10. Reencuentro

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Harry se sentía extremadamente en deuda con sus amigos, todos habían sido más que amables con él, lo habían ayudado con los cuidados de James, se ocuparon de Draco para que él pudiera descansar y estuvieron atentos a todas sus necesidades. 

Era obvio que Draco les había hablado de su condición, en cuanto la lluvia cesó luego de cinco días de agua torrencial, todos incluyendo a Pansy llegaron a la granja para ayudar. Se comportaron de lo más normal, no hicieron preguntas, no indagaron en lo sucedido y sobre todo no presionaron a Harry para que hablara sobre lo que había ocasionado su colapso. 

En cuanto a Draco, los roles se habían invertido, ya no sabía de que forma convencer al Alpha para que descansara y dejara de estar detrás suyo todo el día. Dormían en la misma habitación aunque en camas separadas, comían juntos, hacían las tareas del hogar y hasta pasaban las tardes sentados en el pórtico en silencio. 

Harry sentía que había hecho mal al hablar sobre lo que había ocurrido en el hospital hace ya más de cuatro años. Draco lo trataba de forma diferente, no quería dejarlo solo en ningún momento e incluso lo trataba con delicadeza y paciencia. No quería eso, no quería sentir que le tenían lástima o que se culpaba por algo que ya había quedado en el pasado. Sin embargo estaba feliz de que su trato mejorara notablemente, ya no debía soportar silencios incómodos, discusiones absurdas por problemas menores o la tensión en ambos cuando debían permanecer en la misma habitación. Podían conversar con normalidad, ayudarse mutuamente en los quehaceres y hasta hablar de James por horas, todo parecía mejorar de a poco. 

- Carajo...
- ¿Qué sucedió?- en un movimiento rápido Draco ya estaba junto a Harry tomando su mano para ver la herida que éste se había ocasionado con la cuchilla. 
- Sólo es un pequeño corte... iré por una bandita.
- Déjalo voy yo. Límpiate la herida con agua fría, traeré desinfectante. 
- No es... No esta escuchando de nuevo...- llegó con su bandita y un pequeño botiquín de emergencia.- Estas exagerando, es solo un pequeño corte, casi ni se nota.
- Estas cuchillas estás desafiladas...- el omega lo observaba embelesado mientras le limpiaba la herida y lo trataba con sumo cuidado, casi cómo si tuviera miedo de romperlo. - Ya quedó. 
- Traeré a James...
- ¿Qué?- no sabía si sus oídos oían bien.
- ¿No quieres conocer a tu hijo? Digo... Nuestro hijo. 
- Por... Por supuesto que quiero, es solo que...
- Tranquilo, le pedí a Ginny que ablandara el camino, estuvimos hablando con él en estos meses
- ¿Sabe que soy su padre?
- Sabe que eres alguien importante para mí y que por eso estoy cuidando de ti...
- ¿Soy importante para ti?- su mirada pícara e intensa se clavó en el omega, la distancia entre ambos parecía acortarse cada vez más. 
- Y-yo quise decir qué fuiste, fuiste alguien importante para mí, para nosotros... 
- Entonces... ¿Le diremos la verdad?- había excitación y emoción en sus ojos. 
- Yo creo que sería bueno que se conocieran... acercarlos de a poco y eventualmente decirle la verdad... 
- Soy su padre Harry. 
- Eso lo se, no me cabe la menor duda de que es así- su mirada se volvió fría y distante. 
- No quise...
- Mi intención no es alejarlos nuevamente, solo no quiero apresurar las cosas y poner incómodo a mi hijo. Entiendo que quieras que sepa de ti, pero es pequeño, no entenderá muchas cosas.
- Esta bien. Puedo esperar, acercarme lentamente es una buena idea.- se sentía mal por haberlo hecho enojar.- No quise decir que nos alejarías... 
- Esta bien... Yo también tendría mis dudas supongo. - Draco sintió una punzada de dolor.

°°°

El día del reencuentro había llegado, luego de meses preparando a James para aquél preciso momento ya estaban listos para ser presentados. 
Cómo Draco aún permanecía con secuelas y sus piernas no eran tan fuertes decidieron que llevarían al pequeño a la granja para que se conocieran allí. 
Ginny por su parte no estaba del todo convencida, no sentía correcto el someter al pequeño a tanta presión solo por un deseo egoísta del Alpha, sin embargo Harry no lo veía así. Eran padre e hijo, merecían ser presentados y conocerse mutuamente, por cuestiones mayores habían sido separados al nacer y él se sentía muy responsable de que James creciera sin una imagen paterna. Sabía que ese momento llegaría tarde o temprano y prefería que fuera ahora, aún cuando James eran pequeño y podía disfrutar de una infancia feliz junto a ambos padres. 

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