Alma Mía ¡Perdóname!

111 14 2
                                    

—llamaré a Jeon, susurró Nam  después de separarse de la boca de Min, mientras se veían a los ojos sonriendo.

Su hermosa sonrisa de hoyuelos apareció, Yoongi besó aquellas marcas como un sueño que había querido cumplir hacía siglos.

—llámalo, quizá sólo fue un mal pensamiento.

Jeon corrió a su teléfono que sonaba sin descanso, su corazón latió desenfrenado por la angustia, las nubes grises tormentosas le habían acompañado cada segundo desde que Kim lo había dejado solo.

—¿Kim? Dijo desesperado, sin darse cuenta de su error.

¿Jeon? Hijo, ¿todo está bien contigo? ¿Qué haces ahora?

¡papá! Estoy perfecto, dijo riendo sin ganas, la desilusión había sido un duro golpe al escuchar la voz de Namjoon al otro lado de la bocina. —estoy en casa, regresaré a la universidad pasado mañana, ahora mismo estaba por salir de compras.

—¡me alegro! Yoongi estaba preocupado, ¿deberíamos ir a verte?

no papá, yo tomaré estos días como un pequeño descanso, pronto tendré vacaciones también, arreglaré algunas cosas de casa.

Después de cortar la llamada, Nam sonrió tomando la mano de Yoongi, —todo esta perfecto, ¡ven aquí! Dijo abrazándolo de nuevo...

Jeon dejó su teléfono en la almohada y se volvió a acostar mientras sollozaba de nuevo.
Su alma no hallaba paz, sin importar cuanto poder tuviera; "el temible Jeon" el alma condenada capaz de asesinar demonios y sombras, estaba triste y desolada.

Dos días pasaron y Jungkook no dejó que la luz del sol lo calentara, su alma lloraba por la ausencia del detective, su conciencia no lo había dejado en paz, aún así esperaba alguna llamada o señal de Kim, pero este no apareció en ningún momento. 

Una falsa energía llenó su espíritu, el deseo febril de meterse en problemas llenó cada espacio de su ser y vistiendo sólo pantalones de mezclilla oscura y una playera holgada negra, salió a la calle; le importaba muy poco que sus tatuajes fueran visibles, su cabello negro alborotado y sus muchas pulseras y anillos le daba un aura amenazante a todo aquel que se cruzara en su camino.

Condujo sin destino en las calles solitarias, hasta encontrar un puesto callejero de comida y bebidas embriagantes a las afueras de la ciudad; decidido se sentó en una pequeña mesa y ordenó varias botellas y botanas.

"Soy tan patético y cobarde, sabiendo que mi destino es terrible me he enamorado, aún así lo he perdido todo por necio" muchos pensamientos cruzaron su mente como balas perdidas; trago tras trago fue perdiendo la noción del tiempo, deseando por un segundo quedarse así para siempre.

Jeon no era un hombre de bebidas, fiestas y locuras, siempre obedeció y vivió bajo las reglas sagradas de la luz, convirtiéndose en el temible asesino de demonios que la oscuridad buscaba, pero aquella noche perdió el camino por un segundo poniéndose en peligro.

—señora, ¿po-dría d- darme otra bote-lla? Le paga-pagaré ahora, dijo.
Varias horas después, su cuerpo empezaba a debilitarse por la embriaguez a la que se había entregado por completo colapsando en su regazo.

—¡jovencito ponte tu chaqueta! ya oscureció y hace frío; ve a casa por favor. ¡Haz tomado demasiado! Dijo con pena y dulce voz la señora que amablemente le había atendido.

—¡se-señora ust-sted no entiende! Dijo sollozando, —a q-quién yo qu-quie-ro le he tratado mal, y ahora no-no qui-ere verme...

—¿por qué no llamas chiquillo? Ella te perdonará en seguida, eres lindo, ¡ya lo veras! Dijo aquella anciana conmovida.

Love And Shadows: Eternal (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora