes Emma, siéntate con James. Adam y yo nos sentamos juntos- anuncia mi entrenador mientras lanza una sonrisa enigmática a Adam, que asiente con entusiasmo. Emma acceda y nos sentamos juntos mientras yo agradezco la intervención de Matthew.

El avión comienza a moverse aumentando cada vez más la velocidad. Emma se encoge a mi lado cerrando los ojos con fuerza, sonrío con ternura y entrelazo su mano con la mía. Ella abre los ojos lentamente y me mira con una sonrisa que me derrite sobre mi asiento. Aprieta el agarre cuando el avión despega y yo ahogo un pequeño grito de dolor. Menuda fuerza tiene esta mujer. Nos estabilizamos sobre el cielo y el agarre pierda la fuerza, pero ninguno corta ese pequeño contacto que nos une.

- ¿En qué piensas?- me pregunta Emma después de media hora de vuelo y yo suspiro

- En que no quiero decepcionaros- su mirada se suaviza y puedo sentir su ternura- Habéis confiado en mí todo este tiempo, no quiero fallaros

- Pase lo que pase esta noche, tu jamás nos fallarás porque has luchado por llegar aquí y sé con absoluta certeza que hoy lo vas a dar todo- sus palabras me tranquiliza- ¿Sabes cuándo podría estar yo decepcionada?- me pregunta y yo niego en silencio con mis ojos fijos en sus pupilas como si de un imán se tratasen- Si no le pegas un buen puñetazo a ese cabrón de mi parte- ella sonríe y yo suelto una carcajada- Ahí dejaremos de ser amigos- los dos reímos y yo siento como la tensión abandona mi cuerpo poco a poco.

Lucho contra mis párpados para impedir que estos se cierren. Debo mentalizarme muy bien para esta noche desde este momento, pero mis párpados pesan demasiado. Continúo mi lucha por no quedarme dormido cuando noto algo sobre mi hombro. Al girame me encuentro una Emma totalmente cao que duerme placidamente con su cabeza sobre mi hombro. Sonrío instintivamente y recoloco la chaqueta que ahora le cubre tan solo las piernas. Rendido apoyo mi cabeza sobre la suya y dejo que el sueño me venza con una sonrisa en los labios.

-James- escucho de fondo como un ausurro- James- la voz comienza a acercarse- James- abro los ojos para encontrarme con mi mejor amigo- Ya vamos a aterrizar- le miro aún medio dormido y asiento sin mucho convencimiento. Él ríe y vuelve a su asiento. Froto mis ojos con fuerza mientras bostezo con ganas. Miro a Emma que sigue profundamente dormida sobre mi pecho mientras mi brazo la rodea. Sonrío y le doy un pequeño beso en la coronilla. Tras el aterrizaje me dispongo a levantar a mi amiga. Ella se remueve y esconde su cabeza mientras yo muero de ternura. La despierto con la máxima suavidad y ella poco a poco abre los ojos. Estos se encuentran con los míos dejándome sin respiración. Observo su cara de dormida y me sorprende lo guapa que puede verse aún recién levantada. Ella dibuja una pequeña sonrisa mientras se frota los ojos

Incondicional Donde viven las historias. Descúbrelo ahora