- Yo se la llevaré, seguro que así comerá _afirma Cassandra cuando toma la bandeja y sube a la habitación de la niña.
Bianca aún se mantenía en shock, sus manos y labios temblaban, los recuerdos de aquellos días llegaron a su mente, en menos de un segundo sintió volver a vivir esos terribles días de su infancia.
El corazón le iba a mil por hora, el sudor resbalaba por su frente, imaginó muchas cosas sobre aquella mujer, que ahora era su madrastra, pero jamás imagino algo tan turbio como que ella fuera la responsable no solo del accidente que le quitó la posiblidad de caminar, sino que fue quien causó la muerte de su madre, la esposa de su padre.
Y fue entonces que entendió el peligro en el que se encontraban, no solo ella, sino toda su familia.
Cuando comenzaba a pensar, fue que su mente se nubló y todo se vio envuelto cuando aquella mujer entro nuevamente en su habitación, dejo la bandeja con comida y se alejo con una sonrisa aterradora.
Aquello fue nuevamente el inicio de otro infierno para los desafortunados millonarios Sharp, aveces los humanos sentimos el miedo de forma espontánea, a lo desconocido.
No obstante Bianca Sharp tenía que lidiar con su nuevo peor miedo en su propia casa.
Cassandra era la encargada de supervisar toda la mansión, nada escapaba de su vista, aquello llegó como una flecha a su mente cuando vio la comida frente a ella.
Entro en desesperación imaginando cosas horribles que aquella mujer podría hacerles, su corazón se aceleró nuevamente y tiro aquella bandeja al suelo, si pudiera huir, saldría corriendo lo más rápido que pudiera, pero lamentablemente eso estaba fuera de sus posibilidades.
Durante todo el día no tuvo el balón de comer nada, tenía miedo a que la amenaza de Cassandra se cumpliera, temblaba con la idea de aceptar un vaso de agua y que este fuera responsable de su muerte.
Aquella noche una de las mucamas se disponía a ayudarla a ir a su cama, hasta que Jude entro en la habitación. La cargo para hacer el trabajo más fácil, Bianca tenía ganas de contarle todo aquello pero evaluaba las probabilidades, temía que este nuevamente no le creyera, pero debía correr el riesgo, debía hacer lo que estuviera en su mano para salvar a su familia de aquella serpiente venenosa.
- Jude... Por favor, no comas nada que te dé Cassandra _susurra cuando lo abraza a propósito_ prométeme que vas a venir, quiero saber que estás bien.
El castaño se sobresalto ante aquello, ladeó los labios y salió de la habitación sin decir nada, una vez ahí, negó con la cabeza recordando los antecedentes de los días anteriores.
La joven se golpeó la frente al notar que su plan había sido el peor fiasco inimaginable, se arropó y las luces se apagaron con un aplauso, casi había caído en los brazos de Morfeo, cuando en eso, vio a su peor pesadilla hecha persona, parada frente a ella, sonriendo macabramente, acercándose con una almohadazo este era su fin.
Y un desgarrador grito fue el que alteró a todos los presentes en la mansión, Jude salto de su cama al oírla, y corrió a ver qué había ocurrido.
- ¡Bianca! _grita asustado cuando entra en el dormitorio viendo a su hermana gritar mientras daba golpes al aire.
Cassandra se unió un par de segundos después.
Aquello había sido solo una pesadilla de la joven, sudaba, el corazón se le había acelerado al punto de que fácilmente saldría de su pecho.
La mujer intento darle un abrazo para "tranquilizarla", pero está fue rechazada por la joven entre manotazos y gritos aún más fuertes.
Jude presenció todo aquello, como Bianca gritaba para que no la tocaran, sintió un miedo abrumador al no reconocer a quien se suponía, era su melliza.
Aquel solo fue el primer incidente de todos, durante el resto de días, Bianca continuó así, durante el día gritaba y tiraba todo alimento que trataban de darle, y por las noches no dormía.
Mientras tanto que para la jovencita, el infierno era aún peor, durante el día temía hasta a beber un vaso de agua, no podía confiar ni siquiera en las frutas que trataban de darle.
Y por las noches las imágenes de Cassandra amenazando su vida inundaban su mente impidiéndole conciliar el sueño.
No paso más de una semana cuando la apariencia de la bella señorita se había demacrado a un punto de verse irreconocible.
Sus ojos llenos de ojeras, sus labios secos y partidos, siempre temblando de cuerpo completo, tenía espasmos y aparentemente habia dejado de ser ella, la cabeza le pesaba, perdió mucho peso y se mantenía alerta las 24 horas, cuando Jude se acercaba le pedía a gritos que no comiera, que no hiciera nada que pudiera ponerlo en riesgo.
Mientras el joven se entristecía cada vez más por ver a su única hermana en un estado tan deplorable.
- ¿Hay algún avance? _pregunta Cassandra al ver que las mucamas sacaban los restos de comida de aquella habitación.
- Ninguna _niega con la cabeza.
- ¿Puedo intentarlo yo? _pregunta Jude mientras bajaba las escaleras.
- ¿Estas seguro? No me gusta verte con esa carita, hijo _dice la pelinegra.
Hijo, aquel título que Jude se había ganado, claro que el chico no la consideraba su madre, pero ella se habia ganado tanto su confianza que él aceptó ser llamado así por ella.
- Lo sé... Y me pone triste, pero es mi hermana _afirma en un pesado suspiro.
- Está bien... preparen más comida para Bianca _ordena la pelinegra mientras abraza al joven, dejando un beso sobre su cabeza_ Todo estará bien, hijo, ya lo verás.
- Eso espero... Por el bien de todos _responde muy decaído.
- Está listo, señora _indica una sirvienta mientras les entrega la bandeja.
- Suerte _habla la mujer con una sonrisa y el chico asiente con la cabeza.
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Infierno de Poder [ Inazuma Eleven ]
FanfictionUn par de hermanos mellizos, viven junto a sus padres en una enorme mansión. Perdieron a su madre siendo muy pequeños, a causa de un misterioso accidente. ¿No obstante, que harán cuando la verdad toque a su puerta?