5. Aquí estas

628 44 19
                                    

Draco se encontraba a unos cuantos metros de la granja, de lejos se podía ver una pequeña casa, un amplio jardín y algunos arboles y animales. 
La información de Pansy indicaba que allí era dónde Harry se escondía junto con su hijo, estaba a solo unos cuantos metros del lugar y  sin embargo se sentía muy lejos. 

Su mente divagaba entre recuerdos, en la última imagen que tuvo de Harry en el hospital, un cuerpo casi sin vida, sin reacción, que veía pero no lo miraba, un cuerpo frágil y deprimido que se había cansado de vivir. Recordó el día en que lo vio por última vez, cuando le beso la frente y juro volver pronto, Harry ni siquiera lo miró, no reaccionó, no hizo nada. Sin embargo en cuanto tuvo la oportunidad huyó del hospital y también de su lado. 

Un nudo se instaló en su garganta y por mucho que deseara llorar las lagrimas no salían, sus pies no se movían, su boca no podía hablar. Había anhelado tanto aquel momento, el día en que finalmente encontrara el paradero de su omega, cuando se reencontraran nuevamente. Todo eso le parecía lejano y sin sentido ahora mismo. 

Los remordimientos comenzaron a llegar todos juntos, su padre, los maltratos, Harry sufriendo, las mentiras, las historias que la beta le había contado de Harry, la tristeza, todo se fue acumulando en su pecho. 

No podía avanzar, no podía acercarse a aquella casa e irrumpir nuevamente en la vida del omega, sentía que no tenía el derecho de volver a importunarlo, de volver a herir sus sentimientos por la imprudencia de sus acciones. 

¿Qué haría si lo recibía su hijo y no lo reconocía? ¿ Y si había alguien más en la casa? ¿Y si Harry lo echaba y le admitía que no lo amaba más y que ahora estaba feliz con la beta? 

Draco se amargaba cada vez un poco más, de lejos seguía observando la casa, el viento soplaba muy fuerte, su abrigo negro flameaba con el viento y su bufanda le cubría gran parte del rostro. Se encontraba solo, pues le había insistido a Pansy con que era algo que debía hacer él por su cuenta, pero se sentía tan solitario, tan desprotegido e inseguro. 

Su corazón se retorcía de dolor cada vez que imaginaba el rostro molesto de Harry observándolo, las palabras hirientes saliendo de su boca "Estábamos mejor sin ti". 

No pudo soportarlo más, extendió su mano hacia su rostro, llevó la punta de sus dedos a su boca y envió un beso en dirección a la casa. 

- Te amo mi amor, siempre te amaré. 

Sin más se dio la vuelta y sin mirar hacia atrás se marcho por el mismo sendero que había llegado. 

°°°

Era una caminata de treinta minutos a pie hasta el pueblo, el viento soplaba muy fuerte y su mal estado de salud no hacían sino entorpecer aún más su camino. El sendero estaba vacío, solo se divisaba una persona a lo lejos, que al igual que Draco iba bien abrigada hasta las orejas. 

Mientras caminaba meditaba acerca de la absurda decisión que acababa de tomar, de seguro Pansy lo asesinaría, tomarse tantas molestias para rendirse justo antes de la meta. Se odiaba a si mismo por ser tan cobarde, pero no podía siquiera imaginar a Harry rechazándolo y empujándolo lejos, esa idea le dolía tanto hasta el punto de hacerlo querer vomitar. 

Mientras caminaba sumido en sus pensamientos la persona que se veía como un pequeño punto ya estaba cruzando junto a él y en ese momento su corazón se detuvo. 

Aroma a duraznos. 

Draco frenó en seco y se volteó de inmediato para ver a quien que acababa de rebasarlo, grande fue su sorpresa cuando volteó y se encontró con que la otra persona también se había detenido en el camino, pero aún permanecía de espaldas.  

PrófugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora