Capítulo 10

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4 de junio de 2022
Monte-Carlo, Mónaco

Audrey viajaría a California mañana. Estaba emocionada por ver a sus hermanos y a su padre, pero la idea de la ceremonia que año con año le hacían a su madre no le daba nada de gusto. Siempre se las arreglaba para evitar ir.

Al ser el último día de ella y de su amigo juntos en Mónaco, habían decidido pasarla juntos. Antes que el francés llegará por ella, decidió hablarle a su hermana Alba. Los problemas con ella aún seguían y pese que Nick le dijo que lo mejor era que no interviniera, aun así lo hizo.

— ¡Hola, Alba! — saludó Audrey entusiasmada cuando su hermana respondió a su llamada.

— ¿Qué quieres, Audrey? — respondió en tono cortante Alba —. Tengo prisa, voy de salida.

Audrey perdió todo el entusiasmo y las ganas de hablar con su hermana al escuchar el tono en que le contestó. Ahora entendía la razón por la que Nick no quería que hablará con ella.

— Solo quería saber de ti — dijo la chica desanimada — tiene mucho que no hablamos.

Alba resopló con fastidió antes de responder.

— Pues ya sabes, no creo que tu hermano y tu adorado papá no te hayan dicho anda.

— Alba somos tu familia — agregó Audrey intentando dialogar con su hermana mayor — queremos lo mejor para ti, eso que haces no creo que...

— Adiós — y sin decir una palabra más corto la llamada.

Audrey quedo sorprendida cuando Alba le corto la llamada. La relación con su hermana nunca volvió a ser lo mismo desde que ella se mudo a Mónaco y no entendía el porqué. El timbre del departamento sonó, sacándola por completo de sus pensamientos, se dirigió a la puerta para abrir.

— Llego tu persona favorita para que nos divirtamos en nuestro último día juntos en Mónaco.

Pierre dejo de sonreír cuando vio el semblante decaído de su amiga, inmediatamente frunció el ceño y se acercó hacía ella para averiguar que sucedía.

— ¿Qué pasa? — preguntó el francés abrazandola — ¿por qué estas desanimada?

— Intenté hablar con mi hermana y me colgó la llamada — respondió encogiéndose de hombros — siento que me odia, Pierre...

— Es tu hermana, pulga, ella no te odia — negó el francés intentando restarle importancia — debe de tener sus propios problemas y eso la tiene de mal humor. Nadie podría odiarte a ti, Drey.

— Pierre me trato horrible y me colgó la llamada — repuso ella — yo creo que si me odia.

— ¿Nick te ha dicho algo? — preguntó Gasly.

— Solo que anda muy rebelde e insolente — respondió.

— Entonces ya se le pasará, pulga.

— ¿Tu crees? — preguntó — no quisiera estar incomoda en mi propia casa.

— Pues si llega a pasar, siempre puedo ir por ti — Pierre dibujó una amplia sonrisa en el rostro — ahora, vamos a divertirnos este último día, ve por un bañador y tu ropa, pasaremos el día en el yate de Charles.

Audrey cambio su semblante por completo, esbozo una amplia sonrisa y sus ojos tuvieron un brillo que hizo que Pierre sonriera igual.

— ¿Vamos a meternos a nadar? — preguntó haciendo un gracioso puchero — luego Charlotte solo quiere tomar el sol y eso es aburrido.

— Por supuesto, yo mismo me meteré contigo — prometió el francés — tu y yo vamos a divertirnos hoy.

Audrey soltó un chillido emocionada y abrazó con fuerza a su mejor amigo para luego ir a su habitación a empacar todo lo que Gasly le había dicho. De nuevo, esa era una de las razones por las que Pierre se había escabullido en su corazon. Cuando todo parecía ir mal, siempre aparecía el para arreglarle el día. Pereciera que si estaba con el, nada iría mal.

How you get the girlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora