Segunda oportunidad (Eruri)

Capítulo 6

-Creo que me equivoqué de casa- comenta admirando el reluciente pasillo y se asoma al comedor, guiándose por el par de voces. No le cabe duda de que la más diminuta partícula de polvo fue eliminada- ¿Qué ocurrió aquí? Todo está impecable, ni siquiera cuando la compré estaba así de limpia.

-Estaba muy sucio, la limpieza es importante, Erwin, los mocosos o tú pueden enfermarse, ¿Por qué no lo haces?

-Intento no hacer horas extras en la universidad para estar con mis niños y por las noches me dedico a trabajar, no tengo tiempo en la semana, suelo limpiar los sábados y los domingos se los dedico a mis hijos.

-Entiendo, entonces me encargaré de la limpieza, alguien tiene que cuidarte.

Esas palabras evocan una vaga sensación de familiaridad y contempla por varios segundos al pelinegro. Ecos lejanos comienzan a resonar en el fondo de su cabeza, adquiriendo forma por medio de un presentimiento que se disipa por los dos dedos que golpean su frente, sacándolo de su ensimismamiento.

-¿Qué te sucede, Erwin?

-Nada... gracias por limpiar, Levi, la ropa de Armin te quedó bien, voy a cambiarme, permiso.

Después de colocarse un buzo holgado con una camiseta, permanece sentado en el borde de la cama y una voz lo sobresalta.

-Perdón, no quería asustarte, Historia me envió un mensaje, se encontraron con Zeke en el camino y los traerá, ¿Hay algún problema con Levi? Lo mirabas serio y como si estuvieras recordando algo- comenta apoyando la espalda en la pared. Es hora de una sutil indagación que le entregue un panorama general de la situación- Tal vez fue mala idea que se quede aquí.

-No es eso, Eren, es agradable tenerlo aquí, es solo que... es raro que estemos tan cómodos con un desconocido, ¿Verdad? Levi encaja tan bien aquí que parece que... olvídalo, es ridículo.

-No lo es, dímelo.

-Parece que siempre ha estado aquí, ¿Por qué sabe cómo me gusta el café? Soy muy quisquilloso con eso, ¿Por qué parece como si ya...--

-¿Se conocieran? – completa ocultando una sonrisa de emoción, ya que eso facilitará un acercamiento entre ambos- Lo entiendo, pensé lo mismo la primera vez que vi a Mikasa y Armin, fue una conexión muy especial, como si nos hubiéramos reencontrado en este mundo.

-¿Vidas pasadas? No creo en esas cosas, Eren- replica incorporándose al escuchar una bocina y se asoma por la ventana- Ya están aquí, vamos.

En un breve trote desciende por las escaleras a recibirlos con un abrazo y no duda en corresponder el beso del rubio. Al girarse al pasillo, se percata de la sorpresa en ese pálido rostro que no tarda en convertirse en enfado mezclado con tristeza mientras el adolescente a su lado lo sujeta por la muñeca, impidiéndole que avance.

-Voy a presentarlos, él es Levi Ackerman, la persona que ayudó a Eren cuando intentaron asaltarlo y él es Zeke Jaeger, un muy buen amigo y el hermano de Eren.

-Al fin nos conocemos, gracias por ayudar a mi hermano- afirma aproximándose a tenderle la mano a modo de saludo, siendo ignorado con un desprecio casi palpable que le resulta divertido- Es cierto que eres enano.

-Tsk, no lo soy, barbudo de mierda.

-No lo molestes, Zeke, perdónalo, Levi, a veces no puede controlar su afilada lengua, discúlpate.

-¿Por qué, Erwin? Es gracioso, el enano me mira como si fuera un pedazo de mierda al que quisiera decapitar, ¿Qué sucede? ¿Te recuerdo a alguien que odias o son celos?

-Ya basta, hermano, ¿Así vas a tratar a la persona que me salvó? Creí que estabas agradecido.

-Lo estoy, pero tal parece que no nos llevaremos bien, Eren dijo que te quedarás hasta que recuperes tus documentos, puedo ayudarte con eso, no tienes que abusar de la amabilidad de Erwin.

-Suficiente, no tienes que ser grosero, Zeke, esta es mi casa, Levi es mi invitado y el tiempo que se quede aquí no es problema tuyo, vayan a lavarse las manos, niños, te ayudaré a servir la cena, Levi, vamos.

Al llegar a la cocina, abre con cuidado el horno y saca la fuente de vidrio con la carne, salivando más de la cuenta por el delicioso aroma que emana. Una vez que corta siete porciones, las acomoda en los diferentes platos con puré.

-Eres un excelente cocinero, Levi, ¿Qué sucede?

-No quiero que pelees con tu novio por mi culpa- susurra apretando discretamente los puños y se esfuerza en no demostrar el dolor que lo invade por esa revelación.

-Zeke no es mi novio, saludarnos así se volvió un hábito, pero no significa que estamos juntos, o sea, hubo un tiempo en que lo estuvimos... no, yo confundí las cosas- aclara con un suspiro cansado, frotándose el puente de la nariz- Nos conocimos en nuestro segundo año de universidad, Zeke también es profesor, se mudó a la ciudad para estar con Eren, yo no sabía que era su hermano por parte de papá hasta que nos encontramos en casa de Grisha, me pareció alguien interesante, tenemos muchas cosas en común y me enamoré de él, nos acostamos por meses, era muy especial conmigo y yo creí que éramos pareja, un día lo encontré con una chica en los vestuarios del gimnasio, discutimos y dijo que mi enfado era ridículo porque solo somos amigos, además de que somos muy jóvenes para tomarnos las cosas con tanta seriedad, en ese tiempo teníamos veinte años.

-Bastardo de mierda, debió ser claro desde el principio y no ilusionarte, ese idiota no te merece, tsk, ¿Por qué te ríes, Erwin?

-Eres extraño, Levi, en un buen sentido, gracias, en ese tiempo Zeke era un idiota, no se tomó las cosas en serio hasta que se hizo cargo de Eren, asumir esa responsabilidad le ayudó a madurar y un día me pidió perdón por todo lo que pasó, incluso reconoció que fue un idiota y eso no es propio de él, también dijo que está enamorado de mí y que esperará el tiempo que sea necesario.

-¿Por qué no están juntos...?

-Zeke no fue el único que cambió, yo también lo hice, él fue la primera persona que me gustó, mi primer beso, mi primera vez, mi primer corazón roto, fue el primero en muchos sentidos, estaba muy enamorado de él, pero no lo amé, tal vez por eso no me emocioné, ni estaba feliz cuando me confesó sus sentimientos, ¿Sabes que fue lo que realmente me afectó? Que en ese momento me di cuenta de que no tengo idea de lo que es el amor y quizás nunca lo sepa.

-Eso no sería tan malo, es mejor que darte cuenta de lo mucho que amas a alguien cuando ya lo perdiste y nunca tendrás la oportunidad de decírselo.

La fragilidad que transmite lo insta a acortar la distancia y acaricia la mejilla ajena con suavidad. Por más que desea preguntar al respecto, unos pasos lo obligan a apartarse.

-Llevemos esto al comedor, gracias por preparar la cena, Levi y por favor, disculpa a Zeke, no suele ser tan idiota, hablaré con él.