Capítulo 7

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-Oi, oi, Eren, come con calma, no quiero migas en el sillón, ni el suelo o te patearé- advierte con un gruñido, ignorando esa boba risita y vuelve a concentrarse en la manga de la camisa que remienda- ¿Piensas venir todos los días después de clases? ¿Los otros mocosos ya se aburrieron de ti?

-Que cruel, capitán, vine a ayudar, ahora que decidió darle una oportunidad a este mundo, tenemos que idear un plan para que se acerque a Erwin, ya lleva casi tres días aquí y no sé por cuanto tiempo podremos mentir sobre sus documentos, tenemos que acelerar las cosas para que se enamore de usted otra vez.

-¿Aún no lo entiendes? Ya no hay algo que nos una, no tendremos el mismo vinculo que compartimos en mi mundo, además, Erwin nunca correspondió mis sentimientos, escogió su sueño y se sacrificó para que nosotros pudiéramos cumplirlo, sé que me consideró algo más que un buen soldado, tal vez un amigo, pero nada más, no puedes forzar un sentimiento que jamás existió- explica con un atisbo de tristeza que disimula al cortar el hilo, atando las puntas y lo dobla con cuidado, tomando un jean con dos cortes a la altura de la rodilla- ¿Qué demonios hacen los mocosos para estropearlo de esta forma? Tsk, ¿Por qué te ríes, bastardo?

-Así se usan, capitán, entonces, respecto al plan, creo que el parque de diversiones es un buen lugar y la rueda de la fortuna será perfecta para su primer beso, es romántico, ¿Verdad?

-Ya te dije que no, es una pérdida de tiempo, mocoso, ¿Por qué insistes tanto? Deberías ayudar al barbudo de mierda, está enamorado de Erwin, incluso estuvieron juntos o algo así- señala escudriñando la expresión del menor, quien evita el contacto visual y bebe un largo sorbo de su jugo- ¿Por qué no me lo dijiste? Lo que ocurrió entre ellos.

-No encontré el momento adecuado...

-No sabes mentir, Eren.

Con un suspiro de resignación, engulle el último trozo de pan y posa el plato en la mesita de centro. Por supuesto que no lo engañará, su otro yo no se equivocaba. Con un carraspeo se aclara la garganta y se fija en esos orbes oscuros.

-No quería lastimarlo, capitán, sé que esperó por años el momento de cumplir su promesa, era lo único que llenaba sus pensamientos, ¿Verdad? Asesinar al hombre que le arrebató lo más importante que tenía, incluso con lo que estaba haciendo el Eren de su mundo, usted solo quería matar a Zeke, su deseo se convirtió en una obsesión que le causó un daño físico irremediable... no sabía cómo decírselo, que en este mundo el hombre que tanto lo lastimó es importante para Erwin, que tuvieron algo y está enamorado de él...

-¿Crees que no puedo entenderlo? Dijiste que en este mundo nunca existieron los titanes, ni estamos malditos, sin ese estúpido odio de por medio, no hay razones para pelear, en este mundo no somos enemigos, podemos convivir en paz- afirma guardando la aguja en el pequeño tubo de plástico que lanza al contenedor metálico circular y cruza una pierna encima de la otra- Erwin me contó lo que ocurrió entre ellos, creo que si el idiota de tu hermano se lo propone puede conquistarlo de nuevo, tienen muchas cosas en común, trabajan en el mismo lugar, incluso se besan... No puedo competir con el idiota de Zeke, ni siquiera tengo algo que ofrecerle a Erwin y aquí no me necesita, no pierdas tu tiempo, mocoso, lo único que puedo tener del Erwin de este mundo es su amistad.

-¡Eso no es cierto! Tiene mucho por ofrecer, no debería menospreciarse de esa forma, usted dijo que el comandante escogió su sueño por sobretodo lo demás, pero es mentira, Erwin renunció a su sueño, renunció a lo que más deseaba por usted.

-¿Qué...? No... te equivocas... lo que más deseaba era descubrir la verdad en ese maldito sótano...

-Por supuesto que lo deseaba, tomó decisiones muy difíciles para lograrlo, pero al final no escogió el sótano, ni la verdad que se ocultaba tras los muros, lo escogió a usted, capitán, confió en su fuerza e ideó un plan que aumentaba las probabilidades de que usted sobreviviera, ¿No lo entiende? El comandante quería que viviera, usted era más importante que el sueño al que se aferró con tanta desesperación, ¿Cómo puede decir que sus sentimientos no eran correspondidos? Yo creo que lo supo en sus minutos finales, que usted era lo más valioso que tenía y no podía perderlo, aún si eso significaba renunciar a todo y morir.

Apenas nota las lágrimas que se deslizan por esas pálidas mejillas, acorta la distancia con cautela y las limpia con el pulgar, manteniéndose atento a la más mínima señal de rechazo mientras recuerda las palabras que la persona idéntica a él pronunció con un atisbo de preocupación.

"Las heridas de su cuerpo no se comparan a las que carga en su corazón, en este mundo podrá sanarlas, no lo presiones, pero quédate a su lado, el capitán se ha ablandado con los años, tal vez se abra contigo"

-Sé que no tengo derecho a entrometerme, no es mi intención lastimarlo, ni siquiera entiendo cómo se siente, ni lo difícil que fue vivir en ese mundo tan cruel... no mentí cuando dije que estoy de su lado, solo lo conozco por lo que me mostró el Eren de su mundo, pero eso sumado a estos tres días me bastan para entender por qué lo admira tanto y por qué lo envió aquí, confíe en mí, capitán.

-Mocoso terco, no funcionará- replica con un ligero rubor y sujeta su mano con la intención de apartarlo, lo cual es un amago al reparar en la silueta que se asoma por la puerta- Erwin.

-¿Interrumpo algo? Pensé que saldrías con Mikasa- comenta con un atisbo de irritación y una seriedad inusual en él, ya que el menor lo contempla confundido por unos segundos antes de sonreír.

-No, Erwin, saldremos más tarde y vine a acompañar a Levi, llegaste temprano hoy.

-Las clases se suspendieron por una actividad de la universidad, creí que Levi estaría solo, así que regresé temprano, pero no era necesario, estaré trabajando en mi habitación, permiso.

La posibilidad de que el rubio actúe con esa brusquedad producto de los celos por la posición tan intima en que los encontró, reafirma sus sospechas. En cuanto se dispone a detenerlo, el pelinegro se levanta cargando la ropa y el kit de costura.

-¿Tuviste un mal día, Erwin? Pareces molesto, te prepararé una taza de té.

-Yo no... lo siento, no quería usar ese tono, estoy cansado, fue una larga semana- se excusa frotándose el puente de la nariz, reprendiéndose; mentalmente, por su inapropiada actitud- Oh, arreglaste mis camisas, también el vestido de Historia, no tenías que hacerlo, muchas gracias.

-¿Quieres algo de comer para acompañar el té? Te lo llevaré a tu cuarto, no quiero distraerte de tu trabajo.

-Podemos comer juntos, solo iba a adelantar el material del lunes, unas guías de repaso para el próximo examen, pero puedo hacerlo más tarde, mañana o el domingo, no me tomará mucho tiempo, ¿Me puedes preparar panqueques? Son deliciosos.

-Eres un mocoso, Erwin, está bien.

-No es justo, cuando pido panqueques me dice que lo haga yo o que saque algo del refrigerador- se queja en un puchero, esquivando una palmada directo a su frente y se acerca al profesor- ¿Estás libre mañana, Erwin? Acabo de descubrir que Levi no sabe lo que es un parque de diversiones, podríamos ir todos juntos.

-Es una buena idea, Eren, hace mucho tiempo que no vamos, ¿Te gustaría, Levi? Hay muchos juegos, puestos en los que puedes ganar premios y comida, los algodones de azúcar son mis favoritos, será divertido.

-No lo sé, supongo que hay que pagar por todo eso, ¿Verdad? No tengo dinero y—

-No te preocupes, yo te invito, entonces iremos mañana, mis niños estarán felices, les gusta ese tipo de lugares.

-Gracias, Erwin, ve a cambiarte, ¿Comerás con nosotros, mocoso?

-Por supuesto, no desaprovecharé esta oportunidad, prepararé el té, ya sé cómo le gusta.

De reojo se percata de la mueca que se dibuja en el rostro del mayor y ya no le cabe dudas de que lo que detecta es esa desagradable emoción que él ha experimentado cada vez que otro chico coquetea con la persona de la que se enamoró, lo cual será muy útil a la hora de lograr su objetivo. 

Segunda oportunidad (Eruri)Where stories live. Discover now