Segunda oportunidad (Eruri)

Capítulo 16

Al leer el mensaje que le envían, no duda un segundo en inventar una excusa con sus amigos y se apresura en llegar a la casa Smith, usando la llave de repuesto en la entrada antes de precipitarse al comedor, en dónde las cuatro personas alrededor de la mesa lo contemplan con curiosidad.

-¿Qué haces aquí, Eren? ¿No fuiste al cine con los demás?

-No, olvidé hacer un trabajo para mañana, vine a buscar un libro que Armin me prestó, ¿Y Levi? – pregunta cambiando el peso de su cuerpo de un pie a otro, tragando saliva con dificultad e intenta disimular su nerviosismo.

-Preparando la cena, le dije que podemos pedir algo, pero insistió en hacerlo él, ¿Te quedarás a comer con nosotros? No es bueno trabajar con el estómago vacío.

-Sí, Erwin, jamás rechazaría la deliciosa comida de Levi, permiso.

De inmediato se dirige a la cocina, descubriendo al mayor apoyado en el borde de la encimera, moviendo un pie con impaciencia y absorto por completo en sus pensamientos, así que se acerca a tocarle el hombro, provocándole un sobresalto.

-Perdón, capitán, no quería asustarlo, ¿Qué tan malo es?

-Cuatro ojos buscó información del pueblo que inventaste, Neuss, no hay registros, ni nada que pruebe que existió, les dije lo que acordamos, que es un pueblo muy pequeño y nómade que hace dos años se estableció en la costa, parece que me creyeron, entonces cuatro ojos dijo que conoce a alguien que puede darme unos documentos a cambio de dinero y que sea un secreto o habrán serias consecuencias, ¿A qué se refiere, mocoso? No quiero causar problemas.

-Usted no tiene documentos en este mundo, una identificación, certificado de nacimiento y ese tipo de cosas, así que alguien los creará con sus datos, no se preocupe, Hange sabe lo que hace, estoy seguro de que su contacto es confiable, solo tenemos qu— una sorpresiva compañía lo obliga a guardar silencio, percatándose de la suspicacia en esos orbes azules.

-¿Interrumpo algo?

-No, Erwin, el mocoso me estaba contando como le fue en el instituto, en cinco minutos estará lista la cena.

-Entonces les ayudaré a servir.

-No es necesario, Erwin, yo lo har—

-Insisto, Eren, ¿O quieren estar solos?

A esas alturas los celos son más que evidentes y reprime las ganas de celebrar una victoria por el repentino beso que inicia con el pelinegro, quien no tarda en corresponder con torpes movimientos. Con un gran esfuerzo contiene una carcajada por el mensaje explícito de esas osadas acciones, ya que no pensaba que el profesor fuera posesivo.

-¿Ustedes son pareja?

-Aún no, pero estamos juntos, no se lo digas a mis niños, yo lo haré cuando sea el momento adecuado- pide dedicándole una sonrisa y desliza un dedo por la comisura de esos delgados labios que acaba de devorar- ¿Qué preparaste, Levi? Huele muy bien.

-Uno de tus favoritos, pescado con papas.

-Me estás consintiendo demasiado, ¿Quieres que me enamore más de ti?

-I-Idiota, cállate, no estamos solos... lleva la ensalada a la mesa- gruñe con un ligero rubor en las mejillas que oculta al inclinarse a apagar el horno y con un paño saca ambas fuentes, escuchando los pasos que se alejan por el pasillo- ¿Qué es tan gracioso, mocoso? ¿Quieres que te patee el culo?

-No, capitán, ¿Por qué no me contó que son novios? Es una excelente noticia.

-Porque no lo somos, nos gustamos y le daremos una oportunidad a esto.