Capítulo 16- La pesadilla

11 0 0
                                    

James

La habitación está oscura y los gritos no cesan. Escucho como miles de voces de niños me piden ayuda, pero yo no soy capaz de hacer nada. Mi cuerpo está congelado, tan solo observo una sombra que poco a poco se cierne ante mí.

La sombra se convierte en un hombre grande y fornido, su olor a alcohol inunda mis fosas nasales y tan solo quiero salir corriendo de ahí, pero mis piernas no responden.

Extiende sus manos hacia mi cuello mientras ríe malevolamnente. Pero en el momento en que sus manos rozan mi piel, mi cuerpo se transporta y ahora veo la escena desde lejos. En mi lugar está Emma, que llora intentando zafarse del agarre del hombre. Corro hacia ella desesperadamente, pero la distancia entre nosotros no mengua. De repente deja de luchar y se desploma en el suelo, yo caigo de rodillas. El hombre me mira y ahora puedo ver su rostro. Es él.

Me despierto sobresaltado y con el sudor cubriéndome la cara. Respiro con dificultad mientras me incorporo. Suspiro al darme cuenta que todo ha sido una pesadilla. Me paso la mano por la cara y después por el pelo. Entro al baño sin poder olvidar la expresión de ese hombre. Sacudo la cabeza y entro a la ducha. El agua fría corre por mi cuerpo y siento como despeja mi mente. Apoyo mi brazo en la mampara y dejó caer el agua sobre mí

Al rato unos golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos

- James- me llama Emma - ¿Estás bien?- no respondo- James- aumenta su tono de voz y parece muy preocupada- Abre ahora mismo - exige mientras yo me pongo el albornoz. Escucho como fuerza la puerta hasta que finalmente la abre. Su cara está descuadrada y pálida, al verme se tranquiliza un poco, pero la tensión sigue apoderando su cuerpo

- ¿Estás bien?- me pregunta y sigo sin responder, Simplemente no soy capaz de emitir ningún sonido. Al ver mi inexpresividad me toca la cara y su expresión se retuerce- Estás congelado- grita horrorizada y se dirige a la ducha. Abre el grifo y pone su mano bajo el agua- Esto está helado James - se gira hacia mi y me analiza. Finalmente me abraza con fuerza y me frota los brazos para que entre en calor- Vamos fuera- me guía hasta la habitación y yo obedezco sin apartar mi mirada de ella. Le agradezco que no me haga explicarle porque estoy así, no sé si podría. Quiero que mantenga esos recuerdos bajo llave y que nunca más vuelva a sentir la tristeza y el miedo por el que pasó.

Después de un rato más con ella abrazandome para que entre en calor, me saca un chándal del armario y me ayuda a ponerme la sudadera. Me levanto lentamente para ponerme el pantalón mientras ella va al baño. Al volver lleva consigo un secador, se coloca delante mía y comienza a secarme el pelo. Yo cierro los ojos al sentir el calor y sus dedos masajeando mi cuero cabelludo.

Después de un rato apaga el secador, me tumba en la cama y me tapa con la colcha. Me observa con una apariencia serena, pero sé que se muere de preocupación. Aprieta los labios y se tumba junto a mí envolviendome con sus brazos. Cierro los ojos aliviado por su discreción.

Abro los ojos para encontrarme a Em dormida junto a mí. Suspiro. No sé que me ha pasado antes, tan solo no podía reaccionar ni hablar. Me siento como un tonto al haber reaccionado así ante una pesadilla

Sabes que no solamente es una pesadilla

Me dice una voz en mi cabeza y yo la callo al instante. No pienso volver a vivir ese infierno y mucho menos arrastrar a Emma a él. A pesar de que han pasado años el recuerdo sigue muy vivo bajo mi piel. No puedo permitir que vuelva, ahora todo está en el pasado y Emma esta a salvo

Em se remueve a mi costado hundiendo aún más su cabeza en mi cuello, su pelo me hace cosquillas, pero me contengo.

Le miro y recuerdo como sin pedirme ningún tipo de explicación me abrazó y cuidó en uno de mis peores momentos. Ella, la única capaz de ver mi parte más débil y protegerla como si se tratase de la parte más bonita de mí. Sonrío y le beso la nuca

Mi gesto la despierta y me mira dulcemente

- ¿Te encuentras mejor?- pregunta y yo asiento lentamente- Me alegro- sonríe y vuelve a dejar caer su cabeza

- Lo siento- trago saliva- No sé que me pasó antes

- Tranquilo, muchas veces no sabemos lo que sentimos- se incorpora apoyando sus brazos en mi pecho y con su pelo cayendo sobre mí- Solo debemos saber que hay alguien apoyándonos y en la que podemos confiar- sonrío.

Sé que Emma siempre me apoyará y confío en ella más que en nadie, porque ella me conoce más de lo que lo hago yo

- Gracias- me da un pequeño beso en la mejilla y vuelve a su posición inicial y yo sé que soy el chico más afortunado del mundo por tenerla a mi lado.

Emma

La actitud de esta mañana de James me ha dejado muy preocupada, no sé lo que le ha provocado ese ataque pero debe haber sido algo muy fuerte. Me da miedo que esté pasando por un mal momento y esté sufriendo en silencio, pero sé que no debo forzarle a hablar. Él hablará cuando esté preparado, James confia en mi y acudirá a mi cuando lo necesite. Suspiro y me dirijo hacia la mesa dos.

Zane está cogiendo el pedido de la mesa uno y debo decir que se ha integrado muy bien, parece un camarero con años de experiencia. Sonrío al ver como escribe ágilmente en su libreta, como percibiendo mi mirada se gira y me guiña un ojo, no puedo evitar soltar un risita

- Ya pareces un profesional- me burlo en cuanto coincidimos en la barra

- He tenido a la mejor profesora- me sigue y ríe. El chico de cabello castaño con el que comparto trabajo se ha convertido en un buen amigo. Me divierten sus comentarios, cada vez que estoy con él no puedo evitar reír y el tiempo pasa volando. Después de su visita al orfanato parece que nos hemos acercado un poco más y ahora somos como dos amigos de toda la vida.

- Hombre, con esta preciosidad de maestra es normal- digo sensualmente y él me observa hasta que finalmente esboza una sonrisa rápida- Aunque por lo que veo no soy la única demandada- le insinúo observando a un grupo de chicas que no le han quitado el ojo de encima desde que han entrado y que me miran con ganas de asesinarme. Él se gira hacia ellas, pero rápidamente vuelve a su posición inicial sin prestarles mucha atención- Parece que hoy ligas

- No creo- dice desinteresado

- ¿No te parecen guapas?- pregunto curiosa mientras coloco varios de los vasos en la estantería

- La verdad es que no me he fijado mucho en como son, pero no estoy muy interesado- parece triste al responder

- ¿Te gusta alguien?- pregunto sin rodeos y él me mira sorprendido, pero rápidamente baja la mirada

- Se podría decir que sí- responde tras varios segundos- Pero no está a mi alcance- sonríe sin muchas ganas

- ¿Cómo q no está a tu alcance? Tu eres el que no está al alcance de cualquiera- espeto decidida- Seguro que tienes a media cuidad detrás tuya, además eres divertido y buena persona ¿Qué más necesita esa chica?- le digo seriamente. No puede dejar que una chica le haga sentirse inferior o no digno de su amor. Es un chico increíble y más de la mitad de las chicas que conozco se morirían por estar con un chico como él.

Su mirada se clava en mis ojos y tras varios segundos sonríe ampliamente

- Ojalá fuera tan fácil- dice y me revuelve el pelo con al mano antes de irse sin hacer caso de mis quejas

- Pues esa chica está perdiendo la oportunidad de su vida- chillo para que me pueda escuchar desde la distancia y Zane ríe sonoramente sin detener su paso. Me recoloco el pelo y prosigo con mis tareas con una sonrisa en mis labios.

Incondicional Donde viven las historias. Descúbrelo ahora