El Ángel Guardián

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Sus zapatos resonaron en el pavimento de la calle solitaria, una angustia inundaba su pecho al pensar en el chico que había dejado solo en el apartamento.

Pero no podía quedarse, por más que lo deseara, porque sus reglas impedían que diera a conocer lo que realmente era a cualquier persona.

"si tan solo pudiera quitarle esos recuerdos" pensó Jeon, "si tan solo nos hubiéramos conocido en otras circunstancias"

Con cuidado se puso los guantes negros de nuevo y juntó sus manos intentando sentir un poco de calor en aquella madrugada; una estela de humo salió de su boca y siguió hasta perderse en la lejanía.

La puerta de su antigua casa se abrió dejando ver la sala iluminada por la luz de la luna que entraba en los ventanales.

Nunca se cansaba de aquella casa, los vitrales de sus altas ventanas eran preciosos, no solía ponerle atención a eso, pero aquella noche se hallaba nostálgico.

Jungkook se sentó en el sillón y suspiró, pensaba una y otra vez como explicar a sus padres algunas cosas sin meter a Kim en eso.

"se que voy contra las reglas, pero solucionaré esto, yo solo soy capaz"

Un halo de luz blanca apareció proveniente del pasillo y Nam hizo presencia, vestido como siempre con sus ropas de chico rebelde.

—ya no pareces mi padre, eres demasiado joven, bromeó Jeon al verlo aparecer.

—¿por eso me desobedeces? Rio mostrando sus hoyuelos, el ángel guardián.

Namjoon se sentó al lado de Jeon y posó su mano en su cabeza para que se recostara en su hombro.

—¿dime que pasa pequeño? Sé que estás triste y angustiado por algo que no debería preocuparte.

—alguien me anda buscando con mucha prisa, dijo Jeon, —su ansiedad ha hecho que tome rehenes para llamarme, me han dejado un mensaje para ti.

—¿el rehén es importante? Dijo Nam al sentir la angustia envolviendo a su pequeño.

Jeon tembló de las manos,
—todos los humanos importan, es nuestro deber protegerlos para mantener el equilibrio.

—entiendo, dijo Nam presintiendo la razón verdadera de la angustia de Jeon, pero no dijo nada al respecto.
—¿cuál es el mensaje?

—dijo que no me metiera en su camino, porque sería el próximo en morir, ya han matado a varias almas condenadas, su amo se había había encargado de eso.

Jungkook tragó saliva y continuó, —dijo que su amo era un demonio legionario, uno que tú sabrías reconocer.

Min Yoongi apareció yéndose a sentar junto a Jeon abrazándolo con fuerza mientras sonreía.

Nam siempre lo observaba con demasiada atención cuando sonreía, las encías que se asomaban en su entrenador lo hacía sentir cálido, le hacía pensar que la humanidad aún merecía una oportunidad.
"si tan solo pudiera corresponderte como un humano" ese pensamiento lo traía atorado desde hacía más de un siglo.

Al ver a Yoongi aferrarse a Jeon, se unió al abrazo, dejando sin respiración a su pequeño.

—es raro verte volver después de tus tareas nocturnas, dijo Min aún aferrado a Jungkook.

Nam le hizo una señal con la mirada a Min, éste entendió y no dijo nada tampoco.

Después de refererirle lo mismo que le había contado a Nam, Jeon se quedó esperando una respuesta.

—no sabía que había un demonio tan poderoso en la ciudad, dijo Yoongi poniéndose serio.
—hasta ahora sólo habíamos visto a esos demonios de cuarta que sólo fastidian a las personas haciéndolos perder el control. Continuó hablando mientras se ponía de pie y caminaba por la habitación.

Jeon se quedó pensando antes de continuar, se debatía entre hablar o no respecto al caso que había revisado con Kim. Su respiración se aceleró y después de tragar saliva habló de nuevo.

–tiene sentido que haya un demonio fuerte en la ciudad, coincide con las evidencias del caso policíaco al que estoy apoyando.

—¿Por qué? Explicate, dijo Nam.

—las evidencias del caso requieren un traductor de latín, porque todo lo hallado en escenas del crimen está en ese idioma.
Han matado a seis personas en el país de la misma forma y con el mismo rito.

Nam y Yoongi lo observaron asombrados, el ambiente se sintió tenso de pronto, aquello era algo grave.

—se por sus enseñanzas que ese tipo de muerte sólo es provocada por demonios.

—¿por qué lo dices?

—porque las víctimas vomitaron sus intestinos y no tienen corazón a pesar de no tener aberturas o heridas en el cuerpo que demuestre que se los sacaron.

—El Detective piensa que es un psicópata o algún fanático traumado por la brujería. Se apresuró a decir Jk para eliminar a Kim de la conversación.

—¡Algo fuerte trama ese maldito! dijo Min, ese tipo de muerte no lo gastaría en cualquier mortal.

—El Detective no debe saber nada de esto, sacalo del camino, guíalo a otras cosas, pequeño. Susurró Nam con preocupación.

—Aún tengo algo más que descubrir en la evidencia que tiene, después de eso lo dejaré por un lado, mintió Jeon con toda la seguridad para que le creyeran.

Después de aquello, se despidió para irse a su apartamento.

Nam se quedó pensativo, sus milenios de existencia y sus batallas se arremolinaban en su ordenado archivo de su halo blanco.

Yoongi se sentó frente a él y colocó sus manos en sus hombros masajeandolos, —¿tu cuerpo mortal te agobia? Dijo con cariño.

Nam lo tomó de las manos y lo atrajo hacia su cuerpo sentandolo en sus piernas sorprendiendolo.

—eres mi entrenador, yo te elegí para que recibieras los dones, dijo con sus ojos penetrantes viendo a Yoongi.
—cuando te vi supe que serias perfecto para todo lo que deberías hacer, te estimo como a Jeon, mi ser se siente cálido en tu presencia, tu sonrisa hace que yo aun crea en la humanidad.
—no hay muchos humanos como tú.

Yoongi había escuchado a Nam decirle aquello cientos de veces, habían convivido demasiados siglos.
Nam sabía que se había enamorado de él, por eso le decía aquellas cosas, Min siempre pensaba que eran su disculpa por no corresponderle, pero jamás lo había tocado de aquella forma.

Hasta ese momento, que lo había sentado en sus piernas cual cachorrito y lo había estrujado junto a su pecho.

—Nam ¿qué haces? ¿Esto no es prohibido? ¡Eres un ángel guardián! No insistas en decirme lo mismo como una disculpa, yo se vivir con esto, lo se soportar. Dijo con pánico al sentirse tan cerca del ser que idolatraba.

—no es debido, pero no prohibido, tu eres un ser tan puro y tierno, que tu enamoramiento hacia mí, solo me ha hecho sentir que podría condenarme con gusto si decido usar este cuerpo mortal.

—¡no lo hagas! Podrías desaparecer para siempre, eso si no podría soportarlo, dijo Min intentando soltarse de los brazos del ángel, sus ojos se habían cristalizado a punto de llorar.

—¡no llores! dijo Namjoon abrazándolo con más fuerza, mi cuerpo mortal no puede sentir nada, pero saber que tú si puedes sentirlo me llena el interior de calidez, ¡no voy a desaparecer!

—¿podrías sonreír de nuevo? Preguntó a centímetros del rostro de Yoongi, quien temblaba ante sus palabras.

Sus ojos se encontraron, se observaron en aquella posición, mientras una gota cristalina salió de los ojos de Min Yoongi, deslizándose por su mejilla.

Nam no pudo evitarlo y se acercó para detenerla con sus labios, sintiendo el sabor salino y la tibieza de la esponjosa mejilla que sus manos enmarcaban.

Love And Shadows: Eternal (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora