Segunda oportunidad (Eruri)

Capítulo 26

-Cuando fuimos al parque de diversiones me contaste parte de tu historia, la difícil infancia que tuviste y en ese momento dije que me gusta la persona que eres, ¿Lo recuerdas? Eren me mostró como fue tu vida en la ciudad subterránea y ya no pienso eso de ti.

Esa simple sentencia final provoca una punzada en su pecho al comprender lo que implica e inmediatamente se aparta, evitando el contacto visual mientras una fugaz mueca de tristeza mezclada con resignación se instala en su rostro, forzándose a ocultarlo tras una máscara de frialdad.

-Te dije que fui un delincuente, no quieres a alguien como yo cerca de tus hijos... eres muy ingenuo, Erwin, las personas se aprovecharán de ti como lo hice yo, no tienes que preocuparte, no voy a—

-Por favor, no me interrumpas- señala sosteniendo esas pálidas manos entre las suyas, inclinándose a depositar un beso en el dorso que desconcierta al menor- Ya no tengo dudas, Levi, amo la persona que eres.

-¿Qu-Qué...?

-Tuviste una infancia y adolescencia muy complicadas, pero eso no impidió que te conviertas en un buen hombre, tu fachada estoica es solo eso, una fachada, el verdadero Levi se preocupa por todos a su alrededor, cuidas mucho a las personas a tu cargo, eres leal, mucho más sentimental de lo que estás dispuesto a admitir y me encanta ese asombro casi inocente que se refleja en tus bonitos ojos cada vez que aprendes o descubres algo nuevo, como el día en que conociste la nieve junto al comandante Erwin, sé que las cosas fueron horribles y muy difíciles en ese mundo, pero no tengas dudas de que tus sentimientos fueron correspondidos, fuiste la persona más importante para él, fuiste el único por el cual renunció a su sueño más preciado, se conocieron en un mundo en dónde cosas como el amor son incompatibles con sus propósitos, pero él te quiso mucho, si hubieran tenido más tiempo, estoy seguro de que se hubiera dado cuenta de que ese afecto especial que sintió por ti es amor.

Esa revelación esfuma un enorme peso que desconocía, otorgándole un alivio aún más grande que el que lo recorrió al cumplir aquella promesa. Apenas esos brazos rodean su cintura, se aferra a la camisa contraria explotando en un llanto que ha contenido por años. Al cabo de varios minutos es capaz de controlarse, siendo consciente de las caricias en la espalda y los suaves besos en un costado del cuello.

-¿Me odias, Erwin...? Te dejé morir, por mi culpa no pudiste descubrir lo que había en el sótano.

-Eso no es cierto, hiciste lo mismo que en este mundo, protegerme sin importar que eso te lastime, estoy seguro de que el comandante también lo sabe y no te odia, quizás se siente mal por ponerte en esa situación tan difícil, hiciste lo mejor para él y ahora él quiere lo mejor para ti.

-¿Eh? ¿De qué hablas?

-No acepté la proposición de Eren, no me malentiendas, por supuesto que estaré encantado de escuchar tus historias sobre ese mundo, incluyendo tus preciados recuerdos con el comandante Erwin, pero yo no soy él y tu dijiste que no querías que lo fuera, que amas a la persona que soy en este mundo, aquí podemos ser felices, Levi, sin titanes, ni un destino maldito de por medio- explica escudriñándolo antes de acortar la distancia, capturando esos labios en un cariñoso beso que se prolonga por unos segundos- ¿Puedes perdonarme? Te traté muy mal en la oficina de Zeke, no confié en ti, ni—

-No es tu culpa, Erwin, esta situación es una locura, cualquiera en tu lugar pensaría lo mismo, yo tampoco entiendo como Eren me envió aquí, pero estoy muy agradecido de que lo hiciera.

-Yo también, al fin sé que es eso tan importante que borraron de mi vida, el espacio incompleto que no sé con qué llenar, eres tú, Levi, lo que me falta para ser feliz eres tú, eres adorable sonrojado.