Capítulo 10- Gracias a Dios

35 0 0
                                    

Zane

En la radio suena la última canción de Imagine Dragons y me motivo cantando mientras me dirijo hacia el café de mi tío. No le he visto desde que he vuelto y me dijo que me pasase a saludarle. Se suponía que mi hermana iba a venir conmigo, pero no se acordó de que tenia la cita para hacerse las uñas justamente hoy. No me importa tener que ir yo solo, siempre me he llevado bien con mi tío. Es de esos tíos guays que siempre te dejaban hacer lo que quieras y encima lo hacían contigo. Río recordando todos los lío en lo que nos metimos cuando era pequeño.

- Everyone want to be my enemy- canto mientras aparco sin importarme la mirada desaprovadora del conductor de al lado.Apago el coche, cojo los laves y me dirijo hacia la puerta.

En café está igual de como lo recordaba hace un año. Busco con la mirada a mi tío, pero en su lugar me encuentro con Emma, el ángel sin alas que me lleva buscándola como loco por lo pasillos de la universidad. Mi cuerpo se congela y aunque quiero acercame y hablar con ella mis piernas no responden a mis deseos ¿Que hace una chica como ella aquí?

Ella aún no ha notado mi presencia y se entretiene dejando algunos vasos sobre la estantería. Lleva un moño despreocupado que ahora mismo es mi perdición. Se ve preciosa incluso con varios mechones en su cara. Finalmente la chica se gira y me sonríe

- Ey Zane- me saluda amistosamente

- Ey- exclamo de la misma manera- No sabía que trabajabas aquí- admito sorprendido

- Veo que ya conoces a mi camarera favorita- dice mi tío acercándose a mí con una sonrisa de oreja a oreja. Nos damos un abrazo fuerte

- Que grande y que guapo estás- me desordena el pelo con la mano bajo la mirada confusa de Emma, que no entiende nada- Debes llevar locas a las chicas- río. Tan solo quiero llevar loca a una chica y me acabo de enterar de que trabaja en el café de mi tío. Creo que ya creo en Dios- Emma, te presento a mi sobrino- orgulloso me da una palmada en la espalda

- ¿Tu sobrino?- pregunta claramente sorprendida

- Efectivamente, por cierto ¿De qué os conocéis?

- De la universidad- intervengo observándola, pero ese esperado momento dura poco al Emma ser llamada por una mesa. Se despide rápidamente antes de ir a cumplir con su deber.

- Vamos a sentarnos, que te invito a lo que quieras- me dice mi tío señalándome una mesa- ¿Que tal te ha ido en Francia?- me pregunta interesado, pero mi atención está puesta en otra parte. No dejo de mirar cada movimiento de Emma cómo si fuera la primera persona que veo en mi vida. Cada palabra que sale de su boca parece dulce y nunca borra la sonrisa de su rostro. Esa sonrisa es un peligro para los mortales. La imito sin ni siquiera darme cuenta. No puedo creeme que ella esté aquí. Simplemente no puedo creeme la suerte que he tenido.

Mi tío carraspea y me giro hacia él que me mira curioso

- Hace unos días uno de mis camareros se fue de Erasmus y tengo una vacante ¿Que te parecería trabajar aquí?- me dice indicando la cabeza a donde Emma se encuentra- Sería un buen movimiento- Mierda, me ha visto

¿Como no lo va a ver? Si solo te falta babear sobre la mesa- dice mi cerebro

- Ah, yo...- respondo frotándome nerviosamente la nuca

- No hace falta que digas nada chaval- suspira- He visto esa mirada antes y me gusta lo que significa- río sin saber lo que decir ¿Tanto se nota? Me intento convencer de que no, pero es como si fuese un imán, simplemente no puedo apartar mi mirada de ella.

- ¿Cuándo empiezo?- pregunto entusiasmado

- Cuando quieras

- Mm ¿Puedo empezar hoy? - pregunto directo y ahora es él quien se sorprende

Incondicional Donde viven las historias. Descúbrelo ahora