Capítulo 30

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Apenas cierra la reja, un par de brazos rodea su cintura desde atrás y esboza una sonrisa al reconocer esa calidez que se pega a su espalda, percibiendo un ligero perfume amaderado. Con dificultad consigue voltear, tardando unos segundos en reaccionar producto de esos labios que se apoderan de los suyos en un demandante contacto que le cuesta romper, empujándolo por el pecho.

-Oi, Oi, no hagas eso aquí, alguien nos puede ver, basta- insiste disfrutando de los mordiscos en un costado del cuello y los pulgares que frotan sus pezones por encima de la camisa- Nngh... Erwin, ahora no, tengo que preparar la cena.

-Solo unos minutos, amor, me gusta tenerte así.

-¿Qué estás ocultando? Mírame- ordena percatándose del creciente atisbo de nerviosismo en esos orbes azules que lo delata- Dímelo de una vez, no me enfadaré, ¿Los mocosos rompieron otra de las tazas de té? Fue Eren, ¿Verdad?

-No, amor, tus preciadas tazas de té están intactas, es... no puedo decírtelo, los niños me pidieron distraerte unos minutos, pronto lo entenderás, por favor, no me interrogues, soy pésimo mintiendo.

-Lo sé, eres demasiado transparente, pero esa es una de tus mejores cualidades, Erwin, ¿Cuánto tiempo tenemos?

-Unos siete o diez minutos, los niños me enviarán un mensaje, ven.

Un cosquilleo invade su vientre al descubrir las intenciones de su osado novio, quien lo recuesta en los asientos traseros del auto en el garaje, despojándolo del pantalón junto al bóxer y se estremece con el par de dedos que se desliza por su longitud.

-No tienes idea de lo que quiero hacerte, Levi, pero nuestro tiempo es limitado, así que me saltaré los preámbulos y cumpliré una de mis fantasías, quiero chupártela- susurra al oído del menor, obteniendo una avergonzada aprobación a modo de asentimiento- Buen chico, si no te gusta solo tienes que decirlo.

Apenas esa golosa boca abarca la mitad de su erección, inicia un enérgico vaivén que gana profundidad y succiona un poco en la punta. Las nuevas sensaciones que lo recorren son incontenibles, brotando en gemidos que amenazan con transformarse en gritos que son acallados por una gran palma. La inesperada adición de esa traviesa lengua a la felación presiona sus límites más de lo que es capaz de aguantar y se entrega a ese mágico instante, elevándose en una nube de bienestar que se esfuma con lentitud.

-Eres demasiado erótico, Levi, no sé qué me sucede, nunca he sido codicioso, pero cuando estoy contigo lo quiero todo, ¿Me lo darás?

-S-Sí, Erwin, soy tuyo, solo tuyo, mi lealtad, mi fuerza, mi corazón, todo te pertenece, Nngh... fóllame, quiero ser tuyo.

-Lo haré, prepararé algo muy especial para nosotros, yo también te lo daré todo, mi lealtad, mi amor, mi corazón, todo es tuyo, solo tuyo, eres la pieza que me faltaba para ser feliz, Levi, cada día estoy más seguro de este sentimiento, te am— una vibración en el bolsillo trasero del pantalón rompe la íntima atmosfera y se incorpora con un suspiro- Los niños ya están listos, vendrán a buscarnos si no entramos pronto.

En cuanto se arreglan; procuran borrar cualquier indicio de esa apasionada locura, se unen al cuarteto de adolescentes en el comedor que arrojan confeti en su dirección y arquea una ceja confundido.

-¿Qué hacen, mocosos? ¿Es el cumpleaños de alguien?

-No, papá nos contó que fuiste a firmar el contrato hoy y comenzarás a trabajar el lunes, las buenas noticias se celebran en familia- canturrea jalando al pelinegro por la muñeca, instándolo a ocupar el asiento de la cabecera en la mesa- ¿Estás nervioso, Levi? El verano pasado tuve mi primer trabajo, fue en una florería, me equivoqué al hacer los ramos y cobré mal el precio de dos ellos, tuve suerte de que mi jefa no se enfadó.

Segunda oportunidad (Eruri)Where stories live. Discover now