Capítulo 36

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11 de octubre de 2022
Napa, California, Estados Unidos.

Audrey se había despertado muy temprano esa mañana. Luego de llegar a su casa todo se sentía diferente, ya no había el rechazo de siempre cada que visitaba su hogar, ciertamente el haber ido al cementerio la última vez y sanar sus heridas había ayudado y mucho.

— Sabía que te encontraría aquí — Nicholas sonrió y se sentó junto a su hija — te despertaste muy temprano, cielo.

— Mamá siempre nos traía a Alba y a mi a mirar el amanecer...

Nicholas sonrió mientras abrazaba a su hija.

— Lo se, cariño, Nick nunca venía odiaba madrugar.

— Es algo sólo de Nick.

— ¿A que hora llegará Pierre? — preguntó Nicholas — ya esta lista su habitación.

— Al medio día debe de estar en San Francisco, iré por el para venir juntos a Napa.

— Puedo enviar a alguien por el.

— Me gustaría ir por el papá — respondió ella negándose — no lo he visto en semanas.

— Pues que alguien te lleve, no me gusta que conduzcas sola.

— Estaré bien, papá — asintió.

— Ahora vayamos a desayunar.

Audrey asintió, caminando junto a su padre de vuelta a la casa, alejándose un poco del enorme viñedo. Al llegar vieron como la pequeña Regina junto con Alba bajaban para desayunar. Luego de haber aclarado las cosas, Alba estaba un poco más tranquila e intentaba llevar una relación cordial con su padre y con su hermana.

Todo parecía indicar que las cosas volvían a la normalidad luego de que su madre falleciera.

— Buenos días, hijas — dijo el padre de las chicas — me siento tan feliz de tener a todos mis hijos conmigo.

— Buenos días, papá — respondió Alba — recuerda que tengo que pagar lo de la universidad hoy.

— Por supuesto, cariño, yo te hago el cheque.

— ¿En cual te decidiste siempre? — preguntó Audrey con interés.

Finalmente Alba dirigió su mirada hacia su hermana, sonriéndole cortamente.

— Me voy a Nueva York, quiero estudiar literatura.

— Serás una grandiosa escritora, hermana.

Alba miró a su hermana con un poco de duda y cierta timidez.

— ¿De verdad lo crees? — preguntó la mayor de las hermanas Hoffman con algo de duda.

— Lo hago, eres grandiosa, Alba — respondió Audrey mientras se servía un poco de café — nunca dudes de ti, sabes que siempre tendrás a tu familia que te respalda en todo, en especial me tienes a mi siempre.

— Lo se, hermana, te lo agradezco — dijo sincera la chica — ¿a que hora llega el invitado europeo?

Audrey sonrió un poco al escuchar a su hermana preguntar por Pierre.

— Después de desayunar saldré al aeropuerto de San Francisco a buscarlo.

— Yo quiero ir contigo, Drey — intervino Regina.

— Yo tengo que ir a San Francisco en un rato, yo puedo llevarlas — Alba miro hacia su papá — si tú estás de acuerdo, papá.

Nicholas sonrió mientras asentía con la cabeza.

How you get the girlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora