Una vez que termina de preparar la comida se dirige a la habitación, acercándose en silencio al hombre que duerme plácidamente en el centro de la cama y abraza la almohada. Con cautela se sienta en el borde, deslizando la yema de los dedos por ese bonito rostro. La situación actual jamás fue una posibilidad, ni siquiera en sus más absurdas fantasías por el ansiado reencuentro.
-Tendré que disculparme con el mocoso, esto es tan extraño, pero por primera vez en muchos años me siento feliz, al fin estás a mi lado, Erwin, no es un sueño, ni una pesadilla, todo esto es real, no quiero separarme de ti otra vez, no quiero renunciar a lo que más amo otra vez, gracias por quererme, gracias por escogerme en este mundo también.
Por un instante su voz se quiebra, forzándose a recuperar el control por medio de profundas respiraciones antes de sacudirlo por el hombro, contemplando embelesado el par de ojos azules que se abren adormilados.
-Buenos días, el desayuno está listo, hice panqueques.
-Que delicioso, buenos días, Levi, no sentí cuando te levantaste- señala rodeando esa estrecha cintura y lo jala sobre su cuerpo, iniciando un cariñoso beso que es correspondido de igual manera- Me gusta despertar así, contigo a mi lado, ¿Desayunaremos aquí? Podemos quedarnos acostados el resto de la mañana.
-No, puedes manchar las sábanas como lo haces con tus camisas, tu café se enfriará, levántate.
-No quiero, este fin de semana en la playa es nuestra primera cita, tienes que consentirme.
-Tsk, no te comportes como un mocoso, levántate- ordena pellizcándole un costado del vientre, escuchando esa risita boba que lo cautiva y repite la acción.
-Basta, Levi, jajaja, está bien, tú ganas, me levantaré, no es justo, te estás aprovechando de mis puntos débiles.
Un inesperado giro lo hace caer de espaldas, tragando saliva por ese musculoso y semidesnudo cuerpo sobre él, siendo sostenido por las mejillas mientras lo escudriñan con una minuciosidad que aumenta su nerviosismo.
-Su-Suéltame, Erwin, el desayuno s—
-Si me miras así eres mucho más tentador que el desayuno- advierte lamiéndose los labios, disfrutando de la atención que logra con ese simple gesto- Quiero devorarte.
-I-Idiota, no juegues conmigo- gruñe rodeándole la cintura con las piernas y lo empuja a un lado, buscando un punto de apoyo en esos firmes pectorales.
-Tu apariencia es engañosa, no te subestimaré de nuevo- canturrea entusiasmado con el reto y un poderoso agarre en las muñecas le impide cambiar de posición- ¿Eh? No es justo, alguien tan pequeño no debería dominarme con facilidad.
-Tsk, maldito bastardo, no soy enan—
Un repentino movimiento lo tumba, sonrojándose al notar el duro bulto que presiona en su trasero e inicia un forcejeo, jadeando por los roces tan descarados. Los mordiscos en su cuello terminan por debilitarlo, permitiendo que le abran los botones de la camisa.
-No puedes distraerte en medio de una pelea, Levi, aún no te has bañado, ¿Verdad? Podemos ahorrar agua si lo hacemos juntos.
-Nngh, ayer dijiste que nuestra primera cita no debe ser así... tsk, la tienes enorme, bastardo.
-Eso será una ventaja, dolerá un poco, pero te gustará tanto que no querrás que te lo saqu— auch, no me patees, no pienso con claridad sin una buena taza de café, especialmente si tengo debajo de mí a una belleza como tú, auch, basta de patadas, no sé qué me sucede contigo, Levi, por primera vez no quiero pensar y solo dejarme llevar.
-Entonces hazlo, yo también lo quiero, Erwin.
Apenas una mano envuelve su erección se contrae, gimiendo por el excitante vaivén y se apresura en imitar las acciones del profesor, tragando saliva por lo grueso que es. En cuanto esa boca atrapa uno de sus pezones, las succiones intercaladas con lamidas se convierten en un intenso estimulo que destroza su límite, alcanzando un orgasmo que lo eleva en una nube de placer que esfuma el resto del mundo. Lentamente es consciente de su entorno, percatándose de la mueca que se ha instalado en el mayor, una mezcla de excitación y fascinación.
-Levi... ¿Es la primera vez que haces esto con alguien? – pregunta recibiendo un asentimiento que provoca un cosquilleo de anticipación en su vientre- ¿Nunca te han tocado de esta forma?
-No... eres el primero, eres el único para mí- susurra entre agitados jadeos, estremeciéndose por los dedos que se deslizan por su pecho- Nngh, Erwin...
-¿Todas las personas en Marley tienen mal gusto para ignorar a una belleza como tú? No importa, es mejor así, gracias a eso puedo tenerte solo para mí, solo mío.
-No creí que fueras tan codicioso... soy tuyo, Erwin.
-Si lo dices así, corres el riesgo de que lo tome muy en serio y no te dejaré ir.
-Me gusta como suena eso- afirma retomando el ritmo de la masturbación, deleitándose con esos graves gemidos que cobran fuerza- Yo tampoco entiendo por qué un hombre tan increíble como tú no tiene pareja, no solo eres atractivo, también inteligente, amable, encantador, estoy seguro de que hay muchas personas interesadas en ti, como el barbudo de mierda.
-Nngh, quizás es cierto, pero... en algún punto todo se arruina, no tenemos los mismos intereses, ni proyecciones a futuros o no entienden que mis hijos son lo más importante que tengo, mi prioridad, pero tú eres distinto, Nngh... no tan rápido o me correré pronto... me gusta cómo me haces sentir, Levi, te importa y respetas todas las partes de mí, como hombre, profesor y padre, además, contigo todo es fácil, no tengo que esforzarme o... Nngh... o fingir algo que no soy, lo aceptas todo de mí, lo bueno, lo malo, lo complicado...
-Me gusta todo de ti, Erwin, quiero todo de ti, córrete, márcame como tuyo.
Aquellas palabras surten un efecto inesperado en el mayor, quien lo despoja del pantalón junto al bóxer y presiona la punta del pene en su entrada, derramándose caliente. La nueva sensación ocasiona un tirón en su entrepierna.
-Erwin- lo llama con un titubeo, tragando saliva por el deseo casi palpable en esos brillantes orbes azules.
-La próxima vez me correré en tu interior después de hacerte el amor, ¿Te gustaría, Levi? A mí sí- canturrea al oído ajeno, lamiéndolo con lascivia hasta que el insistente ruido del teléfono lo obliga a alejarse- Es Hange, dice que... oh, mejor no te lo digo o arruinaré el fin de semana, auch, no me pellizques, está bien, te lo diré, los niños estaban preparando panqueques y Eren tenía ganas de beber té, comenzaron a lanzarse la mezcla y rompió una de las tazas.
-Tsk, le dije al mocoso que las tazas de té son delicadas, voy a patearle el culo cuando regresemos.
-Creo que estás exagerando un poco, Levi, podemos comprar otras.
-Imposible, estás son especiales, fueron el primer regalo que me diste, no se pueden reemplazar- replica con un atisbo de tristeza, arqueando una ceja por la sorpresa que refleja el rubio, la cual se transforma en una cálida sonrisa- Oi, ¿Por qué me miras así?
-Eres adorable, auch, no más pellizcos, no tienes que avergonzarte, lo entiendo, yo también cuido muy bien el primer regalo que me diste, la preciosa "Hello Kitty" gigante tiene el lugar más especial en mi colección, vamos a limpiarnos y desayunaremos, no quiero que tus deliciosos panqueques se desperdicien.
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Segunda oportunidad (Eruri)
Fiksi PenggemarDespués de años de calma, las tensiones de la isla con el resto del mundo aumentan hasta el casi inminente comienzo de una nueva guerra. Incapaz de luchar, Levi viaja a Paradis a visitar por última vez la tumba de la persona más importante en su vid...