Infierno de Poder [ Inazuma Eleven ]

18•°Bomba

- Hiciste un buen trabajo, Beatriz _habla la pelinegra mientras revisa los documentos_ una vez esto esté listo, no habrá nada que me pare.

- Ya... Gracias _asiente con la cabeza mientras entrecierra los ojos y se cruza de brazos.

- ¿Por que me miras así? _reclama enojada y hace una nueva.

- Pienso que fue demasiado, Cassandra debes detenerte _afirma la contraria dando un pisotón al suelo.

- ¿Perdón? ¿Desde cuanto tú me dices a mí que debo o no hacer? _levanta una ceja y se pone de pie_ No pienso parar hasta tenerlo todo.

- Pero le estás causando un sufrimiento inesesario a una criatura inocente... Por mucho que la hija de William te haya puesto las cosas difíciles no quiere decir que puedas... _recrimina hasta que es callada por una bofetada tan fuerte que cae al suelo.

- ¡Insolente!, no te olvides de que yo te salve la vida, me la debes... _grita muy emojada_ Y si vuelvo a oír una sola queja de tí, pagarás caro tu osadía.

- Que así sea... _habla valientemente mientras se pone de pie_ No voy a dejar que sigas haciendo daño _levanta la cabeza y aprieta los puños_ Detente ahora o yo misma revelaré todo lo que has hecho, quiero que esto se acabe, me cansé de ser tu marioneta...

- De acuerdo, solo hazme este último favor, y no volverás a verme _asiente levantando una ceja y sonriendo.

- ¿Lo prometes? _pregunta asombrada, posiblemente aún había algo de humanidad en Cassandra.

- Ajá... _asiente mientras sonríe de lado.

- Está bien, tenemos un trato _asiente del mismo modo y finaliza con una expresión de pregunta.

- Tenemos un trato... _responde y de dan las manos_ Termina con esto y búscame en esta dirección para despedirnos _finaliza entregándole una tarjeta escrita a mano.

- De acuerdo... _asiente tomando aquello.

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Unos días después, Cassandra se encuentra en la habitación de su hijastra mientras William y Jude apreciaban desde el marco de la puerta como está le suministraba sus pastillas.

- Vamos, Bianca, es hora de tu medicamento _habla dulcemente mientras sirve un vaso de agua.

- Cassandra es maravillosa, Bianca a vuelto a comer, los medicamentos le están sentando muy bien _susurra el padre con una sonrisa.

- Ya lo creo, mi madre debe estar muy feliz por qué alguien tan buena cuida de ella. Ahora ya me iré más tranquilo a Boston _afirma el castaño.

- Me alegra saber eso, hijo _añade el padre.

- Ahora vuelvo, mis amigos me esperan, volveré temprano _se despide antes de irse.

Unos momentos después, aquella mujer sale de la habitación muy despacio y finge sorpresa al ver a su esposo.

- Mi amor _la saluda esté.

- Ya esta dormidita, no quiso que me vaya hasta entonces _afirma mientras una sirvienta se lleva el vaso vacío.

- Me alegra saber que ya se llevan bien _asegura el más alto.

- Dicen que no hay mal que por bien no venga, quizás todas estas desgracias ocurrieron para que nos llevemos bien _continua ella con aquel tono dulce.

- Seguro que si, nuestra familia se restaura poco a poco _afirma y los esposos se abrazan.

- Eso crees tú... _dice mentalmente Cassandra mientras sonríe victoriosamente cuando esta ya no puede ver su rostro.

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- Los resultados no mienten, señor Sharp, su hija padece un alto cuadro de esquizofrenia paranoide. Y por mi ética médica, debo sugerir que sea internada de inmediato _informa fríamente el doctor

- Pero doctor, ella está tranquila en casa, no veo por qué... _interviene Cassandra con una actuación digna de un Oscar.

- Los medicamentos que esta tomando son los que la mantendrán calmada por un tiempo, pero esa lamentable enfermedad avanza sin que lo veamos, y una vez detone en ella, no habrá nada que se pueda hacer... Es por el bien se la señorita _asegura con lástima.

- ¿Cuanto tiempo tardara en detonar la enfermedad, doctor?

- No lo sabemos... Es una bomba de tiempo, y solo queda controlarla con los medicamentos hasta que eso pase _finaliza del mismo modo.

Mientras se daba esta conversación, Bianca recibía una serie de inyecciones y era minuciosamente atendida por aquellos médicos, mientras estaba en esa cama psiquiátrica.

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- No creo que Bianca necesite ser internada... Mírala, está tan tranquila, seguro que con las medicinas estará mucho mejor en un tiempo _anima Cassandra a su esposo.

- No se que haría yo sin ti, mi amor... Lo que quisiera es no compartir esta noticia con mi hijo, le afectará mucho _habla con las manos en su espalda.

- Es verdad... Pero es su hermano, debe saberlo _afirma mientras le acaricia los hombros.

Y en efecto, Jude rompió en llanto cuando supo lo que le esperaba su hermana menor, su único consuelo fueron los brazos de su Madrastra, quien lo recibío con tanto amor que hasta parecía real.

Una situación lamentable pero real.

Mientras veían su hijastro llorar en sus brazos, Cassandra recordó las palabras de aquellos médicos ese día.

- La bomba de tiempo es real, hay tanto narcóticos en su sangre que en cualquier momento estallara... Pon esto en el agua con la que toma las pastillas cuando quieras que explote... _finaliza dándole aquellas gotas trasparentes.

Abrazaba a Jude mientras calmaba su llanto, pronto daría paso a la siguiente fase de su macabro plan.

Durante unos días más, la mansión parecía de lo más normal, hasta que Cassandra recibió el mensaje de Beatriz.

10:13am

💬 Está listo...

Cassandra sonrió de lado, aquello coincidía con el día que Jude partía para Boston a comenzar sus estudios universitarios.

Espero al momento en el que debía suministrar las pastillas a la joven, la sentencia de Bianca estaba lista, una vez subió, disolvió las gotas en el agua y le dio los medicamentos como de costumbre.

Reviso que realmente se hubiera tragado las medicinas y esperó, 1 minutos, 2 minutos... Y finalmente, como si la justicia hubiera dejado de existir, ocurrieron al mismo tiempo, Jude entro en la habitación, y lo segundo, fue que coincidentemente el narcótico hizo su efecto.

Cassandra tenía una gran ventaja, y su mejor coartada, sería la presencia de Jude en su infame plan envuelto con una manta de amor.