Infierno de Poder [ Inazuma Eleven ]

9•°Separación

°•Días después•°

- Señoríta, le traigo la merienda _anuncia una criada mientras entra a la habitación con la bandeja en las manos.

- No quiero, vete _ordena la niña mientras ve la televisión.

- Pero señorita, la señora de la mansión me ha ordenado... _insiste hasta que la menor la calla de golpe.

- ¡Ella no es la señora de nada, mucama insolente, fuera de aquí! _ordena con un grito aterrador_ ¿Que esperas? 

La trabajadora no tuvo más remedio que hacer caso de la castaña y volvió a la cocina. 

Mientras tanto, en la oficina del señor Sharp, él y Cassandra pasaban el rato buscando información en internet sobre los diversos institutos de la cuidad. 

- Instituto Raimon, Instituto Zeus, Instituto Kirkwood... _lee el hombre mientras pasa de página web_ Ninguno tiene el nivel de la Royal Academy, encontrar un buen centro de estudios será lo más difícil _asegura mientras acaricia el puente de su nariz.

- Puedes considerar opciones más tradicionales, el Instituto Redux puede ser una buena opción _comenta la pelinegra.

- No, no enviaré a mis hijos a un internado... _asegura descartando dicha propuesta_ Aunque siento que es lo que necesitan para mantenerse en riendas.

- Ya es muy tarde, me voy a mi casa, querido _anuncia la mujer mientras se pone de pie.

- Hasta mañana, mi amor _se despide de ella tras acompañarla a la puerta.

- Nos vemos _responde y se va en la limusina. 

El padre volvió a su oficina, continuó con su trabajo de la oficina hasta que oyó que alguien llamaba a la puerta, dio la invitación para que entrara y vio de quién se trataba.

- Jude... ¿Que haces despierto a esta hora?, mañana hay clases _afirma el adulto al ver a su hijo vistiendo su pijama, pasada la media noche.

- No puedo dormir... _asegura mientras se queda de pie.

- ¿Te sientes mal? ¿Quieres que llame al doctor Altamirano? _consulta el mayor.

- No, me siento bien... _asiente y se acerca levemente_ Quería hablar contigo.

- Ya veo... Dame un momento _dice mientras termina de revisar algunos documentos que iba guardando uno a uno.

- De acuerdo _asiente y lo espera sentado en uno de los sofás de la oficina.

- ¿Muy bien, que puedo hacer por tí?_pregunta tomando asiento frente a su hijo.

- Con que me escuches es suficiente... Es que oí el lío que se armó hoy _dice sin saber cómo iniciar la conversación.

- Pensé que no estabas en casa... Entonces quisiera pedirte un favor, manten a tu hermana lejos de ese chico, no me gusta esa amistad y menos un noviazgo entre ellos _afirma muy enojado hasta que una seña de su hijo lo tranquiliza.

- Nathan no es mala persona, es un buen amigo y buen estudiante _asegura el castaño.

- Si tú lo dices no tengo por qué dudar, pero la conducta de tu hermana me preocupa, siento que no he sabido educarla como es debido, pensaba que mimandola y dándole tiempo de calidad sería una señorita dulce y cariñosa pero me equivoqué, no contaba con que el proceso de crecimiento me la quitaría _dice con un pesado suspiro.

- Eso no es verdad, antes que nada quería decirte que no me gustó que Cassandra la haya encerrado en su habitación, no quiero meterme en las decisiones de ustedes para nuestra educación, pero a mí no me ha parecido bien, es mi hermana menor y me gustaría que no lo vuelva a hacer _dice con una serena expresión.