4. En las sombras

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Hace dos años

- Tengo un trabajo para ti. Uno muy delicado e importante, ¿Crees que puedas con el? 
- Se lo que vienes a pedirme... La respuesta es no. 
- No haz oído aún mi propuesta...
- Me da igual la cantidad que sea preciosa. No pienso involucrarme con los Malfoy. Mejor vete, estas perdiendo tu tiempo, cierra la puerta cuando salgas- hizo un gesto con su mano indicando que se fuera. 

La taberna era vieja, las maderas del suelo rechinaban estrepitosamente cada vez que alguien movía un solo músculo. Cualquiera podría pensar que el lugar era un sitio de mala muerte, abandonado, dónde un don nadie muerto de hambre se resguardaba de la noche. Pero Pansy sabía que no era así, ese lugar era un sitio estratégico. Ubicado a las afueras de la ciudad cerca de un bausero, un un barrio de mala muerte dónde los delincuentes, las prostitutas y los adictos se ganaban la vida haciendo de las suyas. El lugar perfecto para repeler a los miedosos y a la policía. Nada se movía sin que se oyera el estruendo de las maderas, hasta los zumbidos de las moscas se podían apreciar. Era un escondite muy útil. 

La belleza y elegancia de la mujer contrastaba con lo rustico, sucio y vulgar del lugar, aunque su frialdad, su mal carácter y rudeza la hacían sentirse como en casa.  

- Harry Potter, el joven que todos buscan. Encuéntralo para mi y te daré lo que quieras. -el hombre entrecerró sus ojos y la miro durante unos instantes.
- ¿Porqué ahora? Lleva dos años perdido ¿Cuál es tu interés repentino? Debes tener muchos motivos para quererlo encontrar, no habrías venido a mi de no ser así. 
- Eres el mejor, yo se muy bien eso, es por ello que vengo a ti.- él sonrió ampliamente. 
- Largo. No te ayudaré Pansy, me da igual cuando estés dispuesta a pagar. Y los halagos no funcionaran cariño, cuando más generosa eres más peligroso se vuelve el trabajo. 
- No es peligroso, pero admitiré que no es sencillo. Alguien ha estado ayudando al muchacho a escapar, alguien con muchos contactos y puertas abiertas. Es cómo la niebla, aparece y desaparece sin dejar rastro y nadie puede hallarlo... Es cómo si...
- No esta muerto, no te preocupes. 
- ¿Cómo lo sabes?
- Se muchas cosas... Por ejemplo, se que tus intenciones no son buenas, no quieres encontrar al muchacho por que te preocupe su bienestar, tienes tus propios motivos... 
- Nada se te escapa ¿No es así?
- Que puedo decir... años en el oficio linda.- en hombre se reclinó en su silla y empino sobre su boca lo que parecía una botella de licor viejo y nada caro. 
- Haz este trabajo por mí y te deberé un favor. El que sea. 
- Los Malfoy tienen mucho poder, mejor pídele a tus amigos que te ayuden, por lo que sé el joven Draco esta desesperado... 
- No. Ellos no trabajarían contigo, pero yo no soy ellos. Me da igual las diferencias que tengas con Lucius Malfoy él esta fuera de este asunto, lo único que él podría querer con ese muchacho es verlo muerto en algún callejón. Ayúdame a protegerlo hasta que pueda dar con su paradero. 
- ¿Qué te hace pensar que haré este trabajo para ti? Tienes mucha confianza.
- ¿De casualidad mencioné que Narcisa esta divorciada?- la Alpha se quedo esperando una respuesta. 
- No se porqué eso sería de mi interés...- fue un leve momento en el cual una luz brillo en los ojos de aquél hombre, sin embargo rápidamente disimuló su interés. Para su mala suerte Pansy era demasiado rápida para notar los detalles. 
- No me engañas Black. Desde hace años anhelas recuperar a tu familia... Tu querida prima esta sola y desesperada por su único hijo, es tu oportunidad de enmendar tu relación con ella. 
- Ella eligió su camino junto a ese hombre- le dio otro largo y profundo trago a su botella- No me interesa lo que le pase, jamás la vi preocupada por mi.- los ojos de Pansy se iluminaron y una sonrisa pícara se asomó en sus labios. 
- Has estado siguiéndole el paso...
-...
- Bien, si no quieres ayudarme por mi esta bien, lo haré por mi cuenta, Dios sabe cuanto tardaré. Espero que Draco no enloquezca por la ruptura del lazo y muera en el proceso... Narcisa quedaría devastada, la pobre seguramente no querrá seguir viviendo si algo así ocurre... Cómo sea, no debo perder más tiempo.
- Se lo que estas intentado. Eso es jugar sucio nena.- Pansy se sentó sobre el escritorio dónde Cirius reposaba sus pies, los quitó de un golpe y puso su muslo sobre la tabla.
- Cariño ¿Cuándo he jugado limpio? 

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