3•° Adorable

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Tiempo después de haber iniciado una relación oficial, llegó el día que Wiliam considero prudente presentarle a Cassandra a sus hijos, por lo que todos fueron a reunirse a un elegante restaurante para cenar. 

Bianca lucia adorable en su vestido de seda y mangas bordadas, zapatos a juego y medias caladas, todo en rosa pálido además del cabello adornado con una diadema. 

Jude como todo un caballerito, vestía un traje elegante de color gris.

- ¿Cual es la sorpresa que nos tienes, papá? _pregunta el niño.

- No coman ansias que... Ya llegó _dice muy contento yendo a recibir a dicha sorpresa al verla llegar al restaurante. 

- ¿Quien es ella? _murnura Bianca a su hermano y ambos se ponen de pie cuando ven llegar a la invitada.

Cassandra parecía sacada de una revista, usaba un vestido rojo tan fuerte que cegaba la vista a cualquiera, y tan ceñido que la pequeña Bianca se entretuvo unos segundos imaginando como habría hecho la invitada para meterse ahí dentro, el cabello lleno de tirabuzones cayendo por aquí y por haya, aquella mujer descalza, seguro que tenía una altura promedio pero montada sobre aquellos inmensos tacones, resultaba impresionante, no obstante nadie es perfecto y en medio de su rostro, destacaba una pronunciada naríz que fácilmente era comparada con una montaña rusa.

Totalmente diferente a la sencilla pero elegante Paola que siempre lucia como bajada del cielo con su cabellera rubia y sus ojos azules.

- Niños, les presento a la señorita Cassandra Pereira, mi novia, preguntenle como está _indica el padre, sacando de sus pensamientos a sus hijos.

- ¿Como está usted? _preguntan al unísono.

- Bien, bien, gracias, pequeños _afirma la mayor viéndolos fijamente.

- Él es Jude, y ella es Bianca, las luces de mis ojos _los presenta su padre mientras ambos ven atónitos dicha "sorpresa"

- Eso salta a la vista, que niños más adorables _dice mientras coloca una mano en su mejilla.

- Muchas gracias _dicen el unísono mientras se miran extrañados.

- Que graciosos, parecen el reflejo del otro _comenta al verlos, mismo color de cabello y ojos, solo les faltaba ser del mismo género. 

Todos se sientan y piden algo de comer, tras un rato llega el postre encargado por cada uno, hasta que sale un nuevo tema de conversación.

- Niños, Casandra me dio la idea de ir a la casa de campo este fin de semana ¿Les parece bien? _consulta el padre.

- No lo sé, papá. Es que tendremos muchos deberes _afirma la menor.

- Por favor, bonita, yo puedo ayudarte a hacer tus deberes _dice la mujer con una enorme sonrisa_ A ti también, Jude.

- Entonces no se diga más, ya tenemos planes _indica el padre. 

Tras terminar de comer, todos se ponen de pie. Se despiden y la adulta se va a su casa en su auto mientras la familia hace lo mismo.

- ¿Y bien, algo que decir? _pregunta entusiasta el padre una vez están los tres en la mansión.

- Si esta es alguna especie de búsqueda materna, mejor ni lo intentes, papá. Nadie puede ocupar el lugar de mi madre, nadie _afirma Bianca muy enojada antes de irse a su habitación.

- Pero Bianca, hijita... _la llama el padre siendo inútil, la niña ya se había encerrado en su habitación_ ¿Tú qué opinas sobre esto, Jude?

- Mantengo una opinión nula con respecto a tu nueva relación con esa señorita, pero si debo opinar de forma obligatoria, pienso igual que mi hermana _afirma antes de hacer lo mismo que la menor.

- Pero niños... _murmura el adulto y en eso recibe una llamada_ Cassandra _anuncia y responde_ Hola.

- ¿Que tal, cariño? ¿Alguna novedad de los pequeños adorables? _pregunta mientras estaba sentada en su cama, con una copa de vino en las manos. 

- No, ninguna, bueno, ellos son un poquito celosos y lo demuestran, pero nada de que preocuparse _cuenta con sinceridad mientras va a su habitación.

- Lo imaginé, no esperaba agradarles a la primera, pero tú déjalo en mis manos, verás que con el fin de semana que pasaremos en tu casa de campo, me ganaré el corazón de esos pequeños celosos _asegura con una risita de conejo.

- Si, ellos ya lo creo _afirma sonriendo el padre.

- Pero aunque no me lo preguntes, a mi tus hijos me cayeron de lo mejor, se ve que tienen una buena educación y un padre maravilloso, si yo fuera tu hija también me pondría celosa _afirma riendo a través de la línea.

Y así siguieron charlando hasta que ambos fueron vencidos por el sueño.

Infierno de Poder [ Inazuma Eleven ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora