Infierno de Poder [ Inazuma Eleven ]

7•°Corrección

- Ni loca, papá, no voy a irme a casa de esa mujer aunque me muera _afirma la adolescente muy enojada cuando recibe aquella noticia antes de salir de la oficina de su progenitor y encerrarse en su habitación.

- Bianca... _la llama su padre inútilmente.

- Yo voy, está situación no puede seguir así _habla Jude antes de salir hacia la habitación de la misma.

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- ¿No crees que estás siendo muy grosera con papá? _pregunta una vez logra calmar la ira de su hermana.

- Él tiene la culpa, nunca debió intentar reemplazar a mamá _afirma con los brazos cruzados.

- Lo sé, a mi tampoco me gustó en un comienzo... _asegura sentándose a su lado.

- No parece, tú te llevas bien con esa desgraciada _comenta bruscamente.

- ¿Tú crees? A mi tampoco me agrada la idea del todo, pero a diferencia de ti, lo hago por él _afirma viendo a la menor quien se confunde ante sus palabras_ ¿No crees que él merece rehacer su vida con alguien más? _pregunta con una leve sonrisa.

- Bueno, no digo que el no pueda ser feliz... Pero Cassandra no me gusta _habla del mismo modo.

- No te pido que te agrade, solo que le des una oportunidad, no por mí... Sino por papá, no se si sabías pero él piensa que ya no lo quieres por la actitud que estás tomando _le cuenta recordando la charla con su padre.

- Eso no es verdad, yo lo quiero mucho, pero... No, no quiero que se case con ella, nadie vendrá a ocupar el lugar muestra madre _dice muy enojada. 

- Solo te pido que lo hagas por él, dale una oportunidad a Cassandra por la felicidad de nuestro querido padre ¿Tenemos un trato? _pregunta con una sonrisa mientras la menor piensa un momento.

°∆°∆°∆°

- ¿De verdad, Bianca? _pregunta el padre emocionado al oír que su hija aceptaba pasar esos días en casa de su prometida.

- Si, papá _asiente haciendo una leve mueca.

- No sabes cuánto te lo agradezco _afirma el adulto abrazándola.    

Y dicho y hecho, tres días después, Bianca y Cassandra acompañaron a los dos al aeropuerto, una vez el avión despegó, ellas se dirigieron a la casa de la pelinegra.

- ¿Esta es mi habitación? _consulta mientras divisa el dormitorio a detalle.

- La decore para que sea de tu agrado ¿Te gusta? _pregunta sonriendo.

- Es muy pequeña... _afirma de modo despectivo_ Pero solo será por unos días, así que está bien.

- Si, bueno, no me parecía correcto ir a la mansión antes de casarme con tu padre _habla la pelinegra.

- Es verdad, no vas a dormir en la cama de mi madre _asegura viéndola fijamente.

- No, claro que no, tu padre y yo pensábamos en mudar de habitación para... _dice colocando la maleta de la niña sobre la cama.

- No hablo de eso _interrumpe.

- ¿Ah no? ¿Entonces de que hablas?  _consulta con una sonrisa.