En cuanto Sueño cruzo aquella puerta llego al mismo lugar, su sala del trono, allí frente a el se encontraban todos esperando su regreso.
En cuanto todos se dieron cuenta de su presencia se acercaron a el con rapidez.
-¿Y bien? ¿La has encontrado?-. Pregunto Ignis con inquietud.
-Sí, la he encontrado. Mentiría si dijera que ha sido fácil, aquello era... infinito, nunca había visto nada igual. Pero la encontré, aquí... esta-. Sin embargo la voz se convirtió en un susurro al darse cuenta de que al girar su cabeza atrás de él no había nadie. Miro a todos lados, desesperado, pensaba que Angie venia atrás de él, pero allí no había nadie- No puede ser, ella venia conmigo. Os juro que la he encontrado, tenía su mano fuertemente agarrada-. Dijo con el corazón en la mano, el miedo lo inundo al pensar que la había perdido por el camino.
-Mira tu mano muchacho-. La grave voz de Dios inundo los oídos del rey, que los miro extrañado y con el ceño fruncido.
Este agacho su cabeza y fue entonces cuando noto que en su mano tenía algo agarrado fuertemente, la abrió y se sorprendió al ver que su palma guardaba un brillante cristal.
-Eso es el alma de Angie, ahí guarda todo de ella, su esencia, sus recuerdos... todo. Lo has conseguido Morfeo, rey de los sueños, la has traído de vuelta-. Todos sonrieron con fervor.
-¿Esto... es Angelica?-. Pregunto Sueño observando con mas detenimiento el cristal.
-Ya tienes lo más importante, ahora solo le hace falta un cuerpo donde insertar eso. Pero eso ya es trabajo tuyo, el mío acaba aquí. Espero que esta vez Morfeo, aproveches esta nueva oportunidad-. Le dije guiñándole un ojo- Vamos niñas, tenemos trabajo que hacer-. Ordeno a Ignis y Elaine desapareciendo al momento.
-Nos veremos pronto Rey de los Sueños. Cuida bien de ella, sé que eres el indicado-. Se despidió la pelirroja desapareciendo segundos después.
-Hazle algo y te corto la cabeza ¿Entendiste?-. Aquellas fueron las últimas palabras de Elaine antes de irse junto con su hermana.
-Pero que chica más agresiva, nadie diría que es un ángel-. Mathew se poso en el hombre de Sueño- Deberíamos de darnos prisa señor, la señorita Angelica nos espera-.
-En marcha Mathew, primero buscaremos a Lucienne y luego terminaremos con todo esto de una vez-.
-Si mi señor, detrás de vos-.
--Más tarde—
Sueño se encontraba junto a Lucienne y Mathew en la orilla, ese lugar donde creaba los sueños y pesadillas, varios cuerpos sin rostro y forma se situaban en su frente, esperando a que el rey de ese mundo les diera un propósito en su vida.
La bibliotecaria observaba en silencio a su señor, que tras haber sido informada por este de todo lo ocurrido en su ausencia se preguntaba si sería capaz de aquello, sabía que su señor era muy poderoso pero aquella tarea que el creador le había encomendado era un poco... arriesgada.
Este saco del bolsillo de la gabardina el brilloso cristal que había conseguido en el cielo de las almas y lo observo detenidamente, en el interior dudaba de si era capaz de lograrlo, tenía miedo de fallar, de no conseguirlo y que todo lo que había hecho fuera para nada.
No lo pensó más y con gran decisión introdujo el cristal en uno de los cuerpos sin forma que allí había, este cerro los ojos, necesitaba concentrarse al máximo y no dejar que nadie ni nada lo obstaculizara en aquello.
Concentro todo su poder e imaginación en crear el cuerpo perfecto para su amada Angie.
Por su cabeza pasaron todos los recuerdos que tenia con ella, desde el momento en que la conoció hasta el fatídico momento en que este perdió la vida entre sus brazos.
Pensó en sus hermosas alas.
En sus dulces y expresivos ojos.
En su radiante sonrisa y en el sonido que esta hacia cuando se reía.
En su largo pelo rubio como el sol.
En su preciosa voz y cuando la escucho cantar por primera vez.
Entonces la figura empezó a brillar y poco a poco fue moldeándose a la figura que este tenía en su mente.
Grandes alas aparecieron en su espalda, el pelo le creció hasta la cintura y un desnudo cuerpo empezaba a verse.
Los rasgos de la cara se definieron y eran tal y como el rey recordaba, igual de radiante y hermosa.
Finas cejas, largas pestañas, carnosos labios, redondas y rosadas mejillas.
El corazón de Morfeo sintió una punzada al verla de nuevo ahí, junto a él, y en su estomago algunas mariposas revoloteaban haciendo que se sintiera algo nervioso.
Sus ojos se cristalizaron un poco, lo había conseguido, la había traído de vuelta.
-Abre los ojos, sueño creado por mí, Morfeo Rey de los sueños y pesadillas, desde ahora vivirás para servir al reino y a los humanos, serás la encargada de velar por ellos cuando estos duermen. Combatirás contra las pesadillas que los atormentan y garantizaras que descansen. Abre los ojos Angelica, tu rey te espera-.
De repente unos grandes ojos azules se abrieron y clavaron su mirada en Morfeo, pero algo había cambiado en ella, su mirada ahora estaba llena de seguridad, confianza en sí misma, decisión y sobre todo, poder.
Morfeo había creado a unos de sus sueños más poderosos.
Y ahora reinaría junto a el por el resto de la eternidad, ahora nada ni nadie los separaría, les quedaba toda una vida de aventuras, risas y amor.
Porque ella no solo se había convertido en la guardiana del corazón de Sueño, sino también
꧁꧁En la guardiana de sus sueños.꧂꧂
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ɢᴜᴀʀᴅɪᴀɴᴀ ᴅᴇ ʟᴏs sᴜᴇɴ̃ᴏs「𝙏𝙝𝙚 𝙎𝙖𝙣𝙙𝙢𝙖𝙣」
Fanfic¿Qué pasaría si Morfeo se llevara del reino de Lucifer algo que le pertenecía al dador de luz? ¿Le perdonaría por haberle robado su ultima adquisición o por el contrario el Rey de los sueños la protegería con su vida? Aquel encuentro con ese ángel...