5•°Vacaciones

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Meses después, cuando finalizó el ciclo académico, la familia Sharp tenía la linda tradición de ir de viaje, el destino asignado de aquel año, Francia.  

- No comprendo por qué tenemos que ir con ella, que se quede en su casa _reniega la niña mientras ella y su hermano comían la merienda.

- Papá dice que le gustaría que pudiéramos llevarnos bien con ella, además hace meses que no la vemos _afirma el castaño. 

- Meses de paz, querrás decir _dice bufando levemente.

Y en efecto, en pocos días los cuatro se encontraban subiendo al avión, Bianca se sentó al lado de su padre y Jude al lado de Cassandra, cada uno a la ventana mientras disfrutaban de la hermosa vista. 

En los planes de la pareja, Bianca viajaría al lado de Cassandra pero la menor se negó totalmente y tuvieron que cambiarlos de asiento, por otro lado, Jude no tuvo problemas con darle su lugar a su hermana menor así que fue una solución sencilla.

Una vez en el hotel, cada uno fue a su habitación privada para descansar.

- ¿Que tal el vuelo? Espero que te la pases genial _dice Nathan desde la otra línea por la llamada.

- Viajar en primera clase siempre es muy cómodo _afirma la niña mientras admira a través de su ventana_ La vista es maravillosa, toda la cuidad y la Torre Eiffel con sus bellas luces, parece un sueño _comenta dulcemente.

- Me gustaría que pudiéramos ir juntos algún día, quizás el viaje de la graduación de primaría, daré la propuesta el próximo año _dice el peliazul emocionado.

Un lindo par de mejores amigos, no cabía la menor duda.

Al día siguiente los cuatro fueron a muchos lugares populares, observando y disfrutando de la hermosa cuidad de París.

- ¿Bianca, que te parece? _pregunta Cassandra con una sonrisa antes de ver la cara de pocos amigos de la niña_ ¿Te ha comido la lengua el gato, princesa?

- No me llames así _afirma antes de irse al lado opuesto de su padre.

- ¿Y tú, Jude? _pregunta algo resignada.

- Es una bonita cuidad _responde el castaño con una leve sonrisa devolviéndole la misma a la pelinegra.

Al menos uno de los hermanos daba su brazo a torcer con respecto a llevarse bien con la nueva pareja su padre.

Aquella noche, ambos chicos estaban en sus habitaciones descansando del paseo del día.

- No te enojes, querido _dice ella mientras le da masajes en los hombros a su pareja.

- No me agrada su comportamiento, pero no tengo corazón para regañarla... _afirma el padre mientras acaricia el puente de su nariz.

- Dale tiempo al tiempo, si fueran más pequeños podría mimarlos para que se encariñen con dulces o juguetes, pero es complicado agradarles a dos chicos de casi 12 años _afirma con una leve risa_  la adolescencia estaba la puerta de la esquina, es una etapa muy díficil.

- No sabes cómo agradezco que seas paciente, Cassandra, aunque no lo sé, aveces siento que mi hija está cambiando, ella no era así _afirma mientras acaricia una de las manos de la mujer.

- Bueno, querido es casi una adolescente, no puedes esperar qué siempre actúe como una niña por qué no lo es _comenta mientras continúa con su labor.

- Si, supongo que tienes razón _acepta el contrario más relajado.

°•°•°•°

- Eso es muy cruel de tu parte, no pareces tú _afirma Nathan desde la otra línea de la llamada. 

- ¿De qué lado estás tú? Debes apoyarme _lo regaña la castaña_ No me gusta esa mujer, tiene algo... No se, no me da buena espina _afirma muy enojada más en eso la llegada de Jude interrumpe la conversación.

- Así que es eso _dice el mayor.

- ¿No te han enseñado a tocar las puertas? Estoy ocupada _asegura silenciando la llamada por un momento.

- Te estás comportando como una niña mimada _habla el contrario antes de salir de la habitación.

- Disculpa, era Jude _dice retomando la llamada.

- Si, lo supuse, bueno continua, me decías que no tenía buena espina la tal Cassandra _añade el ojimarron. 

Un par de años después, una noche pacífica y de luna llena, los mellizos se encontraban en la mansión, cada uno en su habitación mientras su padre había salido a cenar con su pareja ¿Motivo? Su cuarto aniversario. 

- Cassandra, estuve pensando mucho en esto, quisiera pedirte que fueras mi esposa _dice William al final de la velada, sosteniendo en sus manos una cajita de terciopelo con un anillo de otro adornado por un precioso diamante.

Infierno de Poder [ Inazuma Eleven ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora