Incondicional

El final

James

La luces iluminan mi rostro mientras subo al ring. Escucho la ferocidad de los gritos del público haciendo que mi corazon lata aún más fuerte. Mi adversario, el imbécil de Jackson, aparece ante mí con una mirada penetrante llena de superioridad. Reprimo una pequeña sonrisa. Veremos si sigue sintiéndose tan superior a mí después de la pelea. Me coloco en mi lado del ring pasando de él. Conozco a ese tipo de chicos, les gusta jugar a intimidar y meter miedo para achantar a su adversario, pero conmigo no va a poder utilizar esa técnica. Bebo un poco de agua mientras doy pequeños saltos que activen mi cuerpo. El árbitro nos avisa del comienzo del combate y ambos nos colocamos frente a frente. Nuestros ojos se enzarzan en una pelea que anticipa la violencia que se producirá dentro de unos momentos.

- Para ser sincero, no pesaba que fueras capaz de pasar ni la primera fase- se jacta con una sonrisa afilada, pero sus palabras no producen ningún efecto en mí y me mantengo sereno- Pero ahora que lo pienso es mucho mejor para mí- escupe con rabia- así ese bombón de tu amiguita me verá pegarte una paliza- mantengo a duras penas la serenidad y mis ganas de pegarle un puñetazo aumentan mientras él me observa desilusionado por picar el anzuelo. Si supiera el autocontrol que estoy teniendo para no partirle la cara. El árbitro nos da la ultima señal y la campana suena. Que empieze el baile. Me adelanto con una rapidez que hasta a mí me soprende y pego el primer golpe de la noche pillando a mi oponente desprevenido. Jackson se tambalea y yo subo mis defensas listo para defenderme de su ataque. Veo como la rabia le empuja hacia mí con una intensidad abrumadora. Cubro mi cuerpo esperando el momento para actuar. Observo los puntos débiles de su cuerpo y cuando veo un pequeño hueco sobre sus costillas arremeto contra él. Nos enzarzamos en una combate de pueñetazos ante la mirada expectante del público.

Los minutos pasan y las fuerzas se igualan dejando un marcador muy ajustado. Él avanza y yo me protego, yo avanzo y él se protege. Así continuamente como si se tratase de un baile.

Suspiro mientras me siento en mi rincón durante el descanso.

- Lo estás haciendo muy bien- me anima Matthew y yo asiento en silencio. Soy consciente de que estoy peleando bien, pero él también lo está haciendo- Estáis muy igualados- vuelvo a asentir concentrado en sus palabras- Ahora mismo estáis en el mismo punto. Ambos sois conscientes del buen trabajo del otro, la única diferencia es que a él el solo hecho de no estar pateandote el culo le enfurece- desvío mi mirada hacia Jackson, este mantiene una charla bastante acalorada con su entrenador. La verdad es que sí parece muy furioso- Un novato le está quitando su título y eso no le hace la mínima gracia. Lo importante es que una vez te dejas llevar la furia tarde o temprano empezarás a cometer fallos y olvidarte de tu estrategia- Miro interesado a mi entrenador- Tenemos que aprovechar esos fallos- me pega una palmadita en la espalda y yo asiento con firmeza.

Me levanto colocándome en mi sitio, Jackson se coloca con su mirada fija en mí. Recuerdo las palabras de mi entrenador y sonrío al imbécil de mi oponente. Tal y como había previsto sus orejas se encienden y su mirada se tiñe de rabia. La campana suena y este arremete contra mí con fuerza, pero antes de que pueda alcanzarme esquivo su puño y golpeo su costado. Escucho un quejido de dolor y vuelvo a golpear aprovechando el momento. Miro decido mi puño mientras arrincono a Jackson en una esquina y este se intenta proteger a duras penas. Dentengo mis golpes durante un segundo haciendo que este baje la guardia dispuesto a contratacar, pero antes de que pueda actuar le encajo rápidamente un puñatazo que le tumba de golpe. Doy un paso hacia atrás con la respiración entrecortada mientras observo su cuerpo en el suelo. Miro a mi entrenador que me sonríe con una alegría y orgullo que jamás he visto y es en ese mismo momento cuando me doy cuenta de que he ganado. El árbitro me coge del brazo y lo levanta con firmeza haciendo que el estadio estalle en gritos.