How you get the girl

Capítulo 33

13 de septiembre de 2022
Monte-Carlo, Mónaco

La luz del amanecer le dio en el rostro al francés, soltando un leve gruñido al despertarse. El enojo pronto fue sustituido por una sonrisa boba, cuando se percató que junto a él estaba Audrey profundamente dormida, cubierta solo por una sábana delgada, sus recuerdos viajaron a la noche anterior.

Sus besos, sus gemidos, sus gestos, la forma en que la hizo suya, Audrey lo tenía por completo cautivado, se arrepentía de haber perdido tanto tiempo siendo amigos cuando ella pudo ser su algo más. Pero ahora, sabía que Audrey era todo para el, era suya.

Sonrió cuando la miro dormir con los labios ligeramente entreabiertos, el cabello desordenado sobre la almohada, su rostro transmitía paz y tranquilidad, se veía tan linda que no quería que despertara.

Pierre no supo cuánto tiempo tardó mirándola hasta que ella comenzó a removerse abriendo poco a poco sus ojos mientras esbozaba una sonrisa al encontrarse con el rostro de Pierre.

— Buenos días, amour — dijo el cuando la miró despertarse un poco.

— Buenos días, francesito — susurró ella mientras tallaba su ojo — ¿qué hora es?

— Como las 8 de la mañana, es temprano aún.

— Entonces abrázame y sigamos durmiendo — dijo ella.

Pierre sonrió cuando la miró acomodarse más cerca de él para que la abrazara, algo que Gasly no pudo evitar hacer.

— Prefiero mirarte mientras lo haces.

— ¿Tienes tendencias de acosador? — cuestionó Drey divertida — uno nunca termina de conocer a las personas...

— No tengo tendencias de acosador, pulga.

— ¿Entonces es normal que quieras verme dormir?

— Te ves aún más hermosa durmiendo, pulga.

Antes de que Audrey pudiera responder algo, el teléfono de ella comenzó a sonar, por lo que se estiró para alcanzarlo, cuando se percató que era su padre se puso pálida de inmediato.

— Es mi papá — dijo ella con nerviosismo — ¿que le digo?

— El no sabe que estás desnuda en mi cama, pulguita — respondió Gasly divertido — y mucho menos sabe lo qué pasó en esta cama ayer en la noche.

— ¡Pierre, cierra la boca!

— ¿Estoy diciéndote alguna mentira?

— Eres un pesado.

Pierre miró el teléfono que continuaba sonando en la mano de la chica.

— Respóndele, pulga.

— Ah si, cierto — Audrey respondió la llamada — Hola, papi, ¿que haces llamándome a las 8 de la mañana?

— Estoy en el aeropuerto de San Francisco, cielo — dijo Nicholas provocando que Audrey frunciera el ceño confundida.

— ¿A donde iras? — preguntó ella con curiosidad.

— Tengo un viaje de trabajo en Portugal, me estoy yendo antes porque quiero pasar a verte.

— ¿Vienes de visita? — Audrey sonrió emocionada —. Yo iré por ti al aeropuerto, papi.

— Solo estaré algunas horas, mi amor — respondió Nicholas riendo por el entusiasmo de su hija — por la noche sale mi vuelo para Portugal.

— Almorzaremos juntos, iremos de compras y... ya se me ocurrirán más cosas — Pierre sonrió divertido al escuchar a la chica — me avisas cuando llegues, papi.